Tabaré Vázquez y el Partido Socialista: una historia de desamores

Un congreso del PS mandató a sus legisladores a volver a presentar el proyecto en la próxima legislatura, lo que generó la salida del presidente. El secretario general socialista del momento, Eduardo “Lalo” Fernández, recordó recientemente en diálogo con El Observador cómo vivió esos días. “Lo viví muy mal. Tabaré no me llamó por teléfono, me mandó una nota”, dijo y consideró que el presidente “estaba muy equivocado” y que se lo había dicho en ese momento.

Dos años antes, la férrea oposición del ministro de Relaciones Exteriores, Reinaldo “Polo” Gargano, había logrado impedir la firma del TLC con Estados Unidos. “Que se sienten en la mesa a redactar el tratado Luis Alberto Lacalle, Jorge Batlle y Julio María Sanguinetti junto con Vázquez es una idea que a mí no me calza”, decía acerca de la posibilidad de “dejar pasar” el tren, mientras Vázquez defendía la oportunidad que significaba para Uruguay.

Las aguas se calmaron durante la Presidencia de José Mujica, y con la socialista Mónica Xavier al mando del Frente Amplio, los diputados Julio Bango y Yerú Pardiñas fueron hasta su casa del Prado para pedirle que volviera a ser candidato, algo que aceptó y el FA retuvo el gobierno.

Aunque prácticamente nadie quiere criticarlo en público, muchos han dejado trascender su molestia con algunas de sus decisiones. La salida de Jorge Menéndez del Ministerio de Defensa, y su muerte a los pocos días a causa de un cáncer de hígado y páncreas significó el último caso. Durante todo este período, los socialistas han masticado la bronca que les generó la situación y en pos de cuidar la unidad del Frente Amplio se han limitado a emitir declaraciones en las que respaldan al presidente, mientras buscan concretar una reunión para pedirle explicaciones por lo ocurrido.

El secretario general del Partido Socialista, Gonzalo Civila, dijo que había cosas que debían “aclararse” ya que Menéndez aseguró en su carta de renuncia –divulgada por radio Sarandí– que había pedido a la Secretaría de Presidencia que denunciara las confesiones de José Nino Gavazzo al Tribunal de Honor del Ejército acerca de la muerte del tupamaro Roberto Gomensoro en 1973. “No tuvo ningún error que pudiera adjudicársele en este tema”, resumió el diputado, que reconoció que fue un momento “complicado”.

En Durazno, la molestia con Vázquez se podía sentir en la mañana del sepelio de Menéndez. El presidente no asistió, eligió irse a estancia de Anchorena y la familia rechazó las honras fúnebres dispuestas por Presidencia. Fuentes socialistas del departamento dijeron que el sentimiento extendido era que el presidente no había actuado “bien”.

El edil frenteamplista del departamento y secretario personal de Menéndez durante los cinco años que fue diputado, Pablo Revello, dijo a El Observador que a su entender fue una “injusticia” lo que ocurrió. “Supo asumir las responsabilidades que se le presentaron y capaz que fue la consecuencia de un momento político”, señaló aunque reconoció que seguía siendo “defensor de la gestión del presidente”. En tanto, la secretaria política del Partido Socialista de Durazno, Chica Argüello, dijo a El Observador que Menéndez antepuso “por sobre todas las cosas la institucionalidad y lealtad a la causa” y valoró que haya dado un “paso al costado para que las cosas siguieran su curso”.

En este período, las diferencias de Vázquez con los socialistas han sido varias. El gobierno llevaba algunos meses cuando el presidente decidió tomar una radical decisión y declarar la esencialidad en la educación. Tras comunicarle la resolución a la bancada, Vázquez preguntó a los legisladores si querían hacer comentarios, y pese a que la mayoría se mantuvo en silencio, uno decidió enfrentarlo. Era Gonzalo Civila, quien consideraba que la resolución era un error y que la rechazaba “profundamente”.

En 2018 las diferencias volverían a surgir, esta vez por las modificaciones al Código del Proceso Penal (CPP), una iniciativa surgida del Poder Ejecutivo. Los socialistas no votaron algunos artículos porque consideraban que se debía dar más tiempo a la herramienta antes de cambiarla. “No podemos asociar situaciones de inseguridad al nuevo CPP. Necesitamos sí una policía más tecnificada, con una tecnificación permanente en la cual sin duda que se ha puesto mucho dinero", señaló la senadora Mónica Xavier.

El último enfrentamiento antes de la renuncia de Menéndez ocurrió con Daniel Martínez, precandidato oficialista e intendente de Montevideo. En sus últimos días de gestión, Martínez anunció su intención de crear un “silicon valley” en la estación de AFE, y señaló que había hablado del tema con el presidente, lo que motivó una respuesta del mandatario a través del ministro de Transporte y Obras Públicas, Víctor Rossi, quien acusó a Martínez de no tener los “pies en la tierra”.