5 de diciembre 2025 - 14:37hs

El PSOE ha suspendido cautelarmente de militancia a Antonio Navarro, secretario general de la formación en Torremolinos (Málaga), tras la denuncia presentada por una militante que lo acusa de acoso sexual.

El partido ha abierto un expediente disciplinario en su contra, una decisión adoptada tras la apertura de diligencias preprocesales por parte de la Fiscalía de Violencia sobre la Mujer.

Mensajes y tocamientos no deseados

Según la denunciante —una militante del PSOE en Torremolinos—, desde el último trimestre de 2021 recibió “mensajes de contenido sexual, insinuaciones y proposiciones no deseadas ni consentidas”, junto a tocamientos no consentidos, tanto en horario laboral como fuera de él.

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El acoso, según su testimonio, generó un “ambiente intimidatorio, degradante y humillante”.

La mujer había comunicado internamente los hechos en junio de 2025, y nuevamente en octubre, pero asegura que no obtuvo respuesta. Ante la falta de medidas, decidió presentar la denuncia ante la Fiscalía en noviembre.

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Medidas del PSOE y posibilidad de cargos

En un comunicado, la dirección del PSOE de Málaga reclamó a la Ejecutiva Federal la suspensión cautelar de militancia de Navarro y la entrega de sus cargos institucionales, como concejal en el Ayuntamiento de Torremolinos y diputado provincial.

La resolución interna del partido considera que los hechos denunciados podrían constituir faltas graves y muy graves según los artículos 85.j y 86.i del Estatuto Federal, al contravenir los principios éticos del PSOE y dañar su imagen.

Navarro tendrá un plazo de diez días para presentar alegaciones ante la Comisión Federal de Ética y Garantías del PSOE, que deberá evaluar las pruebas y decidir sobre sanciones definitivas.

Un nuevo capítulo tras el escándalo del exasesor de Moncloa

Este caso se suma a la crisis interna abierta en el PSOE por las denuncias que pesan contra Francisco Salazar —exasesor del presidente Pedro Sánchez en Moncloa— también por acoso sexual.

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Muchos críticos señalan que la reincidencia de denuncias públicas abre profundas dudas sobre la capacidad del partido para prevenir y responder a agresiones de este tipo, incluso cuando las víctimas son militantes.

El nuevo expediente promete, de confirmarse las acusaciones, reavivar el debate sobre la cultura interna en el PSOE, sus protocolos de protección, y la necesaria reparación y respaldo a las mujeres que denuncian.

FUENTE: El Observador

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