Hola. Llegó ese día de mitad de la semana que no es chicha ni limonada, en el que ya pasó buen tiempo desde el fin de semana y aún falta para el siguiente oasis. O sea: llegó el día en que Pícnic! se hace necesario para enfrentar, con buen ánimo, la semana y el resto de lo que toque enfrentar. Ya hace más de un mes que nuestras vidas cambiaron, posiblemente -de una u otra manera- para siempre. Hemos pasado por una gradiente de sentimientos que van de la incredulidad al miedo, a la inconsciencia, todo en cámara rápida.
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