Por qué Manini puede ser un aliado electoral de Talvi

Bien lejos de Macri, Cristina, Bolsonaro y Lula

Era casi una tradición de las campañas electorales uruguayas.  Los candidatos, visitando a sus amigos ideológicos en Argentina y en algunos casos también en Brasil.

Imposible no recordar a José Mujica poniéndose traje por primera vez en su vida para visitar a Lula. O en la elección pasada, a Tabaré Vázquez en reuniones con Daniel Scioli, y a Luis Lacalle Pou con Sergio Massa.

Si nos vamos más lejos, Vázquez incluso mostró una buena relación con Néstor Kirchner previo a los comicios del 2004. 

¿Ganan algún voto los presidenciables al mostrarse con políticos de peso de los países de la región? No y sí. Es difícil creer que alguien los vote solo por eso. Pero sí es importante que alguien que se postula para la primera magistratura muestre que está a la altura de sentarse a conversar con los popes de la región.

Por primera vez en muchos años, eso cambió. Ni Martínez quiere aparecer pegado al kirchnerismo, ni ningún opositor se acerca a Macri.

Tal vez el más explícito fue Lacalle Pou, el domingo pasado en canal 12: “Las medidas que vamos a tomar son a contramano de lo que hizo Macri. Vamos a bajar las tarifas. Macri las subió. Macri dijo que el problema se arreglaba con más actividad económica y más inversiones. Lo mismo que está diciendo el Frente Amplio. Yo entiendo que hay en la vuelta una comparación, los cucos que están soltando los que no quieren soltar el gobierno, que dicen 'se viene Macri'. Pero si nosotros somos Macri, yo debería asumir que el Frente Amplio son los Kirchner y les estaría faltando el respeto".

Con Brasil generalmente es menos habitual el contacto de los presidenciables, pero pasa algo similar. Manini Ríos, que tiene buena relación con el general brasileño Eduardo Vilas Boas, ha tratado de despegarse de todas las comparaciones que se le hacen con Bolsonaro. 

Tal vez la única excepción fue Edgardo Novick, que fue hasta la frontera el año pasado a festejar la victoria de Bolsonaro. Mujica dijo esta semana en Búsqueda que Novick “no entiende a los uruguayos” con esta postura. “Bolsonaro es imposible en el Uruguay. Yo respeto a la derecha uruguaya, tan cavernarios no somos. Respeto a mi país, suavemente ondulado en un sentido o en otro. Revoluciones radicales que se comen a los niños crudos no existen y derechas espantosas que hacen esas cosas tampoco”, agregó en entrevista con el semanario.

La moderación

La buena noticia que deja este alejamiento de los candidatos de otros políticos del exterior, es que se consolida la tendencia a la moderación de los presidenciables. Asociarse a Macri o a Cristina Fernández implicaría una importación de la grieta que ya tanto mal le hace a Argentina. 

Al menos en esta elección Uruguay sigue en ese camino tan saludable, lejano a lo que sucede en otras partes del mundo con la radicalización de los partidos. 

En la última presentación de Ceres, el director ejecutivo Guillermo Tolosa, destacó ese aspecto: “Agradezcamos la moderación. Hoy la discusión en Uruguay está planteada en ciertos límites concretos. Límites que son bastante más estrechos de lo que se está viviendo a nivel mundial, donde hay cada vez más radicalización”, dijo.

Además lo comparó con las elecciones del parlamento europeo en los últimos años. Para eso mostró este gráfico:

“En los últimos 20 años los partidos de centro han ido perdiendo espacio en favor de otras cosas. Y en esas otras cosas hay una bolsa de gatos. Piensen en Francia con Marine Le Pen y la extrema derecha y Mélenchon en la extrema izquierda. O en EEUU, gana Trump el más radical y ahora los demócratas también se mueven de manera radical a la izquierda”, dijo Tolosa. 

Por ahora, y como dijo el director de Ceres, la política uruguaya está basada en ideas y no en polarización. Y por suerte esta campaña sigue siendo -en su gran mayoría y salvo algunas excepciones- de vender esperanzas y no tanto de azuzar miedos.

El crecimiento de Manini, una ayuda indirecta para Talvi

Inés Guimaraens

Dos de las tres encuestas realizadas luego de las elecciones internas mostraron una competencia mucho más pareja de lo que se esperaba entre Luis Lacalle Pou y Ernesto Talvi por entrar al balotaje. La última fue la de Opción, divulgada esta semana, que dice que los colorados tienen las mejores posibilidades de llegar con vida a noviembre en 20 años.

Pero la lectura fina de estas encuestas -y algunos datos extra que las empresas fueron divulgando- permiten sacar otras conclusiones.

¿Cómo se da esta cercanía que muestran Radar y Opción entre Lacalle Pou y Talvi en la pelea por el segundo lugar?

No se da por enfrentamientos entre ambos. Talvi no necesitó cuestionar directamente en nada a Lacalle Pou para acercarse. Tampoco el líder blanco lo ha atacado para frenarlo. Saben que para ellos hay un “bien mayor” a defender que es la unidad del bloque opositor para pensar en llegar al gobierno primero y luego armar una coalición. Al menos mientras la campaña no avance y los riesgos aumenten, no hay signos de que eso vaya a cambiar.

Pero lo que muestran los números de las encuestas es que el acortamiento en la distancia entre los líderes blanco y colorado no se explica solamente por un crecimiento de Talvi quitándole votos directamente a Lacalle Pou. Esa es parte de la explicación pero no puede ser la única. 

Influye también la caída de la intención de voto al Partido Nacional en sufragios que se van a otros partidos. 

Entonces es importante ver por dónde pierden votos los blancos. Y allí también hay algunos datos interesantes que han divulgado las encuestadoras. 

Según la última presentación de Radar en VTV, hay tres motivos:

1) “Los votantes de Sartori se desparramaron a los cuatro vientos: cerca de un tercio votaría al Frente Amplio (lo cual le compensa al partido de gobierno lo que pierde hacia Talvi o los partidos menores); otra parte emigra hacia Manini y otra hacia el Partido Colorado”. 
2) “Parte de los votantes de Larrañaga en las internas emigraría hacia Talvi y parte hacia Manini”. 
3) “Lacalle también pierde algunos votantes de la interna que lo votaron a él, pero que al no ganar Sanguinetti la interna colorada optarían hoy por votar a Talvi en el Partido Colorado”.

Opción, en la encuesta de esta semana presentada en canal 4, destacó que algo más de 1 de cada 10 electores de los partidos tradicionales en 2014 votaría a Cabildo Abierto.

Equipos, como veíamos la semana pasada, también planteó un escenario con algunas similitudes.

Pero lo que terminó de mostrar esta semana, con un estudio presentado en canal 10, es que, a diferencia de lo que se pensaba, la mayor parte de los votantes de Cabildo Abierto vienen del Partido  Nacional y no del Partido Colorado. "Parece nutrirse un poquito de cada uno pero un poquito más del Partido Nacional que de los otros partidos", dijo el director de Opinión Pública de esa consultora, Ignacio Zuasnabar.

El 31% de los que apoyan ahora a Manini Ríos votaron en 2014 al Partido Nacional, el 18% optó por el Frente Amplio y el 13% por el Partido Colorado.

Talvi ha sido muy claro en diferenciarse de Manini. La semana pasada en Decisión 2019, te dejaba planteada dos preguntas: por qué Talvi no quiere que otros actores del partido compitan por los votos de Manini y si ya los da por perdidos. 

Con estos números de las encuestadoras, se puede creer que si bien un ascenso de Manini complica sus objetivos políticos de un gobierno de coalición sólo con blancos e independientes, el crecimiento de Cabildo Abierto le sirve electoralmente.

Si Manini sigue robándole más votos al Partido Nacional que al Partido Colorado, será otra ayuda para que Talvi achique más las diferencias con Lacalle Pou. Eso, como es obvio, si Talvi sigue consiguiendo votos de otros lugares que le den continuidad a  su crecimiento. 

El líder nacionalista es de los que cree que el libreto que tiene armado para ganar la elección es bueno y no tiene casi que tocarlo. Pero hay algunos indicios que dan la pauta de que, sin tener que confrontar directamente con Talvi, va a tener que atender ese frente interno que se le abre en el bloque opositor, algo impensado meses atrás.

Los frentes que tiene para atender: 

La derecha:  Por un lado frenar la pérdida de votos que el Partido Nacional está teniendo por derecha y centro, con Cabildo Abierto. 

El interior. El partido de Manini también se está haciendo fuerte en el interior. La fórmula de Lacalle Pou - Beatriz Argimón es de las más urbanas que ha tenido el Partido Nacional en las últimas tres elecciones y en los temas de campaña que más énfasis ha hecho no está presente el interior. 

Sartori. En tercer lugar, y ahí ya empezó a mover esta semana, necesita acordar con Juan Sartori para tener una campaña unitaria hacia octubre. Las encuestas han demostrado que Lacalle Pou necesita retener los votos de fuera del partido que había traído el empresario previo a las internas. Es imposible que haya cariño entre ambos luego de las acusaciones de campaña sucia (el candidato dijo que hubo “terrorismo político” en su contra, aunque no mencionó a Sartori), pero al menos debe haber un sentido de unidad.

La Mesa Chica: la mochila del nuevo líder colorado

El podcast de El Observador denominado La Mesa Chica, que todas las semanas de la mano de Gonzalo Charquero analiza la campaña electoral, esta semana se concentró en "el método Talvi". 

Junto a Santiago Soravilla, periodista que sigue al candidato, conversaron sobre las recetas que aplica el nuevo líder colorado y compartieron algunas anécdotas de campaña.

Lo podés escuchar aquí en nuestro sitio, o también en Spotify.