En una industria todavía marcada por "trabas burocráticas y regulatorias", "especulación" de mercado y "escasa acción institucional", la empresa Fotmer Corporation busca seguir adelante en el negocio de producción y exportación de cannabis medicinal, luego de la crisis que atravesó en 2023 y que la llevó a presentarse a concurso de acreedores voluntario.
La compañía tiene su sede en Uruguay pero cuenta también con capitales de Estados Unidos y Canadá. Actualmente, se dedica a la producción y exportación de productos de cannabis medicinal con alto contenido de tetrahidrocannabinol (THC, el principal componente psicoactivo del cannabis) y tiene como mercados principales a Alemania, Israel y el Reino Unido.
En 2018, Fotmer comenzó con la producción de cannabis en invernaderos que estaban instalados en la ciudad de Nueva Helvecia, Colonia, y el desarrollo en el Parque de las Ciencias. Sin embargo, en 2022 uno de sus clientes principales -una empresa canadiense a la que le vendían el 70% de la producción y con la que tenían un contrato de exclusividad- incumplió el contrato comercial y arrastró a Fotmer a una crisis económica y financiera.
Eso llevó a la empresa a paralizar su producción y presentarse a concurso de acreedores voluntario, un proceso que duró aproximadamente un año.
“Nos pegamos un palo y terminamos en concurso. Estuvimos trabajando con el interventor durante un año, finalmente, llegamos a un acuerdo con los acreedores y se les empezó a pagar. Ahora estamos en otra etapa", contó a El Observador Javier Varela, director de operaciones de la compañía.
Con el foco puesto principalmente en el mercado alemán, ahora Fotmer volvió a operar con una nueva planta centralizada en el Parque de las Ciencias y es uno de los pocos actores locales que sigue activo en una industria que se ha ido desinflando.
Al día de hoy, según datos del Instituto de Regulación y Control del Cannabis (Ircca), hay 12 licencias de cultivo de cannabis para uso medicinal que están vigentes, de las cuales la mitad vencen este año y la otra mitad en 2026. En tanto, hay otras seis licencias que fueron revocadas, dos que están suspendidas y otras cuatro vencidas.
Con destino a la industrialización de cannabis, hay siete licencias vigentes actualmente, de las cuales tres de ellas vencen este año y cuatro en 2026. Mientras que hay otras 14 licencias vencidas, suspendidas y revocadas.
Nueva planta en Parque de las Ciencias
Tras el golpe económico y financiero que sufrió Fotmer, la compañía decidió reestructurar por completo su modelo operativo. Si bien su operación estaba dividida entre la zona franca de Nueva Helvecia y el Parque de las Ciencias en Canelones, ahora tomó la decisión de reestructurar por completo su modelo operativo y abandonar las instalaciones que tenían en Colonia.
“Estamos llevando adelante un plan de transformación. Hace un año y poco comenzamos con la mudanza y el cambio del sistema de producción hacia Parque de las Ciencias. Ahora el objetivo es que esté todo centralizado ahí”, detalló Varela.
La empresa está finalizando las obras y a la espera de la habilitación de su nueva planta por parte del Ministerio de Salud Pública (MSP). A su vez, trabaja para obtener la certificación europea, con visitas sanitarias programadas desde Alemania para los meses de agosto o setiembre.
El cambio normativo que hizo Alemania y que ayudó a Uruguay
A inicios del año pasado, Alemania flexibilizó su normativa sobre el cannabis medicinal y significó una nueva oportunidad para la producción uruguaya.
“Nosotros ya estábamos en el mercado y eso nos jugó muy a favor porque ya habíamos roto las barreras burocráticas que tiene esta industria y la tramitación de los permisos en un lado y en otro que es lo que lleva más tiempo. Comercialmente nos fue muy bien, colocamos todo el stock que teníamos de (lo producido en) Nueva Helvecia y hoy ya tenemos contrato firmado para la nueva producción que comienza a mitad de año”, señaló Varela.
Una industria "quieta", que especula y un Estado "estático"
Pese al nuevo impulso que recibió Fotmer desde Alemania, Varela ve un panorama general apagado: “el resto del sector está muy quieto. En la parte de THC debe haber hoy dos o tres cultivadores más, no mucho más que eso y en otros sectores como el del CBD que alguna vez fue el más demandado, prácticamente han desaparecido del mapa todas las empresas”.
De acuerdo con Varela, la industria en Uruguay "depende mucho" de factores exógenos como por ejemplo, las reglamentaciones de otros países que habilitan o trancan nuevos mercados. "Estamos siempre en esos vaivenes. A nosotros nos ayudó haber mantenido las buenas relaciones comerciales con Europa, haber sido siempre bien referenciados allá y también a nivel interno de la empresa, haber tenido un apoyo de los accionistas en los momentos malos esperando a que viniera el envión de nuevo", contó el ejecutivo.
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Fotmer Corporation
Entre los motivos que han llevado a esa quietud de la industria, Varela mencionó que las "dificultades regulatorias" siguen siendo una de las principales barreras en Uruguay. “Las trabas siguen igual. Tenés que seguir explicando lo mismo una y otra vez para que se puedan aceitar ciertos procesos. El apoyo institucional del Estado, esté quién esté en el gobierno, está estático. Eso no incentiva el crecimiento”, agregó.
Además, mencionó que escándalos como el de la empresa Boreal -que se declaró en concurso en medio de una denuncia por estafa hecha por inversores de Canadá contra el representante de la firma en Uruguay, Gonzalo Aguiar-, o la retirada de las operaciones en Uruguay de la multinacional Aurora, afectaron la percepción pública de la industria y eso, según Varela repercute cuando se busca inversión extranjera.
“Hay mucha burbuja y especulación en esta industria. Casos como los de Boreal se sienten, sí, sin dudas. Hay muchos vaivenes pero nosotros seguimos de pie", concluyó Varela.