Las altas temperaturas de los últimos días, considerada la primera ola de calor de la primavera-verano 2021/22, afectaron a las producciones agropecuarias de diferentes maneras: en el tambo bajó la producción de leche, algunos ovinos tuvieron problemas en las patas y los vacunos bajaron su consumo de pasto. Además, en las chacras el trigo y la cebada vieron afectados el llenado de grano, la cosecha de colza se adelantó y la siembra de soja se detuvo.
Fabián Hernández, tambero y presidente de la Sociedad de Productores de Leche de Florida (SPLF), contó a El Observador que con la llegada de los intensos calores las pasturas pasaron de un estado vegetativo a uno reproductivo rápidamente, se endurecieron de forma rápida, los suelos perdieron humedad y el crecimiento se enlenteció.
“Pasamos de las últimas heladas al verano que se adelantó y el calor pegó muy fuerte, esperamos que llueva pronto”, dijo.
La producción de leche, en esos establecimientos, disminuyó, porque los animales pasaron por estrés calórico y su capacidad de consumo se redujo. Al buscar sombra más temprano los ganados perdieron horas de pastoreo, lo que luego mermó su producción.
“La zona de confort de las vacas lecheras es entre 10° C y 25° C, al aumentar la temperatura dejan de comer, buscan sombra y solo toman agua. Ahí tenemos que recurrir a reservas y eso difícilmente llega a la calidad que se puede alcanzar con una pastura fresca como con las pasturas frescas, que son comunes en primavera”, detalló.
No solo las vacas lecheras sufrieron el calor que se expresó desde los últimos días. Soledad Arrarte, productora ganadera de Rocha, sostuvo que el problema no es solo que los animales pastorean menos tiempo y “pierden kilos”, sino también que su digestión se ve afectada.
Según contó, en las aguadas se nota que mermó el nivel y en algunos lugares “el suelo ya está duro”, esto es un problema para el ganado ovino, en los que ya han aparecido lastimaduras y problemas de pesuñas, que se dan después de que los animales caminan mucho para buscar pastos tiernos.
La productora informó que en su campo ya encontraron algunos animales abichados, ya que por las altas temperaturas la mosca de la bichera aparece con más frecuencia y ante “cualquier rasguño” ya pica.
“Hay que estar muy al tanto, es algo extraordinario que haya bichera en esta época del año, en la que complica la logística de los establecimientos”, sostuvo.
Otro parásito que complica las cosas en medio de las altas temperaturas es la garrapata, que tiene mejores condiciones de reproducción, por lo que Arrarte aconsejó que se esté más pendiente de cuidar al ganado vacuno.
En varios establecimientos rurales la inseminación artificial, que normalmente comienza en noviembre, se adelantó, ya que con el calor el movimiento del ganado en las mangas se dificulta, porque los animales se ponen más reticentes. Además es peligroso que en su movimiento en lote, como pasa también cuando se embarcan para los frigoríficos, aumente su temperatura corporal.
Arrarte comentó que en estos casos es necesario planificar la vacunación, la implementación de tomas y la inseminación, realizar las tareas en horarios de la mañana, cortar al mediodía y volver luego de la hora 15. También se debe tener sumo cuidado con la refrigeración de las hormonas y vacunas que pueden perder calidad y efectividad, detalló.
Por otro lado, en el sector agrícola también preocupa la llegada de las altas temperaturas que, en combinación con la falta de agua, en el caso del cultivo de trigo (también pasó con algunas cebadas) afectó el llenado de grano, informó Diego Guigou, gerente de Producción Agrícola de ADP-Agronegocios del Plata.
La cosecha de colza se aceleró en varias chacras por la llegada del calor, ya que, según explicó, el secado de los granos se hizo más rápido. Las temperaturas extremas hicieron que los productores hayan tenido que adelantar la recolección ante un riesgo de desgrane mayor.
El maíz, que está en sus primeras etapas tras la siembra, sufrió el calor y ahora los agricultores esperan que llueva porque la fertilización se dificulta con poca humedad en el suelo. Este cultivo terminó de instalarse en el caso de variedades de primera, pero el de soja, por ejemplo, vio afectada su siembra en aquellos campos en los que hace un tiempo que no llueve, ya que por el suelo seco la siembra se detuvo, indicó.
“Por tanto calor y viento se retiró la humedad que había en el suelo y por eso las siembras están paradas. Estos calores extremos, así como pasa con los fríos, no son buenos para los cultivos”, concluyó.
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