Uruguay tiene sus primeras ingenieras en logística: conocé sus historias

Gularte analizaba en su ciudad natal algunas opciones porque mudarse a Montevideo representaba demasiados desafíos. Mello trabajaba como policía en Montevideo y en un viaje a Rivera se enteró de la carrera. "Logística me sonaba lindo, pero no sabía lo que era", contó.

Ambas decidieron embarcarse en este proyecto y, poco a poco, se fueron entusiasmando. Así vieron que la logística "está en todos lados –contó Mello–. La podés aplicar por donde mires".

Ambas egresadas vivieron años muy intensos. En 2019, en plena carrera, Mello recibió la noticia de que estaba embarazada de Facundo, hoy de 3 años. La maternidad no fue un impedimento para avanzar en esta carrera.

“Estuvimos en clase con Victoria Laniella hasta las 22, me fui a mi casa, y en menos de una hora estaba en el sanatorio, había roto bolsa. Así nació Facundo al día siguiente, y a la semana vine a UTEC porque teníamos parcial”, comentó como anécdota, recordando una de las etapas más memorables de su pasaje por la Universidad.

Su hijo también participó de algunas clases. Pero no como alumno, sino como compañía de su madre. “Había momentos en que estábamos en la sala de informática, yo lo traía en la sillita del auto, se quedaba a mi lado, le ponía música y él escuchaba tranquilo. Había música de bebé en clase. Pero nunca fue una complicación”, señaló.

Lo que les dejó la carrera en ingeniería logística

Gularte y Mello acompañaron el crecimiento de UTEC. Los primeros dos años, mientras el edificio de UTEC estaba en construcción, no contaban con un laboratorio para realizar prácticas.

Además, encontraron empresarios en el norte dispuestos a contar sus experiencias y aportar conocimientos para realizar proyectos. “Ahora están abriendo más las puertas”, comentó Gularte. También destacó la dificultad que implicó la pandemia al cursar muchos meses en modalidad virtual.

Luego, en 2019, empezaron a tener las clases en el nuevo edificio. “Por primera vez teníamos un lugar nuestro, donde podíamos ver físicamente de lo que siempre estábamos hablando, las estanterías, los materiales, la infraestructura fija y móvil”.

Ambas aseguraron que la carrera les mejoró la comunicación. “Tuvimos mucho trato con clientes, con las personas con las que trabajamos durante los proyectos. Para alguien que es un poco introvertido o que no está muy acostumbrado, es difícil. Porque no es solo hablar con tus clientes, sino presentar tu idea, vender lo que estás haciendo. Hicimos innumerables presentaciones, como 10 por semestre, y eso exigió que nos soltáramos. Ese es un logro personal”, explicó Gularte.

El proyecto final de la carrera se llamó Proyecto 10. Consistió en crear un centro logístico a tres kilómetros del centro de la ciudad de Rivera, en el que se centraliza el almacenamiento de mercadería que llega a los 53 free shops de la ciudad fronteriza.

El trabajo, que les llevó un año, les evitaría quiebres de stock y permitiría a los empresarios reutilizar espacios valiosos que hoy usan como depósitos. Según explicó Mello, esas podrían ser áreas de venta al público.

La satisfacción de la UTEC

El coordinador de la carrera, Luis García, se instaló en Rivera en 2016 para dirigirla. Para él significa todo un logro que dos mujeres sean las primeras egresadas. Es, en sus palabras, un hito. “Es contar con dos profesionales referentes para el resto de las generaciones de estudiantes, y un sólido apoyo a los docentes actuales en sus unidades y proyectos”, señaló García.

Y agregó: “En lo profesional, se trató de compartir los conocimientos y la experiencia de más de 20 años de consultorías en logística. Significa solo alegría y satisfacción”.