El expresidente de Francia Nicolas Sarkozy ingresó este martes a la prisión de La Santé, en París, tras ser declarado culpable de financiar ilegalmente su campaña desde Libia.
La condena de cinco años que deberá cumplir el exmandatario en el centro de reclusión más seguro del país la transitará en una celda en la sección de aislamiento. Ubicada en el distrito 14 de la capital francesa, entre la Place d'Italie y la estación de tren de Montparnasse, la habitación de 9 m² contará con un refrigerador, una estufa, un televisor y un teléfono fijo colgado en la pared.
Además, se sumará una cama individual y otra cama en el suelo (aunque no habitada), para los reclusos, quienes señalaron días atrás en diálogo con la prensa local la existencia de "problemas que vemos es la salida del calor de la ducha o la cocina".
"Está empezando a hinchar las paredes", denunciaron reclusos de la prisión de La Santé donde Nicolas Sarkozy cumplirá la condena de cinco años.
La prisión de Santé está significativamente sobrepoblada, más que otros centros de detención preventiva de Francia. Según el último censo del Observatorio Internacional de Prisiones citado por el periódico local Franceinfo, alberga a 1237 reclusos para una capacidad de 657 plazas. Entre ellos, los llamados reclusos vulnerables, como Nicolas Sarkozy, representan una treintena, o menos del 3%.
El exjefe de Estado tendrá tres horas de visita semanales y dos paseos diarios. Además, la oportunidad, desde la primera hora de su encarcelamiento, de solicitar la libertad provisional ante la Sala de Apelaciones Penales.
En cuanto a las actividades diarias, exempresario Pierre Botton, quien estuvo dos veces encarcelado en la prisión de La Santé, aseguró que "es probable que le resulte largo el tiempo"
"No tienes ninguna actividad, solo tienes una hora para hacer deporte. Estás solo en tu celda y solo tienes hora y media para caminar", repasó.