Una bodega en el medio de la ciudad

Nuestro compañero de redacción, Juan Pablo De Marco, viajó a Santiago de Chile y comentó para Sacacorchos su visita a la bodega Cousiño Macul

Tiempo de lectura: -'

16 de julio de 2013 a las 00:00

Estás por alcanzar el límite de notas.

Suscribite ahora a

Pasá de informarte a formar tu opinión.

Suscribite desde US$ 3 45 / mes

Esta es tu última nota gratuita.

Se parte de desde US$ 3 45 / mes

Por Juan Pablo De Marco

Es raro ver rascacielos a pocas cuadras de una viña. Pero eso es lo que sucede con la bodega Cousiño Macul, una de las más atípicas de América del Sur. Se ubica en plena ciudad de Santiago de Chile, a metros tiene una gran avenida llena de tráfico, a pocas cuadras una de las estaciones de metro de Santiago, pero a pesar de todo esto constituye una de las bodegas más tradicionales en Chile.

Si en algún momento estuvo en las afueras, hoy la mancha urbana de la capital chilena la rodeó totalmente. Con hábitat tan particular y urbano, la bodega es capaz de producir vinos de alta gama, reconocidos en Chile y en el exterior, con un rango de precios amplio. Se destaca especialmente su variedad de carmenere, de las más finas de todo Chile.

La bodega tiene un sótano de siete metros de profundidad, con murallas dobles por donde circula un flujo de aire para crear un sistema de ventilación pasiva.

Fue creada en 1856 por un empresario de la minería, Matías Cousiño, quien decide hacer un vino por un pedido de la aristocracia santiaguina que así se lo exigía. Si bien hoy la bodega es más pequeña que cuando empezó, cuentan con 350 hectáreas en producción, produciendo anualmente unas 5 millones de botellas.

El actual sommelier de la viña Diego Loyola dijo a Sacacorchos que se exporta un 68% de las botellas que se producen. Comentó que en Chile, si bien es el quinto máximo exportador de vino del mundo, se consume "poco". Hoy en día Cousiño está en un proceso "de atraer público nacional", pero afirmó que es una tarea "lenta". "Todavía nos falta mucho", agregó.

El hecho que esté ubicada en el centro de la ciudad les trajo beneficios turísticos. "Incluso de Uruguay nos visitan mucho. Ellos nos cuentan sobre su tannat, nosotros les contamos sobre nuestro carmenere y nuestro cabernet sauvignon", contó Loyola.

Respecto a las cosechas, Cousiño Macul realiza un proceso manual, en el que "se continúan respetándose los procesos agronómicos" y lo que le importa a la bodega es mantener la tradición de estos 157 años, la calidad de sus vinos “super elegantes” y obviamente el respeto por la fruta.

Por más información: http://www.cousinomacul.com/

CONTENIDO EXCLUSIVO Member

Esta nota es exclusiva para suscriptores.

Accedé ahora y sin límites a toda la información.

¿Ya sos suscriptor?
iniciá sesión aquí

Alcanzaste el límite de notas gratuitas.

Accedé ahora y sin límites a toda la información.

Registrate gratis y seguí navegando.