“Es la calma que antecede al huracán”. La frase pertenece a un dirigente joven que lleva el pulso de las discusiones internas en la CGT. La suelta al pasar, ante la consulta de El Observador, mientras intercambia mensajes con un colega del interior que lo mantiene al tanto de un conflicto en una metalúrgica. La postal ilustra el escenario del mundo laboral. Una CGT que se mantiene activa en un momento de alta conflictividad y se prepara para la pelea inexorable por la reforma laboral.
Los datos que tiene la CGT sobre la mesa dan contexto a lo que definen como “crisis muy prolongada” y que va más allá de la reforma laboral.
Los equipos técnicos de los distintos gremios coinciden en que la pérdida del poder adquisitivo no se detiene y que la caída del empleo se profundiza. Según los datos que tienen en sus escritorios los dirigentes sindicales, los salarios volvieron a perder contra la inflación durante el mes de septiembre y acumulan una caída total de 2 puntos en lo que va del año.
Respecto al trabajo, aseguran que se perdieron 11.000 empleos registrados más durante el último mes. Así mismo los conflictos se multiplican. Metalúrgicos, trabajadores viales y estatales encabezan las protestas en distintos puntos del país.
No hay margen para avanzar con una reforma laboral
En ese marco, la CGT cree que no hay margen para avanzar con una reforma laboral, por lo menos en los términos que plantea el Gobierno. Por eso, mientras esperan por la letra chica, preparan una contra propuesta y acumulan reuniones con distintos actores.
Los equipos técnicos de los sindicatos son los encargados de avanzar con un articulado que, en primer término, abarque e incluya a los trabajadores de plataforma. Más allá de eso, en la CGT mantienen diálogo fluido con diputados y senadores.
En esa ronda de reuniones y mensajes cruzados, los gremialistas se anoticiaron que la semana próxima podría estar terminado el primer borrador de la reforma y que la fecha de inicio del debate parlamentario está fijada para el 15 de enero.
De hecho, según pudieron saber en el universo sindical, la semana próxima habrá por lo menos una reunión entre los miembros de los bloques oficialistas de ambas cámaras del Congreso y representantes del Ejecutivo.
Una propuesta alternativa
Ante la determinación del oficialismo y la filtración del cronograma, desde la CGT decidieron acelerar la redacción de la propuesta alternativa. Más allá de eso, que incluye del diálogo con los distintos sectores del peronismo que tienen representación parlamentaria, también se trabaja en un frente jurídico en el diseño de una posible estrategia sindicato por sindicato y, desde ya, en la articulación de un plan de lucha.
En ese marco, el propio Octavio Arguello, el único sobreviviente al cambio de cúpula en la central obrera, señaló: “Vamos a discutir este tema en todos los ámbitos que sean necesarios: en el ámbito legislativo, en la justicia y en la calle. Dialogar no es un pecado, el pecado es entregar derechos”.
En principio, la intención de la CGT, que ya se reunió con los diputados de extracción sindical, es reunirse durante esta semana con legisladores de distintos bloques. Sin bien los encuentros aún no tienen fecha definida, desde la central obrera intentarán que se lleven adelante durante la semana próxima.