Dicen que falta apoyo empresarial y que en Uruguay no hay un reconocimiento real al correcto desarrollo de los deportes electrónicos. Lo cierto es que cada vez hay más personas que se destacan en este mundo y cuentan con mayor reconocimiento internacional.
Jesús Ripoll, directivo de la Asociación de E-Sports de Uruguay (AESU), dijo a Cromo que en el país hay algunos que son “semiprofesionales” y otros han abandonado la actividad profesional.
Uno de los uruguayos más sobresaliente es Marco Popitti. Se destaca en PUBG, un juego de batallas para smartphones que consiste en una pelea en un escenario gigante cuyo vencedor es el último que queda en pie.
Su carrera comenzó como jugador casual, como la mayoría de los que se dedican a esta actividad. Al poco tiempo, logró hacerse ver entre los mejores del juego en base a ranking y puntuación.
Con ese equipo, recorrieron varios países, entre ellos Arabia Saudita y Malasia, y lograron situarse entre los tres mejores del mundo y un premio de US$ 30 mil.
El último que se destacó en este rubro fue Criss Gokuu, quien si bien no se define como gamer profesional, participó de un evento promocionado por los creadores de Call of Duty, en el que obtuvo US$ 30 mil. Tras disputar cinco rondas, obtuvo el máximo galardón. “Jugué con el mejor jugador de Latinoamérica”, manifestó.
El uruguayo Hecate se desempeña principalmente en Warzone. Según declara en su cuenta de Twitter, es el mejor jugador uruguayo en esta especialidad. Hay un sitio web oficial del juego que lo acredita como el mejor del país.
“Hace seis años que juego profesionalmente. Empecé en Overwatch (otro videojuego de estrategia) representando a Latinoamérica. Siempre armé los equipos. Ganamos varios torneos en Argentina y otros en línea”, comentó. Después, pasó a jugar en otro videojuego.
También fue miembro del equipo ruso VirtusPro para jugar al Counter Strike. Estuvo viviendo ocho meses en Estados Unidos. “Hace un año y medio que no juego más profesionalmente. Intenté jugar Valorant, pero no me llamó la atención”, comentó.
League of Legends es en el que más se especializaron los primeros gamers profesionales de Uruguay. Este famoso juego de estrategia tuvo un impacto fuerte en el país gracias a un grupo de jugadores que montaron una “gaming house”, un lugar donde sus miembros conviven y entrenan para las grandes competencias.
Uno de sus grandes exponentes fue Juan Ignacio Abdón, apodado y conocido en el mundo gamer como Mantarraya. Junto a otros gamers crearon el equipo Pinapple Express, que llegó a competir en varios torneos internacionales con buen suceso. Desde hace algunos meses decidió abandonar su tarea como profesional y dedicarse a hacer streamings por diversión.
Hoy uno de los que más se destaca es el apodado Buggax. Mateo Aroztegui, su nombre real, nacido en 1998. Juega desde 2014 a este videojuego, que le ha permitido crecer y defender a diferentes equipos.
En el exterior se destaca Nicolás Studer, más conocido como Mad Raider. Llegó a ser profesional en el Clash Royale, un videojuego de estrategia en tiempo real. Hoy es coach de la filial de e-sports de Chivas de Guadalajara, el popular club de fútbol de México.
Es difícil encontrar una comunidad tan desarrollada de jugadores de FIFA en otro lugar de Sudamérica. Al menos en el modo Clubes Pro o también llamado 11 vs 11. Significa que cada jugador ocupa un lugar en la cancha como si fuese un futbolista real.
Desde hace seis años existe la llamada Federación Uruguaya de Fútbol Virtual (FUFV), quien con el patrocinio de marcas uruguayas y multinacionales ha podido solventar su desarrollo y premiar a los ganadores de algunos de sus torneos. Son 1.800 futbolistas virtuales que, semana a semana, se enfrentan en esta disciplina.
Fuentes de esa federación, la más añeja y sólida que existe en la organización de torneos de e-sports, aseguraron a Cromo que están trabajando para adquirir la licencia.
Uruguay ha logrado éxitos individuales en este videojuego, que es el más consumido en el país y del que ya hay estadísticas mundiales que indican que es el sitio donde más se juega per cápita.
Uno de ellos es de Agustín Wilkins, quien fue recientemente contratado por “Krü E-sports”, el equipo de Sergio “Kun” Agüero. El gamer de solo 18 años, quien aún no terminó el liceo, recibe sueldos mensuales del futbolista de Barcelona. Jugó hasta el mes pasado en el equipo de Ramón “Cachila” Arias, quien se acaba de desmembrar. Wilkins desembarcar en este equipo tras un llamado del manager argentino, Sebastián Fernández, quien también es streamer y youtuber.
Junto a Martín Rey, quien también jugaba para el equipo del “Cachila”, clasificaron a un mundial organizado por Electronic Arts y la FIFA para representar a Uruguay. El evento fue cancelado por motivo de la pandemia.
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