El Club Aguada celebra el lunes su centenario, con un recorrido que marcó la historia del básquetbol uruguayo con 10 títulos en el torneo de Primera (Federal o Liga, según la denominación en cada época, en 1940, 1941, 1942, 1943 ,1948, 1974, 1976, 2012, 2018 y 2019).
Tuvo cuatro canchas. Algunas prestadas, como las tres primeras: donde nació en la Plaza de Deportes N° 1; a fines de la década de 1920 y en la de 1930 en Lenguas 1414 casi Sierra (actualmente Fernández Crespo), y desde 1944 en la de Fraga y Enriqueta Compte y Riqué (donde se encuentra radio Sarandí). Y su propio predio que inauguró el 6 de setiembre de 1952, donde actualmente está el club en la avenida San Martín, donde termina (o nace) la calle Juan José de Amézaga, en el lugar en el que había un conventillo.
Sus conquistas deportivas, su cuatrienio en el Federal de 1940 a 1943, el primero del básquetbol (el segundo lo logró Welcome entre 1997 y 2000), sus figuras que trascendieron a nivel internacional, es la historia conocida en estas 10 décadas. Sin embargo, hay un aspecto en la vida de la institución que le dio un lugar diferente en el deporte: su popularidad.
¿Cómo construyó su identidad y cautivó a miles de hinchas para transformarse en el club más popular del básquetbol uruguayo?
Consultados dirigentes de Aguada no encuentran un punto de partida para explicar este fenómeno.
El secretario general del club, Daniel Olivera, dice: “Es algo que acompañó al club desde que lo recuerdo, en la década de 1960”, pero no sabe dónde ni cómo nació específicamente su popularidad.
Óscar Bonino, historiador del club, no puede precisar una razón sino una serie de acontecimientos que ocurrieron a lo largo de los 100 años, pero dice tener una teoría: “Con Goes alimentamos un clásico muy importante, el club peleó muchos ascensos y descensos, fue 10 veces campeón, y eso generó la simpatía o la distancia de la gente con Aguada”.
Para entender este fenómeno de la popularidad de Aguada, que no tiene un punto de partida, hay que considerar algunos elementos que fueron manteniendo viva la llamada del club (mientras otros se apagaban como Sporting, Atenas, Stockolmo, populares hace 100 años), multiplicando los hinchas y reforzando con éxitos, en todas las generaciones, la simpatía que despertaba el club.
Surgió en la época fermental de la actividad física en Uruguay impulsada por las plazas de deportes y el nacimiento de decenas de clubes, Aguada fue una inspiración o escisión de Olimpia, uno de los clubes deportivamente más poderoso de esa época, en atletismo y básquetbol, y sus fundadores tuvieron vinculación deportiva con los que luego se instalaron en Colón.
“En febrero de 1922, los más jóvenes habitantes de la Plaza de Deportes N° 1 que se había instalado en la Aguada decidieron crear otro club inspirados en los veteranos de Olimpia. A fines de febrero de ese año nació el Club Atlético Aguada. Utilizó para su escudo las alas, las mismas que utilizaba Olimpia. Su primer presidente fue Alberto Pesce, vinculado a Olimpia e integrante la máquina blanca de 1928 y 1929, y su hermano Víctor fue campeón Federal en 1923 y en el bicampeonato de 1928 y 1929”, cuenta la historia oficial de Olimpia, en su libro del Centenario.
En marzo de 1927 todos los clubes fueron desalojados de la plaza y Aguada se quedó en el barrio. Olimpia se trasladó primero al Saroldi (en el predio del viejo Olimpia FC, que luego se transformó en el actual River Plate), y en 1933 Passadore lo llevó a Colón.
En la cancha de la calle Lenguas, frente al Palacio Legislativo, construyó su identidad con el barrio y cercanía con una populosa zona de la capital.
Goes nació de Aguada en 1934 y eso alimentó una rivalidad, que en el deporte solo se puede comparar como la que tienen Nacional y Peñarol en fútbol.
Ese fenómeno entre vecinos de barrio (sus canchas estuvieron a escasa distancia hasta la actualidad) multiplicó la pasión y dividió a los hinchas, y al barrio.
En ese momento Sporting, el decano, Atenas y Olimpia (por orden de fundación), eran los clubes más populares, y se encontraron con Aguada y Goes que llegaron para establecer un nuevo punto de atención con hinchadas bullangueras, que rompieron el clima de espectáculo de teatro que tenía el básquetbol en esos tiempos.
Goes ganó su primer Federal en 1939. El mismo año que Aguada perdió a 28 jugadores y peligró su continuidad deportiva. Ese fue un despertador para lo que ocurriría después, los éxitos del rojiverde en la década de 1940.
Esa rivalidad Aguada-Goes se mantiene hasta la actualidad y continúa fogoneando la pasión que se multiplica de generación en generación.
Además, el básquetbol, que históricamente fue un deporte en el que se enfrentaban los barrios, también vio como Aguada generó rivalidad con Trouville (fundado en abril de 1922), una de las más fuertes que se mantiene hasta estos días, y con Olimpia.
Aguada, un equipo de Segunda desde que se afilió a la FUBB en 1925 y hasta los años 1930, estuvo a punto de ser desafiliado en 1936, un hecho que lejos de debilitarlo lo fortaleció.
En 1939 vio como Goes, rival de todas las horas, con apenas cinco años de vida y surgido de sus entrañas ganó el Federal.
Ese fue el despertador. Aguada ganó el cuatrienio de 1940-1943 y conquistó su quinto Federal en 1948. En esos años construyó una popularidad particular en un deporte que arrastraba multitudes, pese a la reducida capacidad de las canchas de los clubes.
Para entender la pasión que despertaba el básquetbol en esos años alcanza con un detalle: el 3 de noviembre de 1949 Uruguay jugó ante Phillips 1966 en la cancha de la platea del Estadio Centenario y vendieron 19.839 entradas, el récord de público en un partido de básquetbol en Uruguay.
Los éxitos y la multitud que seguía el básquetbol alimentó multiplicó el número de seguidores.
Fue campeón Federal en 1974, 1976 y luego conquistó tres Ligas en la década de 2010.
Esto muestra que Aguada fue campeón cada 30 o 40 años, lo que permitió que todas las generaciones hayan visto un Aguada campeón. Este fenómeno no ocurrió con otros clubes centenarios que fueron campeones como Olimpia, Sporting, Atenas Unión Atlética y Welcome (tiene 95 años) y populares como Goes.
Trouville, también centenario, tiene una historia similar a la de Aguada, con el vicecampeonato de 1973, que en el club lo vivieron como un título y mantuvo cautivos y multiplicó sus hinchas.
Aguada tuvo su último impulso en los últimos 10 años.
Para sumar su masa de fieles o admiradores de su insignia, cuando en 1979 la FUBB votó que sus competencias pasaban al régimen profesional, llegaron para defender su camiseta Granger y Bacon, dos extranjeros que hicieron del básquetbol un espectáculo.
En ese momento la televisión llevó este deporte a todos los rincones y se transformó en un multiplicador de hinchas. En esa época, Goes ya no le hacía frente a los aguateros, que acaparaban la atención entre los seguidores del deporte y de los ajenos a la actividad.
En 1936 estuvieron a un voto de la desafiliación de la FUBB porque el delegado de Aguada incluyó a mano el nombre de un jugador que River había borrado de la planilla y en 1963 estuvo un año desafiliado por incidentes con Sporting. Por eso, a lo largo de su historia alimentó con sus seguidores un amor incondicional y con sus rivales diferencias insalvables, que potenciaron el fanatismo de sus seguidores.
Es así que a lo largo de 100 años, con éxitos en momentos claves y al menos un título en cada generación, con sucesos que marcaron su historia y con la rivalidad que históricamente mantuvo con Goes construyó este fenómeno popular en el deporte.
Inicio de sesión
¿Todavía no tenés cuenta? Registrate ahora.
Para continuar con tu compra,
es necesario loguearse.
o iniciá sesión con tu cuenta de:
Disfrutá El Observador. Accedé a noticias desde cualquier dispositivo y recibí titulares por e-mail según los intereses que elijas.
Crear Cuenta
¿Ya tenés una cuenta? Iniciá sesión.
Gracias por registrarte.
Nombre
Contenido exclusivo de
Sé parte, pasá de informarte a formar tu opinión.
Si ya sos suscriptor Member, iniciá sesión acá