¿Cuántas historias transcurren en un apartamento de alquiler temporal? ¿Cuántas personas viven algunas horas, días, semanas o meses entre las paredes de un hogar provisorio? ¿Qué situaciones insólitas, dramáticas o hilarantes pueden suceder en un lugar en el que siempre estarás en tránsito? Quizás usted, lector, tendrá sus propias experiencias y, por qué no, podrían ser dignas de una ficción.
Temporario, la nueva serie con sello nacional que se estrenará este viernes en la pantalla de Canal 10, surgió como un proyecto pandémico. Ante la paralización de las actividades culturales, el cierre de los teatros como medida ante el avance de la pandemia ocasionada por el coronavirus y la barrera que encontraron muchos trabajadores de las artes para poder desempeñarse, decidieron hacer algo diferente: armar un set sobre el escenario de la sala Campodónico de El Galpón y poner a rodar una miniserie. “Nos planteamos el desafío de no quedarnos quietos frente a una realidad que era muy adversa tanto en lo sanitario como en lo económico, lo anímico, la incomunicación y la incertidumbre en el futuro. Esto fue un desafío a levantarnos en esa realidad tan terrible y a decir que podíamos encontrar mecanismos para no solo contemplarla, sino también enfrentarla y revertirla dentro de los parámetros que nos marcaban los protocolos sanitarios”, consideró el director de El Galpón, Héctor Guido, en diálogo con El Observador. "Hoy llegamos a buen puerto pero son muy comunes los naufragios", señaló.
La producción, que tendrá una primera temporada compuesta por ocho capítulos unitarios de 30 minutos, se desarrolla sobre la idea original de la guionista y escritora argentina Esther Feldman –creadora de contenidos televisivos como Okupas, En terapia y Lalola–, la coordinación artística de José Miguel Onaindia y la participación de guionistas y dramaturgos uruguayos como Gabriel Calderón, Laura y Rodolfo Santullo, Pablo Stoll, Carlos Morelli, Marcos Acuña y Federico Borgia.
“Temporario toma la idea de estos apartamentos que se alquilan por fin de semana, semana o por mes”, explicó Feldman, que imaginó el argumento en base a su propia experiencia luego de mudarse a Montevideo en octubre del año pasado. Cada guionista se encargó de un capítulo en el que imprimió su propio estilo, por lo que cada entrega podrá navegar por un género diferente con una tónica particular y el carácter de cada escritor o escritora.
En el primer episodio de Temporario (Todo es temporal), escrito por el dramaturgo Gabriel Calderón, lo que comienza como una situación cómica e irreverente termina ahondando en una historia de amor incondicional y muerte.
Calderón se sumerge en uno de los temas más polémicos de la actualidad cuando describe la última noche de una mujer con una enfermedad crónica que desea que la ayuden a morir. Las dinámicas familiares, el drama y la muerte son iluminados por momentos de humor e ironía y musicalizados por Franny Glass en un capítulo que le da al corazón varios vuelcos. En el primer episodio de la serie si todo es temporal, también lo es la vida.
“Esto tenemos que mostrarlo: hicimos un estudio arriba de un escenario de teatro", pensó el director Guillermo Casanova (Lavorágine Films), quien tuvo el desafío de dirigir el experimento.
Es que Temporario es el resultado de la experimentación en el cruce entre el teatro y el cine. Una mixtura que le imprime un carácter personal al producto, y de alguna forma se deja en evidencia en cámara. "Rodamos a una cámara, a nivel cinematográfico: cuidando la luz, la fotografía y sobre todo la actuación. Porque era la primera vez que muchísimos actores de El Galpón tenían la experiencia de poder trabajar con una cámara delante", dijo Casanova.
El director de El viaje hacia el mar y Otra historia del mundo sostiene que solamente hay dos tipos de actores: los malos y los buenos. "El actor está acostumbrado a actuar en teatro, en cine o en televisión y esa costumbre te lleva a actuar de una forma distinta. Lo que nos faltó fue tiempo y experiencia como para que el actor se fuera acostumbrando a esa cámara. Es el teatro El Galpón a disposición de una cámara y de una realización de urgencia, porque eso fue lo más copado de todo: dijimos 'no nos pueden vencer', esa era la premisa. No nos dejan salir por la pandemia, hacemos ficción y cumplimos con todos los requisitos sanitarios".
Héctor Guido, director del teatro El Galpón, dijo a El Observador que a pesar de lo que se piensa el teatro y el audiovisual pueden encontrar sus puntos de encuentro: "A veces en el teatro se dice que es un lenguaje muy diferente al teatro, tiene por supuesto sus mecanismos expresivos diversos pero para nada está lejos del teatro. Podemos". Además destacó el intercambio de conocimientos que se dio entre los trabajadores de las artes. "En una especie de reformulación con la gente de teatro creamos una especie de híbrido: la gente de teatro haciendo cine y la gente de cine trabajando con la gente de teatro".
Casanova se siente como un chiquilín. A pesar de sus 30 años de experiencia encontró en el proyecto el "hambre de querer hacer" que se pierde con la experiencia.
"Cuando uno es más veterano el hambre se va, lo haces desde otro lugar, desde la tranquilidad, la experiencia, lo técnico. El viejo trabaja así. Sin embargo esas ganas las tuve en este. Por más que me digas 'el cine es mucho mejor porque tiene la mística de lo cinematográfico y la elaboración de un trabajo de una hora y media con todo volcado a esa historia'. Acá eran 8 historias, 8 guiones, y tirarse al agua. Es esa adrenalina". Recuerda la efervescencia y las ganas de crear que inundaron los comienzos del siglo, con el auge del cine nacional: “Esa sensación del principio de que cada película era la gloria, una maravilla, y había hambre de ficción nacional. Se terminaba la película y había energía y aplausos con todas las ganas, eso en el cine se perdió, se profesionalizó, hay otra manera de ver la ficción uruguaya a través del cine pero la gente del teatro cuando empezó a trabajar para hacer esto tenía las mismas ganas”, comenta.
Temporario rodó un capítulo cada tres días: tres horas y media de material en un mes. “A lo que se llegó es un milagro”, señala el realizador y lo cataloga como “una locura” en los tiempos del medio audiovisual.
Con el estreno de Temporario en la pantalla de canal 10, la televisión uruguaya recibe dos ficciones nacionales de forma simultánea, algo que no sucedía hace varios años en el medio local: Metro de Montevideo, una serie que se emite por TV Ciudad y Canal 5, se estrenó la semana pasada con la misma lógica de miniserie.
Temporario no se planteó en ningún momento como un proyecto circunstancial. Según indicaron a El Observador, la idea es independizar el set del escenario y encontrar otro lugar donde producir ficciones para que la producción de contenido audiovisual de El Galpón conviva con el teatro presencial. "Cada vez está más firme la convicción de que el teatro puede tener un departamento de contenidos audiovisuales que complemente nuestra actividad teatral, que por supuesto va a seguir siendo la central porque nosotros somos básicamente un teatro", sostiene Guido.
Los nombres de cada uno de los trabajadores que participaron de este "hibrido" entre el teatro y el cine aparecen sobre un plano secuencia que pone en evidencia su naturaleza: la cámara comienza en el apartamento y lentamente va alejándose de la ficción, aparece el escenario, luego las butacas, después el hall del teatro y finalmente sale a la calle, mostrando la fachada de 18 de Julio 1618. El teatro que se transformó para contener la ilusión.
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