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Pájaro García, entre el deporte, la medicina y el carnaval

El médico de la selección de fútbol sub 20 desde 2011 abrió su libro de anécdotas
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01 de octubre de 2017 a las 05:00
Por Marcos Silva, especial para Referí

Su apodo lo hizo popular en todos lados. Su carisma y personalidad lo llevaron a adaptarse y ser respetado en cualquier ambiente sin importar la clase social. Se llama Juan Carlos García, pero todos lo conocen como el Pájaro. Médico deportólogo por profesión, jefe de la sanidad de Malvín, médico de las selecciones juveniles de fútbol de Uruguay desde 2011 y animador del tablado del club Malvín por vocación.

"Mi vida más que particular te diría que es distinta", afirma el Pájaro García a la hora de describirse.

Se crió en el barrio Jacinto Vera y durante muchos años acompañó en el trabajo a su padre. " Nací donde era el Bar Lito, en Santa Fe y Agraciada, después viví en el Paso Molino y mi padre era el dueño del Bar Astral, ahí me puse a trabajar con él dándole una mano atendiendo el boliche, bajando los casilleros. Me formé entre las charlas de los parroquianos del bar y las discusiones de cantina".

Su amor por la bohemia marcó su personalidad y le dio herramientas para el futuro. "Me apasiona la melodía de barrio, me fascina. La universidad de la calle me dio una cintura y una rapidez mental que me ayudó a tener más seguridad en lo que hacía, después lo fui complementando con la parte académica y a la larga te vas transformando en una persona creíble".

Cuando terminó el colegio, en los Maristas, pasó al liceo Juan XXIII y después a la Facultad de Medicina. Ahí complementaba su formación académica con su otra pasión: las murgas. "Salí en dos murgas que había en la facultad, una se llamaba La Demorada y otra La Fiestera; después llegué al carnaval mayor con 'Momolandia'".

Dejó la Facultad de Medicina cuando estaba en Quinto año porque, afirma, "en aquel entonces no era para mí", y se la jugó por el carnaval. "Armé un programa de radio Carnaval del Futuro, después hice otro que se llamaba Tardes para no dormir la siesta, además trabajé como balanceador en Manzanares, como recaudador en Cutcsa, vendía ropa, hacía de todo un poco", reconoció el Pájaro.

Años más tarde, decidió retomar con los estudios porque "a esa altura ya tenía cuatro hijos y la plata no alcanzaba", afirmó.

Se recibió de médico y gracias a su colega Alberto Pan, actualmente jefe de la sanidad de la selección, comenzó a meterse lentamente en el mundo del fútbol. "Alberto me salvó muchas veces, él me llevó a Wanderers y ahí me vinculé con el ambiente del fútbol, después todo se fue dando", asegura García.

En el tintero del Pájaro todavía queda mucho por escribir. "Estoy construyendo una casa porque todavía sigo alquilando. Me encantaría escribir un libro, escribir para una murga, tener tiempo para sentarme a leer y seguir aprendiendo, uno tiene que ir dejando semillas para que crezcan en el futuro, siempre pensé que cuando uno hace cosas, tiene que dejar cosas", afirmó.

"¿Usted es el del carnaval?"

Esa pregunta lo acompaña desde hace más de 25 años. "Ojalá nunca se pierda eso, tener esa cercanía con la gente me alimenta, más allá de perder la 'jerarquía' de la túnica blanca y la seriedad del médico", asegura el Pájaro, que en 1992 reemplazó a Omar Gutiérrez como animador del tablado del Club Malvín.

"La gente me dice: 'Ella es Fulana de tal, nos conocimos por vos, de aquella vez que nos hiciste subir al escenario a cantar, después de ahí cruzamos teléfonos y hoy en día nos casamos y tenemos dos hijos'", reconoce.

Con el médico de la selección sub 20, las anécdotas salen solas y se mezclan con las historias de la misma manera que se cruzan las dos profesiones que realiza.

Fueron varias las noches en las que al mismo tiempo coincidían los partidos de básquetbol de Malvín con la llegada de los conjuntos al tablado. "Presentaba en el tablado, cruzaba hasta la cancha, cuando llegaba el otro conjunto volvía al escenario y después de vuelta al partido", asegura.

Entre tantas idas y vueltas, enfrentó situaciones que vinculaban sus dos trabajos. Una vez Aldo Martínez, que en aquel entonces salía en parodistas Nazarenos, se cayó y terminó con un esguince de tobillo. Mientras lo atendía, al mismo tiempo, el extranjero de Malvín sufrió una lesión en el partido y terminó en las manos del Pájaro. "De un lado tenía a Aldo Martínez y del otro al extranjero, era muy gracioso", recuerda.

En 2008 tuvo la posibilidad de ser el presentador oficial del concurso de carnaval en el Teatro de Verano. Sin embargo, entre Sergio Somma, presidente de Malvín, y su amor por el club lo terminaron de convencer para rechazar la propuesta. "Soy feliz en Malvín, no sé si mi estilo era el que querían en el Teatro de Verano, es un público distinto y no hay tanta interacción", reconoció.

"No puede perderse el Mundial"

Zíngaros estaba por subir al escenario cuando el médico se encontró con un amigo en el tablado que lo consultó por un dolor en el brazo. "Lo revisé y le dije que me parecía que tenía una fractura en la muñeca, que lo mejor sería que se fuera a hacer una radiografía. Al mismo tiempo, Pinocho Sosa me pedía que lo presentara ya porque tenía dos tablados más y estaban atrasados. Le dije a mi amigo que, si llegaba a ser una fractura, la recuperación tardaría 90 días y se quería matar porque estaba a pocas semanas de irse a la Universiada a competir", recuerda el Pájaro.

Pero la historia no termina ahí: "Entre toda esa locura, Pinocho escuchó lo que le decía a mi amigo y se arrimó a decirme con su tono de voz tan particular: 'Pájaro el gurí no se puede perder el Mundial'. Cuando terminó la actuación de Zíngaros, Pinocho se bajó y me preguntó: '¿Y Pájaro? ¿Trajo la placa el muchacho? Avisame cualquier cosa, me llamás, no se puede perder el Mundial el gurí'".

Pasaron algunas horas y el Tincho Barrenechea, así se llamaba el gurí, volvió con la radiografía que efectivamente constataba una pequeña fractura. "Lo vi con la férula puesta, desanimado y le dije: 'Alguna vuelta le vamos a encontrar, quédate tranquilo que no te vas a perder el Mundial'".

Como si todo eso fuera poco, un abonado al tablado de Malvín apareció en la escena rengueando. "Tenía una fractura de peroné", recordó el Pájaro, y agregó: "El gurí pudo ir a la Universiada, atendí al abonado por la fractura, llegué a casa a eso de las cuatro de la mañana y lo que más me acuerdo es que esa noche actuaron Araca la Cana y Falta y Resto".

Pájaro García
Juan Carlos García se integró al cuerpo médico de las selecciones uruguayas en 2011 y desde entonces acompaña a la sub 20, que dirige Fabián Coito, a todos lados. En la foto, junto al cuerpo técnico de la sub 20.
Juan Carlos García se integró al cuerpo médico de las selecciones uruguayas en 2011 y desde entonces acompaña a la sub 20, que dirige Fabián Coito, a todos lados. En la foto, junto al cuerpo técnico de la sub 20.

Sub 20, baúl de anécdotas

Los recuerdos médico con los futbolistas de la selección sub 20 de fútbol son varias y de todo tipo. Desde que asumió en 2011 como médico fueron cientos de partidos, campeonatos, viajes y países visitados.

"Estaba en Catar (en una gira con la sub 20) con Daniel Carreño (que dirigía en ese país), a quien conocía de la época de la Cuarta división de Wanderers. En ese momento entra un muchacho morocho, petiso que yo lo miraba y le sacaba cara conocida pero ni idea quién podía ser. Lo cierto es que ese tipo que estaba conversando conmigo y con Daniel era Xavi. Sí, Xavi, el volante de Barcelona y de la selección española", recuerda el Pájaro con una sonrisa. "Los chiquilines me pedían que les coordinara una foto y cuando les dije que no tenía ni idea quién era me decían de todo", puntualiza.

El golero Santiago Mele, actualmente en el fútbol turco, recordó los días previos al inicio del Sudamericano sub 20 que se jugó en Ecuador, que Uruguay ganó después de 36 años, y que lo tuvo en duda hasta último momento por una lesión en el pie. "Puedo hablar mil horas del Pájaro, le tengo un cariño enorme. Dos días antes del Sudamericano me esguincé el dedo de un pie y no se sabía si iba a poder llegar al debut porque no podía ni pisar. Nunca había ido a la sanidad por algún problema, salvo para vendarme. Te podrás imaginar los nervios que tenía. Ellos me ayudaron en la recuperación y por suerte pude jugar todos los partidos sin ningún dolor".

El arquero de la sub 20 destacó el rol paternal que tenía el Pájaro con todos los jugadores de la selección y recordó que se preocupaba hasta por la seguridad de las familias de los jugadores que estaban en Ecuador. "En la primera fase fue mi madre, mi tío y mi prima a acompañarme. Cuando se estaban por volver, el Pájaro les decía que tuviesen cuidado en la ruta, que había mucha niebla. El tipo se hacía querer por todos, esos pequeños detalles que tenía eran los que lo hacían grande".

"Tengo una relación desde el afecto con los gurises, partiendo de la base del respeto, pero hay una relación excelente. La demagogia en algún momento se corta, lo importante es creíble", asegura García.

Aún recuerda una charla con Nicolás de la Cruz en la que el actual jugador de River Plate de Argentina le tomaba el pelo diciéndole que le había puesto el ojo a su novia hacía varios años. "Nicolás me decía que su novia, la cantante Vanessa Britos, me conocía porque yo hace años la había presentado en el carnaval de las promesas, ¡si pasará rápido el tiempo!", afirmó.

Una vez más, el fútbol y el carnaval se cruzan en la vida de Juan Carlos García y su forma de ser lo hace una persona conocida en cualquier lugar. "Todo el mundo lo conoce. Después del Sudamericano, cuando fui a mi escuela a llevar de regalo mi camiseta, terminé hablando del Pájaro con la maestra. Está despegado" aseguró Mele.

Tras quedar eliminado ante Venezuela en el último Mundial sub 20, Mele tuvo un diálogo particular con el médico. "Tuve una charla que me ayudó muchísimo, no fue sólo de fútbol ni de los penales que no pude atajar, fue una conversación que me marcó y la recuerdo hasta el día de hoy, te podrás imaginar la bronca que tenía en ese momento y con esas palabras logró calmarme un poco y entender lo que me estaba pasando", reconoció Mele.

Pájaro García
El plantel que logró el título continental Sub 20 en Ecuador, después de 36 años.
El plantel que logró el título continental Sub 20 en Ecuador, después de 36 años.

Malvín: su lugar en el mundo

Son muchos años los que vivió Juan Carlos García en el club Malvín. Con el tiempo fue testigo de la transformación del club de barrio al equipo que ganó la Liga Uruguaya de Básquetbol y participó en la Liga Sudamericana. "Malvín me catapultó para todo, me formó la imagen de lo que soy. En el club tengo mi clínica, mi espacio, la gente piensa que vivo acá... ojalá fuera así pero no me da la plata", asegura con una sonrisa.

A la hora de destacar algunos jugadores que pasaron en estos últimos años por Malvín, el "Pájaro" afirma que Fernando Martínez fue uno de los más emblemáticos, junto a Marcelo Pérez y Emilio Taboada, que marcaron época. Bruno Fitipaldo también tiene un capítulo en la vida del médico. Por último, el Pájaro no podía terminar de hablar de su club sin recordar una anécdota. " Nos jugábamos un partido clave y en la última práctica les dije a los jugadores que se cuidaran. A eso de las cinco de la mañana me suena el teléfono: era Javier Crócano para decirme que el extranjero que teníamos, Kim Adams, había chocado con el auto. Lo fui a ver de inmediato, por suerte no era nada grave, le hicimos un tratamiento rápido y logramos que jugara. Lo teníamos que meter para dentro de la cancha como fuera", recordó el Pájaro, y agregó: "Le dije a las enfermeras y al resto de las doctoras que no se preocuparan, que me hacía cargo, que si alguien iba preso ese sería yo". Adams jugó y Malvín fue campeón.

Las frases

"¿Sabés que le digo a los chiquilines (de las selecciones juveniles)?, que las personas que verdaderamente te quieren son las que están en las malas. Se lo digo porque lo veo y lo viví así. Y siempre le pongo el mismo ejemplo, cuando estás en la mala, entran a Whatsapp y los mensajes que reciben son menos que cuando ganan, los chats de Facebook también".
"(A Bruno Fittipaldo) lo conzoco desde que tiene cinco años, es muy amigo de mi hijo y jugaron juntos en el club y en la selección. En un momento, mi hijo lo superaba en las prácticas, ahí Bruno tenía algunos kilos de más y reaccionó. Se puso a trabajar con una nutricionista, se fue a entrenar a Maldonado, se potenció y cambió totalmente el jugador que era. Es el ejemplo más claro de cómo tiene que vivir y trabajar un basquetbolista de alta competencia".
Juan Carlos García, médico de la selección sub 20 y de Malvín

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