El economista y experto en finanzas Claudio Zuchovicki visitó el programa Majul 107.9 de El Observador 107.9, conducido por Luis Majul, donde analizó la situación económica argentina de cara al cierre del año y compartió su visión sobre los desafíos que enfrentarán empresas y personas en el futuro inmediato.
Durante la extensa entrevista, Zuchovicki comenzó reflexionando sobre el vínculo de las personas con el dinero y su verdadero propósito. Citando el libro La psicología del dinero de Morgan Housel, el economista afirmó que "realmente es rico el que tiene el privilegio de tener la libertad de decisión de decir que no". Para Zuchovicki, la verdadera riqueza no pasa por la acumulación sino por la capacidad de elegir qué trabajos hacer, qué proyectos aceptar y, fundamentalmente, disponer de tiempo propio.
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Imposible generalizar en la economía actual
Al abordar la pregunta central sobre cómo llega la economía de los argentinos a fin de año, Zuchovicki fue categórico: "ya para mí en la economía de hoy, en el mundo de hoy, no se puede generalizar para nada". Según el economista, cada persona vive su propia realidad dependiendo de múltiples factores.
Uno de los puntos más importantes que destacó fue la diferencia entre quienes viven en el AMBA (Área Metropolitana de Buenos Aires) y el interior del país. "Si vivís en AMBA, tu salario disponible bajó", explicó, detallando que aunque el salario formal registrado subió más que la inflación, el sinceramiento de las tarifas de luz, gas y transporte —que antes estaban fuertemente subsidiadas— impactó severamente en la canasta familiar. Según sus cálculos, el peso de estos servicios en la canasta pasó del 6% al 13, 14 o 15%, generando la sensación de que "gano más, pero no me alcanza".
En contraste, señaló que en el interior nunca tuvieron estos subsidios, por lo que la percepción y el estado de ánimo de la población es diferente. "La incomodidad o el malhumor o el 'me quitaron algo' se siente más acá que en el interior", apuntó.
Zuchovicki también destacó el cambio estructural profundo que está atravesando la economía, particularmente en términos de competencia. Usando a Majul como ejemplo de pyme y empresario, el economista señaló que si bien al conductor "no le bajó tanto la publicidad", lo que sí le pasó fue que "le aumentó mucho la competencia". Explicó que la desregulación hizo que los mayoristas ahora vendan directamente por plataformas, compitiendo con los comerciantes en vez de ser parte de una cadena tradicional. "Multiplicó por cinco o por seis la competencia", advirtió.
Ante este escenario, Zuchovicki sostuvo que para competir hay que invertir, y para él las inversiones prioritarias son "recursos humanos por lejos y la segunda mayor inversión tecnológica". Destacó que la actitud personal frente al futuro será determinante: "Nadie sabe si esta vez va a ser diferente, pero va a depender de la actitud que tome cada uno de cara al futuro". Y agregó una reflexión clave: "No tomar decisiones es tomar una decisión".
Llegar primero, ¿y después qué?
En cuanto al debate sobre quién llega primero al mercado con una idea nueva, Zuchovicki fue pragmático: "Si yo miro la historia nunca llega el primero". Citó ejemplos como DeRemate que existió antes que Mercado Libre, o Altavista y Lycos antes que Google. "El primero disrumpe, el segundo puede aprovechar de los errores del primero", explicó, destacando que el éxito no está garantizado por ser pionero sino por la capacidad de gestión y adaptación. Puso como ejemplo a Jeff Bezos y Amazon, que comenzó vendiendo libros por internet y fracasó con el Kindle, pero logró transformarse en "una de las compañías de logística más grande del mundo".
Para Zuchovicki, lo que define a un empresario o inversor no es el error sino "qué haces después de que te equivocaste". "¿Reconoces el error o te haces terco y vas por lo mismo?", preguntó, aplicando este principio tanto al nivel empresarial como al político y personal.
El economista fue crítico con el exceso de información coyuntural y política que domina los medios. Preguntó al equipo de producción presente si les importaba "la interna en tal partido" o saber que "el dólar contado con liqui cerró 1.433", y la respuesta fue negativa. "¿Les gustaría escuchar que si invertís en tal activo o hacés tal cosa podés algo que te sea útil en el día a día?", consultó, recibiendo respuestas afirmativas.
"Hay que enseñar educación financiera e inteligencia artificial" en las escuelas, propuso Zuchovicki, señalando que eso sí transforma la vida individual de las personas, a diferencia de conocer los pormenores de las internas partidarias. "Nos sobra información perecedera y nos falta la información que te queda en el tiempo, lo que te va a transformar la vida", sentenció.
El economista también cuestionó la forma en que se consume información: "¿Estamos seguros de que nosotros recibimos la información que nos importa o estamos siendo influenciados para determinada cosa?". Citó un cuento de Hernán Casciari sobre quién llena encuestas políticas, concluyendo que la mayoría de las decisiones se toman basándose en lo que responde apenas un 5 o 10% de la población que no necesariamente representa al resto: "alguien que está al pedo, alguien que está muy enojado o alguien que le encanta la política y quiere influenciar".
Lecturas y sesgos del mercado
Zuchovicki reconoció su propio sesgo como analista de mercado: "Cuando estoy invertido en Argentina, trato de leer todas las buenas noticias que justifiquen mi decisión. Cuando estoy al revés, trato de leer todas las malas noticias". También admitió que el sistema de medios y los periodistas tienen "un sesgo típico y clásico que no se corresponde con la realidad", recordando cómo se equivocó completamente en su lectura del último debate presidencial entre Sergio Massa y Javier Milei.
Respecto al presente y futuro inmediato, Zuchovicki fue claro: "Estabilizada la macro, empieza la micro". Su pronóstico es que "el 2026 va a ser el año de la economía real", lo cual "no significa buena y mala, depende de cada uno".
El economista graficó el cambio estructural que se viene con un ejemplo contundente: "Durante mucho tiempo quien manejaba la situación era el que tenía la oferta". Explicó que antes el gerente de programación decidía qué ver en TV, o el vendedor de neumáticos imponía sus condiciones ("me tenés que pagar con cara grande, azulcito, si no no hay"). Incluso recordó el absurdo de comprar un auto pagando por adelantado, sin poder cerrar precio ni elegir color.
"A partir de ahora, con exceso de stock y con competencia y apertura, el rey es el usuario", afirmó Zuchovicki. El centro de toda estrategia empresarial debe ser el cliente: "todos nos tenemos que vivir por el cliente". Citó la filosofía atribuida a Elon Musk: "lo más importante es levantarse todas las mañanas para ver cómo le hago la vida más fácil a mi cliente para ganar guita".
En este nuevo escenario, advirtió que "no me va a cubrir la inflación, no me va a cubrir el spread, voy a tener que vender más cantidad y para vender más cantidad tengo que ser mucho más eficiente". Para el mercado de capitales donde trabaja, esto implica pensar cómo lograr que los usuarios elijan bonos, acciones, cedears y otros instrumentos formales en lugar de opciones informales.