Javier Milei está haciendo política. De la vieja, de la casta, de la nuestra.
El anarcocapitalismo se parapetó detrás del déficit cero. Y está dispuesto a tirarle a cualquier blanco que amenace el corazón de su proyecto político fundacional.
Con cierta ingenuidad y más soberbia creyó que podía lograr sus objetivos pateando el tablero. Asumió de espaldas al Congreso expresando su desprecio a la casta política que calentaba las bancas. Lo hizo el 10 de diciembre. Y volvió a mostrar su repugnancia al Poder Legislativo cuando el domingo 15 de septiembre se presentó a esgrimir los lineamientos del presupuesto en un recinto copado por los propios y aseguró que va a vetar cualquier ley que ponga en peligro su plan fundacional.
Fue al Congreso a decirles a los que estaban que su palabra, la del presidente con poder de veto, sería la última y definitiva independientemente de la dinámica parlamentaria.
Fue a decirle al Congreso que legisle lo que quiera pero que, si no le gusta, está dispuesto a vetar lo que sea como lo hizo con la ley de movilidad jubilatoria. Y como hará con la ley de financiamiento educativo y todas las que infrinjan la lógica libertaria. Fue a decirles que él no los necesita. Hizo el papel de un Cicerón moderno al que le atribuyó frases que el cónsul de la República Romana nunca dijo.
Pero entre el 10 de diciembre y el 15 de septiembre pasaron mucho más que nueve meses de gestión. La realidad se encargó de mostrarle al presidente Milei que iba a necesitar mucho más que gestos ampulosos, descalificaciones, gritos exagerados y desmesura para imponer sus ideas.
Y la política, la vieja política, sonrió piadosa. Lo estaba esperando hacia rato.
Milei como un chico caprichoso al que no le dejaron ganar el partido, aunque la pelota fuese suya, ante la alternativa de morir eligió adaptarse. Y así el darwinismo político se le impuso.
Milei diputados radicales
El Presidente Javier Milei recibió en Casa Rosada a los diputados nacionales Martín Arjol, Luis Picat, José Federico Tournier, Mariano Campero y Pablo Cervi. Participaron también del encuentro, la Secretaria General de la Presidencia, Karina Milei, el Presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, el Vicejefe de Gabinete del Interior, Lisandro Catalán, los Ministros de Defensa, Luis Petri, y de Seguridad, Patricia Bullrich, y el Subsecretario de Programación Federal y Articulación Legislativa, Martín Matzkin.
La foto de los cinco radicales con Milei en la Casa Rosada previa a la votación para ratificar el veto la fue la imagen de la victoria. No la victoria de Milei, que consiguió las voluntades necesarias para mantener el veto a la reforma previsional. Sino la victoria de la vieja política que le enrostró que la política es el arte de negociar, de la interlocución, de la toma y daca, de ceder para obtener. Y así, con esa foto la casta le dio la bienvenida. Semejante victoria de la casta es una ocasión para una celebración bien al estilo de la casta: un asado en Olivos, donde para que no se note tanto cada invitado se pagará su plato. Es probable que la suspensión que les aplicó la Convención Nacional de la Unión Cívica Radical no sea un obstáculo para que Mariano Campero, Martín Arjol, Luis Picat y Pablo Cervi se sienten a la mesa.
Graciela Camaño, ocho veces diputada de la nación y ex ministra de Trabajo de Eduardo Duhalde, no dudó en declarar que “Milei es mejor político que economista”. Y que la maniobra de romper a los radicales para conseguir el apoyo necesario para sostener el veto fue un ardid clásico. De manual de negociación, que el presidente utilizó como un alumno aplicado. “Milei se recibió de recontra Casta”.
Embed - Graciela Camaño: "Milei se recibió de recontra casta política"
¿Vieja política disfrazada de nuevas formas? Algo de esto ya habían vislumbrado los libertarios en medio de la negociación de la ley bases en el Senado. Que se consagró en el intercambio de un voto por una embajada en la Unesco para la legisladora neuquina Lucila Crexell. Sucedió cuando el presidente todavía tenía cierto pudor a la hora de hablar el mismo lenguaje que la casta que denostaba.
El presidente de la bancada de Unión por la Patria de la cámara de diputados, German Martínez, aseguró que el gobierno se encontró con muchos más obstáculos de los que esperaba. Sobre todo, en este largo período de gracia que cada vez es más corto. “El 24 de enero un paro general. Principios de febrero volvió la ley bases a Comisión. 24 de marzo multitudinaria marcha opositora en reclamo de Memoria Verdad y Justicia. 23 de abril marcha a favor de la universidad pública. Mitad de marzo el Senado de la Nación rechazó el DNU 70. La oposición avanzo con la ley jubilatoria. 1° de mayo marcha por el Día de Trabajo y a la semana segundo paro general. 12 de junio enorme manifestación en contra de la Ley Bases en el Senado que terminó con una represión salvaje. Después de todo eso el rechazo al DNU de los millones de dólares a la SIDE. Se encontró con una oposición articulada y con argumentos”, sostuvo el referente parlamentario de UxP aun cuando el peronismo logra ordenarse de cara a las elecciones del PJ el próximo noviembre.
Una de las dirigentes políticas más cercana a CFK confía en el ejercicio opositor unívoco respecto de “los delirios de Milei, aun cuando no aparezca un articulador para encauzar el desastre generado tras las elecciones y agudizado por las denuncias judiciales que enfrenta Alberto Fernández por haber agredido a su ex pareja Fabiola Yáñez”.
No fue casual la irrupción de la puesta en escena de una beligerancia sutil y coordinada entre el actual presidente y la ex chicaneándose por redes y discursos. Apenas unos roces para la tribuna. Nada muy profundo ni de un lado ni del otro.
¿Y mientras tanto por qué no habilitar conversaciones con el kirchnerismo? ¿Y mientras tanto por qué no habilitar conversaciones con el kirchnerismo?
Otra vez Javier Milei apeló al manual de la dirigencia vetusta y en lugar de romperlo, se lo aprendió de memoria. El alumno Milei salió a buscar a esa CFK que le resulta funcional a la hora de subir al ring. Ya lo había hecho Mauricio Macri. Ganan todos. ¿Y mientras tanto por qué no habilitar conversaciones con el kirchnerismo? Con ese kirchnerismo irresponsable al que responsabiliza por el desastre populista que sumió al país en la peor crisis de su historia. Pero al que a su vez necesita para imponer cuestiones sensibles de la agenda mileista. De las pocas que ocupan su interés fuera de la macroeconomía, claro.
Si la traición es parte de la curricula de la casta negociadora, Milei la cursó sin quejarse y los gobernadores dialoguistas fueron los principales perjudicados. Tras la foto del Pacto de Mayo firmado en julio en Tucumán y sin ningún avance a la vista sobre el Consejo de Mayo, se enteraron que de poco había servido el acercamiento y la buena predisposición. Y se enteraron por cadena nacional. Ahí, en un Congreso semivacío, Milei les hizo saber que el presupuesto 2025 contemplaba un ajuste cercano a los 60 mil millones de dólares. Ajuste que quedaba en cabeza de los jefes provinciales. Los que se resistieron a negociar con los interlocutores del primer mandatario, sonrieron aliviados. “No caímos en la trampa de poner la cara y salir con las manos vacías“, aseguró un gobernador del norte cuyo diálogo con el Ejecutivo se limita a cartas documento.
En este escenario, la vuelta del más político de los políticos del gabinete se vivió como un alivio. Sin Guillermo Francos, jefe de ministros y ministro del Interior ad hoc, el Gobierno vivió tres derrotas parlamentarias al hilo: perdió la presidencia de la Comisión Bicameral de Seguridad en manos del presidente del partido radical Martin Lousteau. Le rechazaron el DNU de fondos reservados a la SIDE. Y promulgaron la ley de movilidad jubilatoria que finalmente tuvo que vetar… seduciendo a los cinco radicales quien sabe con qué.
Y de a poco, entre las más de quinientas páginas del presupuesto presentado al filo del horario límite, aparecen sugestivos beneficios que harían más fácil para algunos legisladores acompañar con el voto la ley de leyes.
En este escenario y en palabras de Camaño sí, Milei se recibió de “recontra casta”.