Referentes del FA se acercan al diputado rebelde para “recomponer” lazos en año electoral

Aunque aquel no era el primer desplante de Pérez –unos meses antes había obligado a la coalición a aceptar sus modificaciones a la reforma de la caja militar y más atrás en el tiempo había evitado la aprobación de un impuesto a las jubilaciones castrenses– este último se sintió como una ruptura sin retorno. Amenazaron con llevarlo nuevamente al Tribunal de Conducta Política.  Lo acusaron de "huir". Lo tildaron de “traidor”.

Pasados ya tres meses de ese acalorado diciembre, y en los albores de un nuevo año parlamentario, aquellos tonos combativos fueron suplantados por un espíritu conciliador. A pesar de que persiste la molestia en la bancada por la "indisciplina" de Pérez, los dirigentes con más años y experiencia en esto de administrar las tensiones dentro de la coalición de izquierda empezaron hace días a intercambiar acerca de la necesidad de volver a “tender puentes” con el sector de los “rebeldes”. 

Entre quienes se pondrán al hombro la tarea de reconciliación están los senadores Juan Castillo (Partido Comunista), Charles Carrera (MPP), Mónica Xavier (Partido Sociailsta) y Rafael Michelini (Nuevo Espacio). Según contaron a El Observador fuentes del oficialismo, el grupo de legisladores ya entabló contactos con dirigentes de la Liga Federal y plantearon la posibilidad de coordinar una reunión con Pérez. José Antonio Maldonado, delegado del sector en la orgánica frenteamplista, confirmó que existió un acercamiento y que tanto Darío Pérez como su agrupación están “abiertos al diálogo”.

En Liga Federal insisten una y otra vez en que las "rebeldías" de su líder son la "excepción" y siempre "bien fundamentadas". Tanto en la Mesa Política como en el Secretariado del Frente Amplio, Maldonado ha dejado clara su visión de que algunos grupos "desmerecen" a su sector y "subestiman" sus esfuerzos de varios años, así como los 60 mil votos que obtuvieron en las nacionales de 2014.

La idea de los referentes del FA en el Parlamento es juntarse en estas semanas con Pérez a “agenda abierta” y buscar líneas de entendimiento, no solo respecto a proyectos legislativos que aún están en el tapete, como la reforma de la ley orgánica militar –que está siendo discutida en una comisión bicameral del FA y también en la Mesa Política– y la propia ley de financiamiento. El oficialismo es consciente de su débil mayoría en la Cámara Baja y quiere disminuir los riesgos de nuevos naufragios. 

"La unidad no se decreta, se construye", resaltó José Antonio Maldonado, delegado de Liga Federal.

Pero además, el acercamiento también busca cobijar a los dirigentes y militantes de Liga Federal bajo el ala frenteamplista de cara a una campaña que promete ser muy pareja y que, según entienden en la coalición, necesita del esfuerzo de todos para acceder a un cuarto gobierno. Teniendo en cuenta que la relación de Pérez con los diputados del FA quedó bastante desgastada –varios representantes directamente dicen estar "cansados" de lidiar con él–, el grupo de senadores pretende mostrarse como una opción conciliadora y tirar un lazo para retener el voto 50 y, al mismo tiempo, recomponer las relaciones con la Liga Federal de cara a las elecciones. Al fin y al cabo, coincidieron los dirigentes consultados, ellos también son compañeros.