Juan Samuelle

Pasó otro año y el stock vacuno uruguayo es cada vez más joven

Se aprecia una mayor velocidad en el engorde de las haciendas y en el entore y una tendencia gradual –pero firme– hacia una mayor producción de terneros

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03 de septiembre de 2021 a las 12:00

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Los datos primarios del stock ganadero parecen –a primera vista– no mostrar grandes cambios, son un poco menos de 12 millones los vacunos que comen en los pastizales uruguayos, con una población que se ha mantenido estable entre 2020 y 2021, según la declaración jurada de existencias ante la Dirección de Contralor de Semovientes (Dicose) del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP).

Sin embargo, en la ganadería uruguaya se están procesando cambios importantes que tienen que ver con una población más joven, una mayor velocidad en el engorde de las haciendas y en el entore y una tendencia gradual –pero firme– hacia una mayor producción de terneros.

Se aprecia una respuesta a un entorno productivo más favorable que, tras  un momento de incertidumbre por la pandemia de covid-19, da muestras de una lógica estimulante que suma casi tres años, desde el año 2019 hasta el presente.

Hay un mayor estímulo a faenar temprano y reponer y eso   determina que Uruguay tenga la menor población de la historia de novillos de más de tres años, 395 mil, una categoría que llegó a sumar más de 900 mil animales 30 años atrás, a comienzos de la década de 1990 y que ahora va en una reducción, gradual pero persistente.

Esa tendencia seguramente va a continuar, porque aun con ese stock cada vez más reducido, la faena de novillos de más de tres años sigue creciendo, en agosto 24,5% y en lo que va de este año 16%.

Los novillos veteranos son algo que va quedando definitivamente en el pasado de la ganadería uruguaya.

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En contraposición, la producción de terneros va tendencialmente en ascenso. Si bien cae en 2021 respecto a 2020, el año récord que superó los tres millones, es una producción elevada, la segunda mayor de la historia, 2,88 millones.

Los años llovedores generan producciones altas, los años de sequía generan una menor producción, pero los productores igualmente logran altos niveles de producción y una tasa de destete que se sostiene en 66% de las vacas entoradas.

La producción récord de terneros en 2020 lleva a que el stock de novillos de uno a dos años sea importante, superior al millón de cabezas, con 1,128 millones en una sostenida recuperación desde el fuerte descenso que tuvo  en 2018, cuando eran apenas  847 mil.

Aquí se observa el efecto de tener pariciones abundantes. El stock sube al mismo tiempo que la faena crece, en el caso de los novillos diente de leche sube este año 65% y la de novillos de uno a dos años aumenta 44% este año, pero los invernadores mantienen una reposición fluida.

Más escasos se irán volviendo los novillos de dos a tres años, que crecen en el stock de este año a 666 mil, desde 628 mil, pero que están destinados a la misma lógica que los novillos de más de tres años.

La abultada faena de este año limita levemente el potencial productivo al generar una caída leve del stock de vacas de cría, pero que se ve compensado por un crecimiento en las vaquillonas.

Las vacas de cría descienden en 33 mil y las vaquillonas aumentan en 40 mil; prácticamente el potencial productivo es el mismo, los tres millones de terneros son alcanzables en la medida en que La Niña no se convierta en una sequía grave.

El comienzo de la primavera es favorable en setiembre, el rebrote de las pasturas comienza temprano, pero falta mucho para que se pueda aventurar qué puede pasar con el entore este verano.

Esto es importante, porque el crecimiento en la producción de terneros es la tendencia más importante que parece mostrar la evolución del rodeo. Y la que da sustento a que se pueda crecer  sin sacrificar producción futura.

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Los 11,8 millones de vacunos pueden permitir una faena cada vez más elevada, una lógica que va haciendo gradualmente más comparable a la ganadería de Uruguay con la de los dos países de Oceanía.

Del stock ganadero uruguayo se deduce que puede sostenerse un crecimiento, en 2022, más moderado de la faena con base en la persistencia de una baja en la edad promedio de faena de los novillos y una provisión abundante de terneros.

Con estos precios la exportación en pie representa una salida de bajo impacto. Son unos 150 mil terneros y novillitos que funcionan como piso de precios y generador de confianza y sostienen el empuje de la cría, que se encamina a generar los tres millones de terneros anuales no con base en mejorar el porcentaje de procreo, sino probablemente por el aumento gradual en la carga de vacas de cría y vaquillonas que se entoran más temprano.

El stock de vaquillonas crece, justamente apoyado en la mayor producción de terneros, lo que permite también abastecer el crecimiento de la exportación en pie de vientres hacia China. En 2021 hay 50 mil más, desde 1,74 a 1,79 millones.

“Se ven tendencias que son muy positivas, la participación de novillos jóvenes en la faena, baja el stock de novillos de más de tres años lo que revela una mayor eficiencia, aumenta el número de vientres si sumamos las vaquillonas a las vacas de cría, se puede afirmar que está intacta la máquina productiva , hay una apuesta a la cría, una mirada optimista de los actores en el mediano plazo. Hay una leve disminución de la producción de terneros, por un efecto climático”, evaluó Ricardo Reilly, delegado de ARU en la junta del Instituto Nacional de Carnes (INAC).

En resumen, expresó, “la baja en la edad de faena, la mayoría son de dentición incompleta, es sinónimo de inversión en alimentación, los números cierran en todos los eslabones”.

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Los ovinos amortiguan el descenso con base en una mejora importante en la mejora de la prolificidad. El descenso registrado –de 6,3 a 6,2 millones– ocurre luego de un aumento muy fuerte en la faena, que a julio superó en 500 mil animales la del año agrícola anterior (a julio de 2020). Como en los vacunos, se nota entre quienes permanecen en el rubro el esfuerzo por mejorar la cría.

Otro aspecto relevante del informe preliminar es que baja la población de todo lo evaluado, los vacunos bajan muy levemente, menos de 1%, los vacunos de razas lecheras bajan 2%, en un porcentaje similar al de los ovinos, que también caen 2%.

Más acentuada sería la baja en suinos y caprinos, que caen 5%, el mismo porcentaje en el que caen los yeguarizos. 

 

El dato

La población de vacunos está en crecimiento y se prevé que el stock se coloque en 11.918.382 ejemplares, cifra superior a la de 2020, año en el que había 11.881.932.

 

“Situación sólida”

El MGAP presentó la semana pasada información sobre el stock ganadero nacional. Con el 94% de los formularios procesados, hay subas en el stock vacuno y bajas en otras especies.

En la conferencia de prensa en la que se presentaron los datos, el ministro Fernando Mattos dijo que “son alentadores”.

“Estamos en una situación sólida del sistema ganadero, con números bastante por encima de la media histórica. Si tenemos buenas condiciones climáticas que se agreguen a que la situación forrajera se pueda mantener, y con buenos precios, habrá un estímulo necesario para la inversión y el crecimiento”, comentó.

Juan Samuelle
Los datos preliminares de Dicose permiten concluir que el stock rejuvenece.

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