El sector del transporte en Argentina anunció que el 30 de octubre habrá un paro nacional que afectará trenes, aviones, camiones y barcos. La medida, convocada por la Mesa Nacional del Transporte, responde a la disconformidad de los sindicatos con las políticas del gobierno de Javier Milei, especialmente en relación con la falta de recomposición salarial y la posible privatización de Aerolíneas Argentinas. La Unión Tranviarios Automotor (UTA), sin embargo, no se sumará a la huelga, lo que deja fuera a los servicios de colectivos.
El paro fue decidido en un plenario realizado el martes en el Complejo Deportivo de la Federación de Peones de Taxis, y anunciado tras la reunión de la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT) y la Unión General de Asociaciones de Trabajadores del Transporte (UGATT). Originalmente, la protesta fue programada para el 17 de octubre, coincidiendo con el Día de la Lealtad Peronista, pero se postergó hasta fin de mes. Según explicaron los organizadores, el paro será de 24 horas y no incluirá movilizaciones.
El líder de la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA), Pablo Biró, explicó en una conferencia de prensa posterior al plenario las razones detrás del conflicto. “Lo que hicieron fue modificar el decreto del código aeronáutico para permitir el ingreso de aeronaves extranjeras sin restricciones. No hay un mecanismo de control, sino una derivación, un intento de quitarnos la representatividad dentro de Aerolíneas Argentinas”, denunció. Biró, además, acusó al Gobierno de llevar adelante una "campaña de demonización", alegando que se difundieron condiciones laborales “inexistentes” y que los salarios de los aeronáuticos se encuentran un 80% por debajo de la inflación debido a su congelamiento.
La postura de Pablo Moyano y los ejes del paro
Pablo Moyano, secretario del gremio de Camioneros y uno de los principales referentes sindicales que impulsa la huelga, también se manifestó respecto a las críticas hacia el gobierno de Milei y los motivos del paro. En declaraciones realizadas durante la misma conferencia de prensa que Biró, Moyano afirmó: “Es el momento justo de llamar a un paro nacional; están cerrando hospitales, desfinanciando el Garrahan, el presupuesto universitario, cagaron a palos a los jubilados… ¿Cuándo va a ser el momento para un paro general?”. También agregó que seguirán analizando los próximos pasos: “Vamos a laburar para que el paro sea contundente”.
La Mesa Nacional del Transporte, lanzada en septiembre de este año, subrayó en un comunicado que los principales reclamos se centran en tres ejes: la falta de recomposición salarial, la libertad sindical y la defensa de la soberanía nacional sobre los distintos modos de transporte. Según explicaron, desde la asunción de Javier Milei como presidente, el sector ha sufrido una pérdida generalizada de poder adquisitivo debido a la ausencia de actualizaciones salariales en línea con la inflación. La preocupación también radica en las posibles políticas de privatización de Aerolíneas Argentinas y otras áreas estratégicas del transporte.
Si bien gran parte del sector del transporte se adherirá al paro, la UTA, sindicato que representa a los choferes de colectivos, decidió no sumarse a la medida. Según explicó Roberto Fernández, líder de la UTA, el gremio se encuentra en plena negociación salarial bajo el período de conciliación obligatoria dictado por la Secretaría de Trabajo, vigente hasta el 29 de octubre. Aun así, desde Camioneros dejaron abierta la posibilidad de que los choferes se sumen a la huelga en las semanas previas. “Los que se quieran sumar, que se sumen”, comentó Moyano, sin descartar una futura adhesión de los colectivos.
Tensiones con Aerolíneas Argentinas y otras protestas que se suman
La situación con Aerolíneas Argentinas es uno de los puntos más conflictivos entre el gobierno de Javier Milei y los gremios del transporte. La posibilidad de una privatización de la aerolínea de bandera generó tensiones que se suman a los reclamos salariales pendientes. En la conferencia de prensa, Biró acusó al gobierno de intentar enfrentar a los trabajadores con los usuarios para justificar una eventual venta de la compañía. Además, lanzó fuertes críticas contra Guillermo Francos, presidente del Banco de Inversión y Comercio Exterior (BICE), a quien acusó de estar vinculado a la quiebra de empresas aéreas en el pasado. “Todo lo que tocó Francos terminó quebrado”, afirmó Biró, en alusión a su vínculo con las desaparecidas Southern Winds y LAPA.
El paro del transporte no es la única medida de fuerza que enfrenta el gobierno de Milei en estos días. Los trabajadores del Hospital Garrahan iniciaron una huelga de 48 horas en reclamo de un aumento salarial del 100%, lo que elevaría el sueldo inicial a $1.400.000. Además, exigen mejoras en las guardias de 24 horas y presentaron una denuncia por la reutilización de materiales de un solo uso. Este paro surgió luego de la renuncia del Consejo de Administración del Garrahan, solicitada por el ministro de Salud, Mario Lugones, debido a la decisión unilateral del Consejo de otorgar un bono de $500.000 a todo el personal del hospital pediátrico sin consulta previa con las autoridades gubernamentales.
Por otro lado, el sector educativo también mantiene sus propios reclamos. Los docentes universitarios rechazaron nuevamente la oferta salarial propuesta por el Ministerio de Capital Humano, dirigido por Sandra Pettovello. Como respuesta, este miércoles se convocó a una movilización frente al Congreso, coincidiendo con el tratamiento del veto presidencial sobre la ley de financiamiento universitario. A nivel nacional, también habrá jornadas de visibilización en las universidades.
En cuanto a la votación sobre el veto, el oficialismo, representado por La Libertad Avanza, cuenta con 80 votos a favor, aunque aún necesita cinco más para alcanzar el número necesario y consolidar la decisión de Milei. Mientras tanto, hay alrededor de diez diputados que no definieron su postura, lo que mantiene la incertidumbre sobre el futuro de esta ley clave para el financiamiento de las universidades argentinas.