En medio de fuertes críticas por su manejo del plan para modernizar las Fuerzas Armadas, el más ambicioso desde la finalización de la Segunda Guerra Mundial y que elevaría al país al rango de segunda potencia continental, Christine Lambrech renunció al cargo de ministra de Defensa.
La ahora exfuncionaria, de 57 años, miembro del Partido Socialdemócrata Alemán (SPD) y exministra de Justicia en el gobierno de Angela Merkel, presentó su dimisión al canciller Olaf Sholz envuelta también en críticas por los envíos de armas a Ucrania y un videomensaje grabado en una calle de Berlín en la noche de Fin de Año, en medio de un ruido ensordecedor de petardos y fuegos artificiales, en el que hacía un balance de la guerra en Ucrania.
Lambrech justificó su alejamiento del cargo reclamado por la oposición y una parte de la coalición de gobierno argumentando que su persona estuvo durante meses en el foco de los medios. "La focalización en mi persona no permite establecer relaciones y discusiones objetivas sobre la Bundeswehr (el ejército alemán) y las orientaciones de la política de seguridad en interés de los ciudadanos alemanes", declaró Lambrecht.
Tras la invasión de Ucrania, la exfuncionaria generó una primera polémica cuando anunció su disposición a enviar 5.000 cascos a Kiev como una forma de apoyar al gobierno de Volodímir Zelenski en la guerra con Rusia, lo que se consideró poco menos que una burla en comparación con los compromisos asumidos por otros países en el envío de material bélico y los pedidos del gobierno ucraniano de armas pesadas.
Últimamente, la ministra protagonizó parte del debate público sobre el envío de tanques a Ucrania, como solicitaba de manera insistente Kiev, y la semana pasada declaró que actualmente no está abierto el debate el suministro de carros de combate Leopard 2 por parte de Alemania a Ucrania, aunque en términos generales señaló que el enfoque correcto consiste en "no excluir nada".
En cuanto a su posible sucesor en el cargo, los medios alemanes citan, entre otros, a Eva Högl, encargada en el Parlamento de cuestiones sobre el Ejército federal; Hubertus Heil, ministro de la Cancillería; Lars Klingbeil, copresidente del SPD, y la secretaria de Defensa, Siemtje Möller.
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