Gonzalo Martínez - Especial para Cromo
Un grupo de investigadores uruguayos encontró restos fósiles en “excepcional estado de conservación” de un huevo de ave en Colonia, y concluyó que pertenecen a una especie de tinámidos que vivió hace unos 16.000 años. Se trata del primer ejemplar que se encuentra en Uruguay y constituye el primer hallazgo de un huevo fósil de ave completo en Sudamérica.
El descubrimiento del material, que actualmente se encuentra en el Museo del Indio y la Megafauna (MIM) en Cerros Azules (Maldonado), fue realizado por un particular en la localidad de El Caño, siete kilómetros al noroeste de Colonia del Sacramento. Sin embargo, la investigación la llevó adelante un grupo de paleontólogos liderado por el magíster en ciencias biológicas y experto en huevos fósiles, Andrés Batista.
Del estudio se pudo determinar, a través de las características macro y micromorfológicas, que el fósil pertenece a una especie de tinámidos del grupo de aves palaeognatos, aunque se desconoce específicamente el animal.
Batista dialogó con Cromo y dijo que es “muy difícil” averiguar qué animal era porque los huevos son una rama “más compleja (de estudiar) que el resto de los ejemplares fósiles”. Esto ocurre debido a que "a diferencia de un hueso o un caparazón, los huevos no brindan evidencia directa del animal, sino más bien, representan su comportamiento reproductivo".
El experto agregó que el hallazgo tiene relevancia e importancia “porque es el único en Sudamérica en ese rango temporal”, perteneciente al Pleistoceno Tardío. Hasta ahora solo se habían encontrado restos con una edad de no más de entre 2.000 y 5.000 años.
Los resultados de la investigación, que son parte de la tesis de maestría de Batista, fueron publicados en un documento titulado “El primer fósil de huevo de ave completo del Cuaternario en Sudamérica”, bajo la autoría del paleontólogo que dialogó con Cromo y de otros dos investigadores uruguayos: Washington Jones y Andrés Rinderknecht.
La principal conclusión del hallazgo es que el animal vivió a esa antigüedad en nuestro territorio, en particular en la zona del sur del Uruguay, aunque Batista y su equipo tienen previsto seguir investigando sobre la ecología de la especie e indagar si el ejemplar “puede decirnos algo del ambiente en el que vivían”. “Esto es un puntapié para seguir estudiando nuestro pasado paleontológico”, aseguró el experto.
Si la investigación llega a buen puerto, el hallazgo permitirá “conocer más sobre la biodiversidad evolutiva de este grupo y en particular hacer estudios más detallados para saber detalles acerca del comportamiento de reproducción de estos animales”, dijo Batista.
Sobre la posibilidad de encontrar más restos fósiles de la especie en el país, el investigador dijo que “las posibilidades están” y que “hay que seguir rastrillando la zona”.
Batista agregó que en ese lugar “es muy común encontrar restos fósiles” (entre ellos gliptodontes, perezosos gigantes y otros mamíferos de la megafauna) pero que ahora se irá “con otros ojos" pensando que "también se pueden encontrar cáscaras de huevos”.
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