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Seis funcionarios debían custodiar a 15 menores pero siete se fugaron
Fulco aseguró que se trata de una "crónica anunciada" y analiza implementar el gas líquido para reprimir incidentes
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04 de septiembre de 2015 a las 05:00
Las fugas volvieron a ser moneda corriente en los centros de reclusión de adolescentes. En medio de intentos fallidos, el 11 de agosto se escaparon tres del Centro de Privación de Libertad (Ceprili) y ayer otros siete del centro de la calle Burgues. En la madrugada de este jueves los adolescentes rompieron candados, hicieron un buraco en un muro y saltaron otro sin que los seis funcionarios que estaban de turno lograran detenerlos.
Anoche, al cierre de esta edición, los adolescentes que quedaron en Burgues comenzaron a patear puertas y gritar, por lo que las autoridades reforzaron la guardia.
En el centro había 15 adolescentes repartidos en dos celdas. Los seis funcionarios estaban de turno con la principal tarea de custodiarlos. Después de la medianoche, un grupo de menores, a través de la mirilla de la puerta, rompió el candado de la celda y cuando llegaron al patio los funcionarios alertaron a las autoridades que, orden judicial mediante, convocó al Grupo Especial de Operaciones (GEO). "Con la presencia del GEO ellos depusieron su actitud e ingresaron a las celdas, pero luego que se volvió a retirar el personal de seguridad volvió a generarse otro incidente ya más importante con rotura de candados y paredes que determinaron el escape de siete jóvenes, de los que uno fue reintegrado", informó a El Observador la presidenta del Sistema de Responsabilidad Penal Adolescente (Sirpa), Gabriela Fulco.
La jerarca prefirió esta vez no hacer ningún comentario sobre la respuesta de los funcionarios y se limitó a comentar que ordenó una investigación de urgencia.
Estos adolescentes, internados por homicidios y rapiñas, integraron el grupo de 19 menores que destrozó el Centro de Privación de Libertad (Ceprili) el domingo pasado, tras un intento fallido de fuga que se saldó con dos funcionarios heridos y la clausura de Ceprili.
La relación entre las fugas de adolescentes y las rapiñas ha sido destacada por Daniel Sayagués, defensor de Adolescentes, quien destacó que la caída de los escapes durante el anterior período de gobierno trajo consigo la reducción del delito. En el año 2012 los jueces de menores condenaron por rapiña a 642 adolescentes; en 2012, a 445; y en el primer semestre de 2013, a 204.
Entre 1991 y 2011, hubo 15.250 fugas de los centros de reclusión para adolescentes, informó el expresidente del Sirpa, Ruben Villaverde, quien, al comienzo de su gestión en 2012, señaló que podía existir un posible "boicot" de algunos funcionarios detrás de las fugas. Villaverde, que logró reducir las fugas a menos de 10 por año, ha sido criticado por su sucesora, Fulco, quien aseguró que durante su gestión "los programas de rehabilitación quedaron enterrados".
Villaverde respondió en una entrevista con El Observador publicada el 29 de agosto. "Hablar de rehabilitación con 1.200 fugas por año, como había, es mentirle a la gente. Es muy horrible que las fugas produjeran más rapiñas. Desconocer que había un problema gravísimo de seguridad, que algunas fugas terminaban en homicidios, es minimizar el problema de la seguridad. No sé a quién le puede llamar la atención. Primero tenés que lograr que se cumpla la medida. Si cumplís la medida, podés aplicar educación", expresó el exjerarca.
Sin mencionarlo, Fulco coincidió con él al menos en parte. "Tener que responder ante emergencias diariamente, hace que aquellos trabajos anunciados en planes de clasificación, distribución de personal, instalación de programas de tratamiento y todo lo demás, se enlentezcan; es una pena", lamentó.
La presidenta del Sirpa advirtió además que el regreso de las fugas es "una crónica anunciada". "Esto de alguna manera había sido anunciado por muchas personas. (Decían) que a partir de un cambio de dirección se producirían fugas, habría problemas. Era como una crónica anunciada que efectivamente comprobamos que se fue dando", dijo Fulco este jueves a El Observador y Monte Carlo en rueda de prensa.
"Esto tiene que pasar una consulta técnica jurídica para ver si los marcos legales lo habilitan y también una consulta desde el punto de vista de la salud, para que no sea nada que pueda perjudicar la salud de los jóvenes. En otros países a veces se ha reglamentado el uso de gas líquido, que se dice que es un gas de primer impacto en la aproximación al otro, que altera momentáneamente la visión. En realidad, no le afecta ningún sentido. Son unos minutos que les dura la alteración y permite el acceso rápido de alguien que tenga que hacer una contención o una sujeción de esa persona", explicó Fulco, quien también evalúa la posibilidad de utilizar colchones que permita sujetarlos "como en un chaleco de fuerza psiquiátrico". l
En junio de este año, la Suprema Corte de Justicia (SCJ) condenó al Instituto del Niño y el Adolescente del Uruguay (INAU) a indemnizar a los familiares de un joven de 17 años que fue asesinado en marzo de 2009 en el marco de un intento de rapiña en la que participó un menor que se encontraba fugado de un hogar de internación de infractores.
Anoche, al cierre de esta edición, los adolescentes que quedaron en Burgues comenzaron a patear puertas y gritar, por lo que las autoridades reforzaron la guardia.
En el centro había 15 adolescentes repartidos en dos celdas. Los seis funcionarios estaban de turno con la principal tarea de custodiarlos. Después de la medianoche, un grupo de menores, a través de la mirilla de la puerta, rompió el candado de la celda y cuando llegaron al patio los funcionarios alertaron a las autoridades que, orden judicial mediante, convocó al Grupo Especial de Operaciones (GEO). "Con la presencia del GEO ellos depusieron su actitud e ingresaron a las celdas, pero luego que se volvió a retirar el personal de seguridad volvió a generarse otro incidente ya más importante con rotura de candados y paredes que determinaron el escape de siete jóvenes, de los que uno fue reintegrado", informó a El Observador la presidenta del Sistema de Responsabilidad Penal Adolescente (Sirpa), Gabriela Fulco.
La jerarca prefirió esta vez no hacer ningún comentario sobre la respuesta de los funcionarios y se limitó a comentar que ordenó una investigación de urgencia.
Estos adolescentes, internados por homicidios y rapiñas, integraron el grupo de 19 menores que destrozó el Centro de Privación de Libertad (Ceprili) el domingo pasado, tras un intento fallido de fuga que se saldó con dos funcionarios heridos y la clausura de Ceprili.
Fugas y rapiñas
El 11 de agosto se habían fugado tres adolescentes de Ceprili. En total, son nueve los prófugos del Sirpa en las últimas tres semanas.La relación entre las fugas de adolescentes y las rapiñas ha sido destacada por Daniel Sayagués, defensor de Adolescentes, quien destacó que la caída de los escapes durante el anterior período de gobierno trajo consigo la reducción del delito. En el año 2012 los jueces de menores condenaron por rapiña a 642 adolescentes; en 2012, a 445; y en el primer semestre de 2013, a 204.
Entre 1991 y 2011, hubo 15.250 fugas de los centros de reclusión para adolescentes, informó el expresidente del Sirpa, Ruben Villaverde, quien, al comienzo de su gestión en 2012, señaló que podía existir un posible "boicot" de algunos funcionarios detrás de las fugas. Villaverde, que logró reducir las fugas a menos de 10 por año, ha sido criticado por su sucesora, Fulco, quien aseguró que durante su gestión "los programas de rehabilitación quedaron enterrados".
Villaverde respondió en una entrevista con El Observador publicada el 29 de agosto. "Hablar de rehabilitación con 1.200 fugas por año, como había, es mentirle a la gente. Es muy horrible que las fugas produjeran más rapiñas. Desconocer que había un problema gravísimo de seguridad, que algunas fugas terminaban en homicidios, es minimizar el problema de la seguridad. No sé a quién le puede llamar la atención. Primero tenés que lograr que se cumpla la medida. Si cumplís la medida, podés aplicar educación", expresó el exjerarca.
Sin mencionarlo, Fulco coincidió con él al menos en parte. "Tener que responder ante emergencias diariamente, hace que aquellos trabajos anunciados en planes de clasificación, distribución de personal, instalación de programas de tratamiento y todo lo demás, se enlentezcan; es una pena", lamentó.
La presidenta del Sirpa advirtió además que el regreso de las fugas es "una crónica anunciada". "Esto de alguna manera había sido anunciado por muchas personas. (Decían) que a partir de un cambio de dirección se producirían fugas, habría problemas. Era como una crónica anunciada que efectivamente comprobamos que se fue dando", dijo Fulco este jueves a El Observador y Monte Carlo en rueda de prensa.
Gas líquido y colchones
Fulco se reunió ayer con dirigentes del Sindicato Único del INAU (Suinau) para avanzar en el diseño de nuevos protocolos de actuación en caso de disturbios. Las autoridades y el gremio evalúan la utilización de gas líquido para reprimir incidentes generados por internos."Esto tiene que pasar una consulta técnica jurídica para ver si los marcos legales lo habilitan y también una consulta desde el punto de vista de la salud, para que no sea nada que pueda perjudicar la salud de los jóvenes. En otros países a veces se ha reglamentado el uso de gas líquido, que se dice que es un gas de primer impacto en la aproximación al otro, que altera momentáneamente la visión. En realidad, no le afecta ningún sentido. Son unos minutos que les dura la alteración y permite el acceso rápido de alguien que tenga que hacer una contención o una sujeción de esa persona", explicó Fulco, quien también evalúa la posibilidad de utilizar colchones que permita sujetarlos "como en un chaleco de fuerza psiquiátrico". l
Condena a INAU por rapiña de un fugado
En junio de este año, la Suprema Corte de Justicia (SCJ) condenó al Instituto del Niño y el Adolescente del Uruguay (INAU) a indemnizar a los familiares de un joven de 17 años que fue asesinado en marzo de 2009 en el marco de un intento de rapiña en la que participó un menor que se encontraba fugado de un hogar de internación de infractores.
