La Comisión Europea ha presentado una serie de medidas de salvaguardia destinadas a proteger a los agricultores europeos frente a las consecuencias del acuerdo de libre comercio entre la Unión Europea y el bloque del Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay).
La iniciativa busca disipar las preocupaciones del sector agrícola europeo, especialmente en países como Francia, que ha sido uno de los principales opositores al tratado.
Investigaciones por solicitud de Estados miembros, iniciadas en un plazo máximo de 21 días si hay fundamentos suficientes.
Medidas de salvaguardia provisionales activadas rápidamente en los casos más urgentes.
Duración máxima de las investigaciones: 4 meses desde su inicio.
Ratificación pendiente del reglamento por parte del Parlamento Europeo y los gobiernos de los Estados miembros mediante procedimiento legislativo ordinario.
La Comisión Europea espera que estas salvaguardias robustas allanen el camino para la aprobación definitiva del tratado antes de finales de 2025, durante la presidencia pro tempore de Brasil en el Mercosur.
Un acuerdo histórico
El tratado entre la UE y el Mercosur, que aspira a crear la mayor zona de libre comercio del mundo con más de 700 millones de personas, comenzó su proceso de ratificación en septiembre.
Sin embargo, el pacto ha generado críticas por parte de sectores agrícolas europeos que temen una competencia desleal debido a las diferencias en los estándares de producción.
Francia, en particular, ha expresado su oposición por considerar que el acuerdo pone en riesgo su industria ganadera, avícola y de biocombustibles. En contraste, países como Alemania apoyan el tratado por las oportunidades económicas que representa, especialmente en el contexto de tensiones comerciales globales.
Vigilancia reforzada y acción rápida
Para calmar los ánimos y garantizar que los agricultores no queden desprotegidos, Bruselas ha propuesto una regulación que permitiría una reacción ágil ante cualquier impacto negativo, con un sistema de vigilancia continua y mecanismos para reimponer aranceles si se detectan daños graves en el mercado europeo.
El comisario de Agricultura, Christophe Hansen, subrayó que la Comisión está lista para actuar "de manera rápida y decisiva" si la situación lo requiere, a fin de proteger los intereses del sector agroalimentario europeo.
FUENTE: El Observador