Agustín Canobbio le reclama a Falce; Peñarol perdió dos puntos más

Fútbol > EL ANÁLISIS

Peñarol es el desmoronamiento de una ilusión falsa

Peñarol es el desmoronamiento de una ilusión falsa, le debe quitar las telarañas a su fútbol y encontrar una regularidad que se quedó por el camino hace tiempo; todo muy rápido, porque el domingo, se viene el clásico
Tiempo de lectura: -'
26 de junio de 2021 a las 22:39

Desgranar futbolísticamente a este Peñarol no es tarea sencilla. Pocas veces se puede apreciar en un equipo grande tanta falta de equilibrio de un partido a otro, incluso faltas de atención claras como en la jugada del gol del arquero de Villa Española -único remate franco al arco- en el que Kevin Dawson cometió el error de su vida en el fútbol.

Pero sería muy sencillo responsabilizar exclusivamente al arquero por este nuevo desliz del equipo de Mauricio Larriera contra el último del campeonato (que ahora quedó penúltimo) al que lo entrenó el técnico de la Cuarta división, que dirige a su vez a Santa Elena en la Liga Universitaria. Son cosas que se ponderan en un equipo que lucha, como Villa Española, por no descender, ante otro que trata de ir, a los empujones, por un título que parece lejano si se toma en cuenta lo que se ve en la cancha.

Obviamente que, sin ese error de Dawson, Peñarol hubiera ganado con lo justo, pero otra vez, a los tumbos. Otra vez sin claridad, sin llegada con criterio, apostando todo a los juveniles Máximo Alonso, de 18 años, que este sábado cumplió su séptimo partido, y el Canario Álvarez, cada vez más jugador y goleador, quien llegó a 23 tantos en el club.

Máximo Alonso fue el mejor de Peñarol dentro de un panorama muy discreto

A Larriera le faltaron dos futbolistas fundamentales por lesión: Jesús Trindade y el mejor asistidor del equipo, Joaquín Piquerez. Se extrañaron mucho. Gonzalo Freitas no repitió y Valentín Rodríguez, otro juvenil, sigue en el debe.

Pero lo que más asombra de este equipo de Peñarol es la falta de regularidad. No solo no puede ganar casi nunca dos partidos seguidos, sino que además, no puede jugar adecuadamente de un compromiso a otro. Es tan irregular que este sábado en su casa del Estadio Campeón del Siglo, no pudo ganarle al último y quizás, con otro compromiso y otra concentración, gana el clásico en el Gran Parque Central. Todo puede pasar con este equipo. Cambiar radicalmente 180 grados en una semana.

Peñarol tiene la obligación de sacarle las telarañas a su fútbol. Hay veces que es uno con Walter Gargano y otro sin él. Hay otras que Gargano es uno más. Hay veces que llega 10 veces en 45 minutos y tiene muchas chances, y hay otras que no llega ni una. Solo basta repasar estos ocho partidos para notar esa falta de equilibrio, esa constante búsqueda de la perfección que se transforma, muchas veces, en la nada misma.

Este equipo parecería tener las satisfacciones obturadas. No consigue lo que trabaja a destajo entre semana con Larriera. Lo busca de forma desmedida, desordenada, sin ideas, y a veces, lo que sí es muy malo para sus intereses, sin actitud.

El Canario Álvarez volvió a cumplir con su cuota goleadora, aunque debió haber sido expulsado al final

Este Peñarol no ilusiona. Quizás alguno o muchos puedan discrepar y están en todo su derecho. Pero este sábado, ante Villa Española, el último de la tabla, fue muy claro que se dio una especie de caída, de desmoronamiento de una ilusión falsa. Porque, al fin y al cabo, este conjunto de voluntades que es Peñarol, no tiene un norte claro.

Alguna vez y hace muy poco se escribió en estas páginas que el equipo aurinegro tiene compulsión a la repetición. Y eso, se repite. No es un juego de palabras. Muchas veces, improvisa. Improvisar en el fútbol es muy importante, pero si se hace favorablemente. Si se hace mal, no sirve.

El arquero Facundo Silva celebra su gol para Villa Española tras el error de Dawson

Dawson se equivocó y el equipo dejó otros dos puntos por el camino en la hora, pero sus compañeros no lo ayudaron demasiado. Cristian Olivera fue probado en una posición nueva, intentó ser el nuevo David Terans en la cancha, pero no lo consiguió. Se fue otro partido en el que no le salieron las cosas. Los laterales Juan Acosta y Valentín Rodríguez, apenas pasaron la media cancha y casi no ayudaron arriba. Freitas no solo defeccionó, sino que debió haberse ido expulsado. Gargano se mostró lejos otra vez. Luego de un gran regreso contra Deportivo Maldonado, tuvo una mala semana: poco el miércoles ante Torque, y repitió contra Villa Española. Todo quedó librado, una vez más, al oficio goleador del Canario Álvarez, quien también se salvó de la expulsión y de perderse el clásico el domingo que viene, y a la desfachatez del juvenil Alonso. Nada más.

La tabla cada vez lo entierra más y el juego también. Contra Nacional tendrá la gran oportunidad -y casi única- de recortarle la distancia al menos, a su eterno rival. Pero hay otros que también compiten y están más arriba.

Comentarios

Registrate gratis y seguí navegando.

¿Ya estás registrado? iniciá sesión aquí.

Pasá de informarte a formar tu opinión.

Suscribite desde US$ 345 / mes

Elegí tu plan

Estás por alcanzar el límite de notas.

Suscribite ahora a

Te quedan 3 notas gratuitas.

Accedé ilimitado desde US$ 345 / mes

Esta es tu última nota gratuita.

Se parte de desde US$ 345 / mes

Alcanzaste el límite de notas gratuitas.

Elegí tu plan y accedé sin límites.

Ver planes

Contenido exclusivo de

Sé parte, pasá de informarte a formar tu opinión.

Si ya sos suscriptor Member, iniciá sesión acá

Cargando...