El consejero de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación de Cataluña, Òscar Ordeig, informó este domingo que el brote de peste porcina africana (PPA) detectado hace nueve días en la provincia de Barcelona se encuentra bajo control. No se han registrado nuevos casos positivos en las últimas horas y se considera logrado el objetivo de contención del foco.
Ordeig explicó que esta situación permitirá, en los próximos días, avanzar en la reapertura de los mercados internacionales a los productos porcinos catalanes. No obstante, pidió no bajar la guardia frente a la enfermedad, que no representa un riesgo para los humanos pero sí afecta gravemente a los animales.
Investigación en curso sobre el origen del brote
Las autoridades de Cataluña han ampliado la investigación a varios centros que trabajan con el virus de la PPA en un radio de 20 kilómetros alrededor del foco, incluyendo al laboratorio de investigación animal IRTA-CReSA. El presidente de la Generalitat, Salvador Illa, confirmó que la investigación alcanza actualmente a “no más de cinco” laboratorios situados en las inmediaciones del lugar donde se detectaron los primeros casos.
El origen del brote podría estar relacionado con un escape de laboratorio, según una hipótesis que surgió tras un informe del Centro de Investigación en Sanidad Animal (CISA-INIA), laboratorio de referencia de la UE. Dicho informe señala que el genoma del virus detectado no coincide con las cepas activas en Europa, pero sí se asemeja a una cepa hallada en Georgia en 2007, utilizada en estudios experimentales.
Afectación limitada a fauna silvestre
Los primeros casos fueron detectados el pasado viernes en dos jabalíes muertos. Desde entonces, se han confirmado trece casos en fauna silvestre, pero hasta el momento no hay evidencias de que el virus haya alcanzado las granjas de cerdos de la zona, lo que ha sido valorado positivamente por el sector y las autoridades.
El sector porcino español, uno de los principales exportadores de la Unión Europea, ha mantenido su flujo comercial sin restricciones significativas hasta ahora. No obstante, el nuevo brote ha reavivado la preocupación en torno al impacto potencial de esta enfermedad sobre la economía ganadera.
Primera aparición en más de tres décadas
España no registraba casos de peste porcina africana desde hace 31 años. Debido a ello, las administraciones han incrementado los controles y medidas de prevención para evitar una propagación del virus, que representa una seria amenaza para la sanidad animal y la economía del sector.
Las autoridades continúan con la vigilancia epidemiológica, mientras los equipos científicos analizan posibles vías de introducción del virus en territorio español. Se espera que las próximas semanas sean clave para esclarecer el origen y garantizar la contención definitiva del brote.