El Gobierno argentino lanzó esta semana el “Plan de Reparación Histórica de los Ahorros de los Argentinos”, una estrategia con la que busca blanquear los dólares que los ciudadanos del país vecino mantienen fuera del sistema financiero formal, mediante la reducción del control del Estado sobre las finanzas personales.
Bajo el eslogan “tus dólares, tu decisión”, en términos generales, el plan flexibiliza requisitos de información sobre extracción, transacciones y otras actividades y busca eliminar el control fiscal considerado "persecutorio", por parte del gobierno actual.
Las autoridades evitaron trasladar a cifras la expectativa que tienen respecto al ingreso de divisas al sistema bancario y financiero a partir de este plan. Desde el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) del país vecino, estiman que los dólares que los argentinos guardan “debajo del colchón” rondan los US$ 271.247 millones, según cifras del último trimestre de 2024 publicadas por el organismo.
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Luis Caputo, ministro de Economía de Argentina
Efectos en Uruguay y un plan que depende de la confianza
El anuncio fue bien recibido en el mundo empresarial, aunque entre los economistas del país vecino señalan que las medidas del gobierno no servirán para mover los "dólares del colchón".
En la misma línea, desde Adcap Grupo Financiero, indicaron que “dadas las medidas actuales” anunciadas por el gobierno, “es probable que cualquier remonetización en dólares sea solo marginal en el corto plazo”.
¿Qué efectos podrían tener estos cambios? ¿Y qué consecuencias puede tener en Uruguay, históricamente elegido por argentinos como refugio para su capital?
Según el economista de PwC, Ramón Pampín, cuántos más dólares ingresen en la economía formal de Argentina, “menor la fricción para abrir la puerta a una moneda (dólar) para permitir esa ´dolarización endógena´ y que los argentinos puedan luego elegir una economía bimonetaria (pesos y dólares en cantidad suficiente para que puedan realizar y elegir sus transacciones)”.
En relación al impacto sobre Uruguay, Pampín señaló que en el corto plazo, puede darse “una presión a la baja del tipo de cambio real con Argentina”, aunque descartó que esto tenga gran impacto.
Sin embargo, el economista de PwC evaluó que el verdadero cambio puede venir en el mediano o largo plazo. “Argentina tiene una institucionalidad compleja pero si se confirman y consolidan estos logros macroeconómicos, puede ser una aspiradora de capitales que impulsen su crecimiento”, señaló.
Si eso ocurriera, Pampín advirtió que Uruguay debe estar “atento” a ver en qué sectores “puede competir” con el país vecino por los capitales “y en cuáles complementar”.
Por su parte, la economista del Centro de Estudios para el Desarrollo (CED), Deborah Eilender, señaló que la efectividad del plan anunciado por Argentina “va a depender únicamente de la confianza que el gobierno logre transmitirle a la ciudadanía”. Y remarcó que el principal desafío del país vecino no es solo generar confianza hoy, sino asegurarla a futuro. Por ese motivo, detalló que el Ejecutivo argentino “trabaja en paralelo con un proyecto de ley que busca blindar este nuevo marco ante posibles cambios de gobierno”.
Tanto Eilender como Pampin coincidieron en que los efectos inmediatos en Uruguay serían moderados. De hecho, la economista del CED consideró que la salida del “cepo” cambiario y la convergencia cambiaria tuvieron un mayor impacto en Uruguay que este nuevo plan anunciado por el gobierno de Javier Milei.