Uruguay nunca produjo tanto maíz: ¿cuál es la razón?

La producción nacional de maíz se encamina a superar las 700 mil toneladas, mérito de los agricultores que no bajaron los brazos tras la sequía del año pasado, tomaron la señal de Niño débil –que prometía las lluvias necesarias, pero sin excesos– y mérito de los pronósticos que permiten saber mucho mejor que antes qué pasará en el verano, con la suficiente anticipación.

Una situación de contraste es que mientras el año pasado el maíz se fue arriba de los US$ 200 por tonelada, este año la oferta local lo ha llevado a US$ 130.

Aunque el precio sea bajo, para la gente que llegó a los 10 mil kilos por hectárea, y algunos superaron las 10 toneladas, los números cierran.

Si no ocurre un inconveniente climático en los próximos 60 días, es posible que la producción maicera sea la mayor de la historia y también la productividad. Pero ahora las lluvias que tanto favorecieron pasan a ser el factor de riesgo.

Cerca de un doble récord

La próxima será posiblemente la mayor cosecha de maíz de la historia de Uruguay y determinará una baja de costos muy relevante para la producción de carne y leche durante 2019.

Un aumento de la producción con baja de precio que aporta competitividad a los sectores de producción animal que usan el maíz como insumo, y que tendrán una baja de costos de producción que no deriva del contexto económico sino que viene del cielo (y de las chacras), literalmente.

Si se puede terminar la cosecha sin contratiempos, es decir si las lluvias hacen las pausas imprescindibles, también vendrá del cielo, metafóricamente, la recuperación de al menos una parte significativa  del dinero prestado para financiar esta zafra. Eso dará oxígeno y confianza para futuras financiaciones.

En pocos días, además, Uruguay estará exportando maíz por primera vez en seis años. Y si el precio diera alguna señal favorable, aumentaría el área de trigo en el otoño.

El buen precio del novillo coincide con una oferta acotada y precios firmes para carne y lácteos. Está firme el novillo en todas sus opciones y, tras los repuntes de los precios internacionales, los productores lecheros se ilusionan con una mejora en el precio de la leche y optimizar su producción, no desviando el maíz que tienen disponible.

Aunque la producción bajó en el primer bimestre del año respecto a 2018, es factible un repunte fuerte si hay alguna mejora en el precio.

Oficialmente para grano seco el cultivo de maíz se estima con un área de 108 mil hectáreas, de las cuales 83 mil fueron plantadas de primera, en setiembre/octubre, y ya está siendo cosechada con buenos rendimientos. Si este cultivo rindiese siete toneladas por hectárea, ya representaría casi 600 mil toneladas, buena parte de las cuales ya está levantada.

Resta definir el rendimiento de los maíces de segunda, sembrados más tarde, 25 mil hectáreas y con un rendimiento de seis toneladas ya determinarían una producción adicional de 150 mil toneladas que ubicarían en niveles inéditos la producción maicera y en más del doble con relación a la producción del año pasado.

De modo que el mercado va a estar muy bien abastecido, a un precio de US$ 125 por tonelada, que significa unos US$ 100 menos por tonelada que los precios de 2018 cuando superaba los US$ 200. Uruguay pasa de un precio de paridad de importación el año pasado a uno de exportación. Y el precio internacional del maíz se mantiene estable y bajo, porque Estados Unidos suma seis grandes cosechas consecutivas y Brasil en la última década pasó del autoabastecimiento a ser un gran exportador, a lo que se suma en este año una gran producción de Argentina, que recuperará el segundo lugar en el mundo como exportador.

Los cultivos de verano harán la mayor contribución que hasta ahora la agricultura haya podido dar al equilibrio de las cuentas del estado argentino, con una facturación de US$ 25 mil millones.

En el caso del maíz la abundancia de Argentina parece garantizar que en caso de que Uruguay exportara y luego en el invierno hubiese un faltante, podrá importarse a un precio accesible.

La baja en el precio del maíz en el plano local libera recursos que pueden aplicarse a otros aspecteos de la producción. Por ejemplo, ya se nota que quienes engordan usando grano pueden pagar más por el ganado de reposición. Lo mismo que quienes engordan en base a pasturas y se encuentran con unos pastizales inéditos a la salida del verano. Algo que tiene implicancias favorables que llegan a la cría vacuna, el engorde y la producción lechera. Inclusive podría ser un año a usar en enseñarle a los ovinos a comer grano. Es un año también para destetar temprano e ir asegurando la cría.

Los precios serán flojos por un buen tiempo. Los farmers estadounidenses aumentarán el área de maíz y reducirán la de soja como consecuencia del conflicto comercial y las trabas a la exportación de la oleaginosa que se prolongó más lo esperado. Los problemas comerciales generados por China llevarán  a una reversa en la trayectoria de la expansión de la soja en Estados Unidos. Si se repiten los rendimientos espectaculares que el maíz ha tenido en Estados Unidos la producción empezará a acercarse a los 400 millones de toneladas.

En síntesis, un año de rendimientos excepcionales que disimularán problemas de competitividad, y que inician un dominó productivo interesante, potenciando tal vez la producción de lácteos del segundo semestre y la producción ganadera durante plazos más prolongados.

Si bien Argentina es noticia por exportar 30 millones de toneladas, Brasil no lo es menos, ya que exportará 29 millones. Algo menos que el año anterior, pero consolidándose como un exportador de primer orden, algo que empezó unos 10 años atrás y no tendrá marcha atrás.

Argentina volverá a ocupar este año el segundo lugar como exportador mundial de maíz, desplazando a Brasil. El primer puesto del podio es para los Estados Unidos, siempre por lejos. Es un productor consolidado de bastante más de 300 millones de toneladas cada año. Pero en la próxima siembra será interesante observar cuánto se expande el área sembrada. A pesar del bajo precio que reciben los productores por el maíz dada su abundancia, los inconvenientes que ha tenido la soja llevarán a un corrimiento a menos superficie con la oleaginosa y por lo tanto más con el cereal.

El maíz se mantendrá con un precio accesible, el uso del grano en la ganadería uruguaya seguirá creciendo. Y por un año, gracias a las lluvias de este verano, hay un costo que para los ganaderos bajará significativamente. Gracias a El Niño y las lluvias que con él vinieron.

Las cifras

• 690 mil toneladas fue hasta ahora la mayor producción, que se recogió de las chacras en 2013; el rendimiento récord se logró en 2016, con 7.136 kilos por hectárea de promedio.
• 130 dólares por tonelada es el precio de estos días, cuando hace un año estaba en US$ 200 por tonelada.