Se estancan las negociaciones entre demócratas y republicanos por la deuda de Estados Unidos

McCarthy dijo que la resolución del enfrentamiento sería “fácil”, si el presidente Joe Biden aceptara algunos recortes de gastos que exigen los republicanos. No está claro cuándo se reanudarán las negociaciones.

“Tenemos que lograr que la Casa Blanca se mueva y todavía no tenemos ningún movimiento”, dijo McCarthy, republicano por California, a los periodistas en el Capitolio. “Entonces, sí, tenemos que hacer una pausa”.

Un funcionario de la Casa Blanca, hablando en forma anónima, confirmó que hay “diferencias reales” entre las partes sobre los temas presupuestarios y que “las conversaciones serán difíciles”.

El funcionario agregó que el equipo del presidente está trabajando arduamente para lograr una “solución bipartidista razonable” que pueda ser aprobada tanto en la Cámara baja como en el Senado.

La administración de Biden se apresura a llegar a un acuerdo con los republicanos encabezados por McCarthy a medida que la nación se acerca a un incumplimiento de la deuda potencialmente catastrófico si el gobierno no aumenta el límite de endeudamiento, ahora en US$ 31 billones, para seguir pagando las cuentas de la nación.

Wall Street cerró a la baja cuando las negociaciones para aumentar el límite de deuda de la nación se detuvieron repentinamente, lo que generó preocupaciones de que el país podría estar más cerca de arriesgarse a un incumplimiento de pago de la deuda del gobierno de Estados Unidos muy dañino.

El presidente que está en Japón asistiendo a la cumbre del G7 no hizo comentarios inmediatos. Biden ya había planeado acortar el resto de su viaje y se espera que regrese a Washington a más tardar este domingo.

Los negociadores se reunieron por tercer día a puertas cerradas en el Capitolio con la esperanza de llegar a un acuerdo este fin de semana antes de posibles votaciones en la Cámara la próxima semana. Se enfrentan a una fecha límite inminente el 1 de junio, cuando el Departamento del Tesoro se quedará sin efectivo para pagar la deuda contraída por el gobierno.

En la negociación, los republicanos quieren obtener fuertes recortes de gastos que hasta ahora Biden se ha negado a aceptar. Cualquier acuerdo necesitaría el apoyo de republicanos y demócratas para encontrar la aprobación en un Congreso dividido y convertirse en ley.

“Mira, no podemos gastar más dinero el próximo año”, dijo McCarthy en el Capitolio. “Tenemos que gastar menos de lo que gastamos el año anterior. Es bastante fácil”.

Pero McCarthy se enfrenta a un flanco de extrema derecha del Freedom Caucus, el bloque más conservador de la Conferencia republicana, y otros legisladores republicanos que casi seguramente se opondrán a cualquier acuerdo con la Casa Blanca.

Los expertos han advertido que incluso la amenaza de un incumplimiento de la deuda enviaría ondas de choque a través de la economía.

Los mercados habían estado subiendo esta semana con la esperanza de un acuerdo. Pero eso cambió abruptamente el viernes después de que los negociadores terminaron a última hora de la mañana una hora después de haber comenzado.

El representante Garret Graves, republicano por Los Ángeles, elegido por McCarthy para dirigir las conversaciones, salió de una sesión de una hora en el Capitolio y dijo que quedaban brechas entre los republicanos de la Cámara y la administración demócrata.

“Es hora de presionar por una pausa porque simplemente no es productivo”, dijo Graves a los periodistas.

Agregó que las negociaciones se han vuelto “simplemente irrazonables” y que no estaba claro cuándo se reanudarían las conversaciones.

El índice Standard & Poor 500 pasó de una ganancia del 0,3% a una pérdida del 0,1% y el Dow Jones Industrial Average pasó de una ganancia de 117 puntos a una pérdida de unos 90 puntos.

Biden partió temprano de una cena con los líderes del G7 en Hiroshima el viernes por la noche. La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, dijo que Biden planeaba que su equipo le informara sobre las negociaciones durante su permanencia en Japón.

A medida que los republicanos exigen recortes de gastos y cambios de política, Biden se enfrenta a un mayor rechazo de los demócratas, en particular de los progresistas, para no ceder a las demandas que, según ellos, serán perjudiciales para los estadounidenses.

“Estamos en una situación difícil”, dijo McHenry, presidente del Comité de Servicios Financieros de la Cámara de Representantes, al salir de la reunión.

Un día antes, el bloque conservador House Freedom Caucus dijo que no debería haber más discusiones hasta que el Senado tome medidas sobre el proyecto de ley republicano de la Cámara que se aprobó el mes pasado para aumentar el límite de deuda hasta 2024 a cambio de topes de gasto y cambios de política. Biden ha dicho que vetaría esa medida republicana.

En el Senado, que está controlado por la mayoría demócrata, el líder republicano Mitch McConnell ha pasado públicamente a un segundo plano y está presionando a Biden para que llegue a un acuerdo directamente con McCarthy.

McConnell culpó a Biden por haber “esperado meses antes de aceptar negociar” con MacCarthy. “Son los únicos dos que pueden llegar a un acuerdo”, dijo McConnell en un tuit. “Ya es hora de que la Casa Blanca se ponga seria. El tiempo es la esencia."

Los demócratas desconfían de cualquier acuerdo con los republicanos y, en particular, rechazan la propuesta republicana de proteger las cuentas de defensa y de veteranos de los límites de gastos, argumentando que los recortes recaerán demasiado en otros programas nacionales.

Los republicanos también quieren imponer requisitos de trabajo más estrictos a los beneficiarios de la ayuda del gobierno. Biden ha sugerido que podría estar dispuesto a considerarlo, pero los demócratas en el Congreso han dicho que es imposible.

(Con información de agencias)