Los fiscales Gabriela Fossati y Fernando Romano

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"Tono fuerte", "hostigamiento" y una retractación no aceptada: esto dice el expediente del conflicto entre Fossati y Romano

La fiscal le pidió que se retractara, él se retractó y ella no lo aceptó, afirmó Romano
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22 de abril de 2023 a las 05:04

Lo que sucedió entre Gabriela Fossati y Fernando Romano fue una "discusión puntual de naturaleza estrictamente laboral, que no se corresponde con la condición de mujer de uno de ellos", de acuerdo a un informe de Jurídica fechado el 17 de marzo de este año, luego de un análisis más exhaustivo, esta semana manifestaron que mantenían esa conclusión inicial.

Así consta en el expediente al que accedió El Observador: "Se comparten las conclusiones a las que arriba el dictamen en vista, en tanto, encuadra los hechos investigados en forma acertada, en el marco de una discusión puntual, de naturaleza estrictamente laboral, entre dos fiscales de la misma jerarquía, intercambiando puntos de vista disímiles en absoluto pie de igualdad". 

Para llegar a esa conclusión, además de las declaraciones de los protagonistas –que se extendieron sobre varios puntos más allá del hecho concreto–, también se tomó en cuenta la palabra de los testigos: la fiscal adscripta Gloria Nicolini y el coordinador técnico Pablo Bardino, integrantes del equipo de Fossati.

Cuando la fiscal puso en conocimiento del fiscal de Corte Juan Gómez que había vivido una situación que calificó como violencia de género, el jerarca le pidió que comunicara también por escrito lo sucedido. En ese correo, que consta en el expediente, Fossati afirmó que le preguntó a Romano por WhatsApp dos cosas cuando se reintegró a trabajar tras su licencia médica, período en el que ese fiscal la suplió en el cargo.

Las preguntas fueron las siguientes: cómo sabía que al exjerarca ministerial Gustavo Leal lo había llevado a la casa del padre de Alejandro Astesiano un jerarca policial de Rocha y por qué había dicho en una audiencia judicial que ella se había llevado material del caso Leal a su casa. Sobre lo primero, Romano le contestó que se lo había informado primero el oficial del caso y luego el propio Astesiano. Sobre lo segundo, que se había tratado de un error involuntario que subsanó su adscripta Nicolini, quien aclaró que no era así. Esto último, señalaba Fossati, ponía en peligro a su familia. 

En ese escrito la fiscal recordó que en octubre de 2022, cuando ella se fue de viaje, se divulgó públicamente que tenía información del caso en su casa. En ese período también la había suplido Romano, indicó la fiscal. 

Allí –sostiene Fossati– Romano "se presentó gritando" en su despacho y le "exigió" a Nicolini y a Bardino que se quedaran como testigos. "Comenzó a recriminarme que yo quería destruir a la institución, que todos lo sabían, que nadie me quería, que yo había hablado mal de todo el mundo, que no estaba bien", relató Fossati. A su vez, dijo que Romano la acusó de haber agredido al fiscal de Corte Gómez, al exfiscal Jorge Díaz y al presidente de la Asociación de Fiscales Willian Rosa. Sostuvo que le gritaba que lo denunciara y que no se hiciera la víctima. También "que (Ricardo) Perciballe me había denunciado, hablándome en nombre de un colectivo (compuesto por quienes ignoro), adjudicándome querer destruirlos", indicó.

Los testigos de la situación, Bardino y Nicolini, brindaron versiones de los hechos coincidentes entre sí. En palabras de la fiscal Nicolini, Romano "irrumpe" en el despacho y les dice a ambos que "no se van", que él quería testigos y cerró la puerta. Consultada sobre si Romano gritó, contestó: "Tenía un tono de voz más elevado de lo normal". 

Sobre el motivo de la discusión, resumió: "(Romano le decía) que ella quería destruir la institución, eso recuerdo clarito porque me llamó la atención (…) yo estaba tan nerviosa que no recuerdo cuál fue la razón por la cuál las nombró (a las otras personas). Como que ella tuvo problemas con esas personas y él le recriminaba que era una persona problemática y que nadie quería trabajar con ella". 

Respecto del tono de Fossati, se le preguntó dos veces. La primera, respondió que "ella le decía que no le gritara, no elevó tanto la voz". La segunda, que tenía "un tono normal, como ella habla siempre". 

Por último, la fiscal agregó que valoraba que Romano les hubiera pedido disculpas tanto a Bardino como a ella sobre el "mal momento" que pasaron los dos. 

El coordinador Bardino dió una versión similar sobre lo sucedido. Expresó que Romano apareció e "increpó" a Fossati sobre los casos que venían hablando por WhatsApp y que les pidió a ellos que no se fueran. También sostuvo que en un momento él le dijo al fiscal que Nicolini y él se iban a ir para incentivarlo a retirarse también. Precisó que el tono que usó Romano fue "elevado" y que Fossati estaba "sorprendida" y usó un tono normal.

En su declaración, el fiscal Romano hizo una extensa descripción de todo lo que había sucedido en los días previos al conflicto, en qué circunstancias se dio su encuentro con Astesiano y charlas previas que había tenido con Fossati en las que los dos habían coincidido en que lo mejor era que se reintegrara ella para tomar determinadas decisiones. Pero, describió Romano, ella le reprochó el comentario de que quizás tenía material del caso Leal en su domicilio. “Parece que hiciste todo para generar suspicacias”, decía el mensaje que leyó Romano. 

En ese contexto, que ya venía crispado, es que él decidió subir al despacho de Fossati a conversar personalmente. Según él, él ya le había expresado que utilizó en la audiencia una expresión equivocada y que pedía disculpas, que por suerte Nicolini había subsanado el error en la misma instancia. 

De acuerdo a la versión del fiscal, cuando ingresó él le preguntó porqué Fossati decía que él le había pedido que se reintegrara a trabajar estando de licencia médica (él lo que manifestaba era que habían convenido aguardar a su vuelta para tomar algunas decisiones). Relató que ella le respondió: "¡A mí tratame bien!". 

"Ella me responde que es una barbaridad y que yo quise generar suspicacias. Yo respondo enojado que no quería generar ningún tipo de suspicacias. Ella me dice que mi tono era de un violento (...) A eso le respondí que no era por la condición de mujer que estaba enojado", relató Romano. 

El fiscal reconoció que le dijo que si quería denunciarlo que lo hiciera tranquilamente. "Quiero señalar que estaba molesto pero no quise violentarla y menos por tema de género. Yo estaba molesto por los chats que me estaba mandando, me estaba fastidiando con los audios y los WhatsApps, cometí el error de subir. También señalé que le dije a ella que se había peleado con mucha gente en Fiscalía, que había tenido problema con mucha gente y que su conducta estaba destruyendo la Fiscalía General de la Nación en cuanto a la credibilidad de la misma", expresó en un momento.

Más adelante, agregó: "Nunca pretendí ejercer violencia sobre una mujer (…) Entiendo que ella me provocó, no logré contener mi impulsividad y cometí el error de subir a su despacho (…) Le nombré a Perciballe, a Juan Gómez, a Willian Rosa que ella había tenido problemas con los mismos, que a Rosa lo llamó de fiscal adscripto y ella me preguntó ‘¿qué es Rosa?’ y yo le dije que ella lo hizo en tono peyorativo, tratando de disminuir su condición. Yo pretendí aclarar una situación y me equivoqué en el camino que elegí". 

Fossati llamó a Gómez y le pidió una reunión para ponerlo en conocimiento de lo sucedido. De una parte de esa reunión participó también Romano. Según contó el fiscal, ella repetía una y otra vez que había sido víctima de violencia de género y "no permitía que los otros integrantes de la reunión se expresaran", razón por la que se sintió "hostigado y acosado". "No me permitía prácticamente poder ejercer ningún tipo de defensa o de aclaración de la situación", detalló.

Tanto es así que en un momento, manifestó Romano, la fiscal le pidió que se retractara. Él "inmediatamente" se retractó pero ella le dijo que no le aceptaba la retractación y que tenía que retractarse ante su equipo. Él ya les había pedido disculpas por WhatsApp. Por último, el fiscal recordó que en más de 40 años de trabajo y 25 de ellos en la institución, no constan amonestaciones ni observaciones en su legajo, únicamente reconocimientos a su labor. 

–¿Usted le gritó? –le preguntó la fiscal Sabrina Flores, encargada de tomarles declaración

–No, hablé en tono fuerte, pero no le grité. Hubo rispidez, pero no hubo ni grito ni agresión –contestó Romano.

–¿Ella le gritó a usted?

–No, sí me expuso que yo era un violento y hablaba permanentemente de violencia de género.

Para "dar más garantías" la Fiscalía de Corte dispuso la solicitud de una ampliación de este informe preliminar que descartó que haya habido violencia de género. En sus descargos, Fossati afirmó que hay otras cuatro operadoras jurídicas (una fiscal, una defensora pública, una jueza y una exjueza) que fueron maltratadas por Romano y abogó porque se revirtiera el informe. Romano, por su parte, opinó que el informe se ajusta a lo sucedido y sabe de varias personas que podrían ilustrar sobre la "agresividad" de Fossati, dijeron allegados al fiscal a El Observador. Él prefirió no hacer comentarios. 

Un conflicto de larga data

Tal y como informó El Observador, hay un grupo de fiscales que mantienen un duro conflicto interno dentro de la institución que se centra en la gestión del exfiscal de Corte Jorge Díaz, la reforma del sistema procesal penal que impulsó y cómo los fiscales se deben parar frente a la sociedad y los medios de comunicación. 

En esta discusión Fossati y Romano están en bandos opuestos, por eso si bien la discusión comenzó siendo sobre el caso Astesiano, rápidamente viró hacia allí. Consultada sobre el motivo del conflicto, la testigo Nicolini declaró que Romano le dijo a Fossati "que ella quería destruir la institución". "Eso recuerdo clarito porque me llamó la atención", acotó. 

Para la fiscal Fossati el conflicto se vincula a que con Romano tienen "posiciones ideológicas absolutamente diferentes". Recordó que la tildaron de "blanca" y dijo: "Si soy blanca es mi derecho". También rememoró que se está discutiendo la posibilidad de una dirección colegiada de la institución y que para ella cualquier alternativa es mejor que la que hay ahora. 

También criticó la gestión de Díaz aunque señaló que se reduce a su "torpe diseño de la implementación de la reforma" y a que ella creía que se "beneficiaba a personas cercanas con destinos especialmente deseados" por los colegas. "Quizás mis reparos públicos molestaron a quienes eran elegidos por él para esos eventos y quizás esas son las personas a las que quiso referirse Romano cuando me agredió y me adjudicó querer destruir la institución", manifestó. 

Si bien Romano en su declaración no reflexionó puntualmente sobre el tema, sí dijo que en el marco del conflicto él le había dicho a Fossati que "había tenido problemas con mucha gente y que su conducta estaba destruyendo la Fiscalía General de la Nación en cuanto a la credibilidad". También que le nombró a Perciballe –quien, según Romano, denunció a Fossati hace años–, a Juan Gómez –con quien la fiscal tuvo problemas de relacionamiento– y a Willian Rosa. 

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