Un ejecutivo uruguayo en las grandes ligas mexicanas

¿En qué consiste el cargo que ocupa en México?
A grandes rasgos, el marketplace en Mercado Libre México está dividido en tres unidades distintas. La parte que lidero está más relacionada con proyectos estratégicos y funcionales a todo el marketplace. 
Lidero dos proyectos. Uno es Seller Development: Hunting & Growth, que es el desarrollo de pymes dentro de Mercado Libre. Nuestra atención comercial está dividida en tres niveles: están las tiendas oficiales y principales vendedores del sitio en cuanto a volumen. Después hay un segmento de vendedores que en México son unos 7.000, que representan un 45% del negocio de México, que son vendedores medianos. 
Mi equipo lo que hace es desarrollar inteligencia comercial y automatización para generar asesoramiento y recomendaciones de manera masiva y escalable para estos vendedores. El rol de este equipo tiene que ver con desarrollar vendedores, más perfiles pymes que ya venden dentro de Mercado Libre de manera masiva y escalable, con tecnología y desarrollo de automatizaciones, y por otro lado con incorporación a escala y masiva de nuevos vendedores. Estos pequeños vendedores son una fuente importante de ingresos y rentabilidad a largo plazo de la compañía. El otro equipo que lidero es el onsite merchandising. Es un área que estamos empezando a desarrollar más en profundidad acá en México. 

¿Qué fue lo que más le llamó la atención al comenzar a trabajar en México?
Hace tres años no me imaginaba viviendo en México, pero sí creía que para el momento de mi carrera que estaba atravesando (había terminado un MBA) era un buen momento para volar. Me fui de Uruguay buscando oportunidades más grandes y me encontré con un país hermoso a nivel cultural y de personas. Quizás la idiosincracia de trabajo sí es distinta pero no significa que sea para mal. Es distinta por las formalidades. Nosotros somos más directos al conversar. Es una sociedad completamente distintas, con estilos y formas distintas. Son  más conservadores y hay que adaptarse. Mercado Libre tiene una cultura muy fuerte que hace que te sientas en un microclima similar dentro de la compañía. 
Para negociaciones con mexicanos obviamente tuve que aprender muchísimo a tener cintura para ciertas conversaciones, posicionarme de manera distinta a la hora de hablar y conversar o manifestar un interés para conseguir algo o en una negociación. Todo eso se aprende viéndolo en la cancha, no planificándolo. 

¿Qué diferencias existen en las formas de negociar?
Hay veces que las negociaciones se pueden cerrar en momentos más informales, como una cena o una comida. Quizás haya que reforzar un poco más los acuerdos y compromisos, no porque no queden claros si no porque nosotros estamos acostumbrados a ser más directos y la recomendación es ser directo generando seguridad en el compromiso, dando seguimiento. A veces, parece que en una instancia de reunión cerraste el acuerdo y quizás te faltó otra reunión, o tener otra instancia. 

Hay tres uruguayos en la compañía en México. ¿Qué se valora del uruguayo como trabajador?
Lo que se valora acá es nuestra manera de enfrentar la realidad. Nuestro involucramiento en general con el trabajo y nuestra manera de arraigarnos a la tarea y la ejecución es muy notoria y eso se valora muchísimo: ser productivo, rápido, hacer que las cosas sucedan. Hay una parte más de garra charrúa que es muy valorada acá.  Si bien tenés que cuidar las formas y posicionarte desde un lugar más consultivo, desde un rol de intermediador y de hacer más preguntas que afirmaciones directas, por otro lado, lo que hay por detrás en los liderazgos sudamericanos tiene que ver con la velocidad de ejecución, las ganas de emprender y las capacidades de liderazgo. 

Independientemente de esto que te menciono, todo tiene que ser potenciado con skills analíticos y pensamiento estratégico para que todo esto que es valorado, se potencie.

¿Cómo compararía la calidad de vida entre ambos países?
No me fui de Uruguay por querer irme del país. Quizás accedo a bienes y a un nivel de vida que para el mismo nivel de ingresos en Uruguay no podría. Esa es la realidad pero no me quejo de Uruguay por eso. Lo marca el país, el mercado, y la economía. 
Quizás acá puedo ahorrar un poco más y consumir productos del día a día a un costo más bajo. Es un beneficio adquirido por la decisión de mudarme pero no me fui de Uruguay por ese motivo.

¿Qué es lo que más extraña de Uruguay?
Primero a mi familia. Después extraño estar a un pasito de lo de mis amigos. Acá toda la logística para moverse es una locura. El trafico es muy complicado. La facilidad de movilidad y la cercanía de los afectos -tanto en la distancia física como psicológica-, de saber que todo te queda cerca, también lo extraño. He conseguido buena carne pero no hay como un buen asado uruguayo. Un parrillero como el de Uruguay no existe.