Shakira, que en diciembre volverá a Uruguay para cantar en el Estadio Centenario luego de 14 años sin presentarse en el país, no es para nada una extraña en estas tierras, donde pasó varios veranos junto a su expareja, el argentino Antonio de la Rúa. Sin ir más lejos, a principios de este 2025 descansó algunos días en José Ignacio.
Lo que es menos conocido es que durante algunas de sus estadías en estas costas, el cocinero que "preparaba" sus alimentos durante las vacaciones era nada menos que Alejandro Astesiano, el excustodio de Luis Lacalle Pou condenado por delitos continuados de conjunción del interés personal y del público, asociación para delinquir, revelación de secreto y tráfico de influencias.
Lo contó el propio Astesiano, que este lunes fue invitado al programa de streaming Doping Positivo. Allí relató cómo llegó a trabajar en la chacra La Colorada, la residencia de De la Rúa en José Ignacio, y cómo disimulaba el hecho de que no sabía cocinar tan bien como lo requería su puesto.
"Me quería morir": cómo Astesiano terminó cocinando para Shakira y Antonio de la Rúa
El excustodio presidencial contó que recibió el llamado de una amiga, buscando un cocinero para una casa en Punta del Este, sin dar más detalles. "La amiga que me llama me dice 'vos cocinás bien', y yo no estaba seguro porque cocino bien pero no como para una mansión. Al final voy. Y cuando estoy yendo, el muchacho que me acompañaba a la casa me dice 'que bueno que vas a laburar a la casa de Shakira', me quería morir".
"Tenía cinco mujeres ayudándome en la cocina", relató Astesiano. "Pero yo no sabía cocinar cosas muy raras. Mi madre si. Entonces me llevé todas las revistas de cocina de mi vieja, las tenía abajo de la cama, y de noche estudiaba lo que iba a cocinar al otro día".
Sin embargo, y a pesar del estudio, había pedidos que escapaban a sus habilidades culinarias. "Querían que haga postres y no sabía ni batir un huevo. Entonces iba al supermercado, compraba el postre y se los daba como hecho por mí. Eso es ser uruguayo", bromeó.
Otra de sus trampas fue un cambio de horno cuando le encargaron unas empanadas hechas en un horno de barro que había en el predio de la chacra. La cercanía del horno a un lago artificial hacía que el área estuviera invadida de mosquitos. "Entonces cuando se fueron a dormir la siesta llevé todo al horno eléctrico de adentro y las hice ahí. Prendí un rato el horno de barro, tiré un poco de ceniza en las empanadas y me decían 'que rico, como te quedaron'".
"Shakira después se separó, y él se casó con una Miss Colombia, Daniela Ramos. Estuve tres temporadas en la casa de Antonito. Shakira estuvo los primeros cuatro, cinco meses", agregó Astesiano.