Su padre era pintor y fue a través de él que se adentró desde muy pequeño en el mundo del arte.
Hizo sus primeros pasos como escultor en Europa. Se fue a vivir a Italia donde comenzó a trabajar con el mármol, ese material que habían utilizado artistas como Brâncuși o Miguel Ángel.
En 2007 inauguró la Fundación Pablo Atchugarry, con el objetivo de crear un punto de encuentro entre artistas y público.