Teherán respondería la contrapropuesta de Estados Unidos a principios de setiembre

Según la publicación, el Ejecutivo iraní continúa "revisando cuidadosamente la respuesta a nivel de expertos", por lo que el proceso "continuará al menos hasta el final de la semana que viene", según recoge la agencia de noticias Bloomberg, citada por Europa Press.

"La contrapropuesta estadounidense es razonable y la pelota está ahora en Teherán. Esperamos que salga", afirmó el Alto Representante de la Unión Europea para Política Exterior, Josep Borrell, con relación a la respuesta de Washington que la UE hizo llegar a los participantes del acuerdo nuclear, en particular a las autoridades iraníes.

La UE considera la propuesta como un documento final que los participantes deben suscribir o rechazar, luego de un proceso que insumió hasta el momento 16 meses de conversaciones, principalmente en Viena, para conseguir que Estados Unidos regrese al acuerdo nuclear de 2015, al que renunció unilateralmente el expresidente Donald Trump en 2018.

Las negociaciones buscan restablecer límites estrictos a la actividad nuclear de Teherán a cambio de que la Casa Blanca flexibilice algunas de las sanciones que impuso sobre la economía de la república persa, entre ellas el bloqueo a sus exportaciones de petróleo.

Por su parte, el director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), el argentino Rafael Grossi, se mostró optimista. “Creo que estamos cerca. Todos los aspectos técnicos han sido más o menos resueltos. Es una cuestión más bien política”, dijo en una entrevista con la cadena France 24.

“Nuestra agencia debe realizar su trabajo cooperando con Irán para aclarar las dudas sobre los restos de uranio en sitios no declarados. Hay que intentar aclarar todos estos aspectos”, dijo Grossi, quien sin embargo señaló que las dudas “no van a desaparecer”.

Rossi, además, precisó que la OIEA está dispuesta a “ofrecer las garantías” y las “inspecciones necesarias” si Irán acepta disminuir sus reservas de uranio enriquecido. “Lo importante es preguntarse si estamos mejor con este acuerdo o sin acuerdo”, dijo Grossi.

Israel, por su parte, volvió a manifestarse en contra el acuerdo. Sin divisiones, tanto el primer ministro Yair Lapid como el jefe de la oposición Benjamín Netanyahu lo calificaron de manera negativa.

“El terrible trato con Irán arroja una gran sombra sobre nuestra seguridad y nuestro futuro”, dijo Netanyahu a periodistas en Tel Aviv. Según la lectura del veterano líder de la derecha israelí, habría tres elementos del acuerdo que son particularmente problemáticos.

Para Netanyahu, el acuerdo proporcionará “cientos de miles de millones de dólares” al gobierno de Irán, “le dará una red de centrifugadoras avanzadas” que mejoraran su capacidad para obtener uranio enriquecido y creará lo que llamó “inmunidad internacional” para el programa nuclear iraní.

Horas a antes, Lapid también había atacado al acuerdo. “Israel no está en contra de cualquier acuerdo Estamos en contra de este acuerdo porque es malo y no se puede aceptar tal y como está escrito”, afirmó el actual primer ministro.

Una visita incómoda para Washington

Las informaciones que dan cuenta sobre un posible acuerdo se dan a pocos días de la apertura del 77º Periodo de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas, que se concretará en la sede del organismo el 20 de septiembre, ocasión en que el presidente iraní, Ebrahim Raisi, llegará a Nueva York para participar del evento.

Según destacan los medios estadounidenses se tratará de una visita problemática para el presidente Joe Biden. El Consejo Nacional de Resistencia Iraní (CNRI), una organización con sede en Washington que agrupa a los opositores al gobierno de Teherán, le reclama la Casa Blanca que impida el ingreso de Raisi.

El CNRI entabló demandas civiles en los tribunales estadounidenses contra Raisi, a quien acusa de haber integrado la llamada “Comisión de la Muerte”, la instancia judicial que en julio de 1988 ordenó la ejecución de miles de prisioneros políticos, la mayor parte miembros de Muyahidines del Pueblo de Irán (MEK), una organización aliada del CNRI.

"Como país anfitrión, Estados Unidos está generalmente obligado, en virtud del acuerdo sobre la sede de la ONU, a entregar visas a los representantes de Estados miembros de que acuden a la sede" de la organización, dijo a los periodistas el vocero del Departamento de Estado, Vedant Patel.

Según la CNRI, que presentó las denuncias judiciales en nombre de dos de las personas torturadas en esa época y de un tercero cuyo hermano fue ejecutado, “no hay ninguna duda de que siendo Fiscal adjunto del Estado en la provincia de Teherán, Raisi era un miembro de la 'Comisión de la muerte'", declaró Steven Schneebaum, abogado de los denunciantes.

Las acciones judiciales, similares a las presentadas en otros países ante casos similares, cuestionan el beneficio de inmunidad de Raisi, elegido presidente el año pasado. Según Schneebaum, “Raisi no es un diplomático oficialmente acreditado en Estados Unidos” y, además, “si bien es el presidente, el jefe real del estado iraní es su guía supremo, el ayatolá Ali Jamenei”.

Si la justicia de Estados Unidos acepta el argumento, la Casa Blanca debería notificarle oficialmente a Raisi de la existencia de las acciones judiciales en su contra y verse obligada, llego al caso, a tomar algún tipo de medida de cara a la asamblea de la ONU. Un inconveniente no menor para el gobierno de Biden en momentos en que busca avanzar con las negociaciones para revivir el acuerdo nuclear de 2015, que rompió Trump en 2018.