A menos de un año de las elecciones parlamentarias y presidenciales, Colombia ya se internó en una campaña electoral marcada por un clima de crispación e incertidumbre. El movimiento que lidera el presidente Gustavo Petro busca recomponerse mediante la unificación del Pacto Histórico como partido único y una consulta interna que defina su candidatura presidencial. En paralelo, una oposición fragmentada pero en ascenso comienza a perfilar candidaturas que intentarán capitalizar el desgaste del oficialismo.
La fotografía más reciente la ofrece la encuesta de Guarumo y Ecoanalítica, citada por El Tiempo y realizada entre el 1 y el 5 de julio. El senador Miguel Uribe, hospitalizado tras sufrir un atentado y figura estelar del partido de derecha Centro Democrático —fundado por el expresidente Álvaro Uribe— encabeza la intención de voto con 13,7%. Le siguen la periodista Vicky Dávila, también en las filas de la derecha, con 11,5%; el exministro Gustavo Bolívar, representante del oficialismo, con 10,5%; y el exalcalde de Medellín Sergio Fajardo, quien representa el centro político, con 8,7.
Gustavo Petro, el primer presidente de izquierda en la historia de Colombia, encara la recta final de su mandato con una popularidad cercana al 30%. Llega a este tramo con reformas que se han estancado o ralentizado ante un Congreso adverso, un déficit fiscal en aumento y el fracaso de su política de “paz total”, desbordada por la creciente violencia en regiones como el Catatumbo.
Gustavo Petro. EFE.webp
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La continuidad del proyecto luce frágil, por lo que el Pacto Histórico —la coalición de movimientos de izquierda que respalda a Gustavo Petro— ha decidido concurrir a las elecciones parlamentarias del 8 de marzo de 2026 como un partido único, con el objetivo de reforzar sus probabilidades de conservar una presencia relevante en el Congreso.
La urgencia por sentar las bases de un partido robusto responde a un diagnóstico nítido: las elecciones regionales de 2023 configuraron un freno abrupto al avance del Pacto Histórico. Las principales alcaldías y gobernaciones quedaron en manos de figuras asociadas a estructuras tradicionales o respaldadas por ellas. El revés fue contundente y simbólico.
Andrés Felipe Agudelo, profesor del programa de Ciencias Políticas de la Universidad de La Sabana en Colombia, explica a El Observador USA que, si bien en el pasado ha existido coordinación entre movimientos de izquierda, esta es la primera vez que se conformará un partido en torno a una figura específica: la del presidente Gustavo Petro. La unificación, añade, implicará la desaparición —al menos temporal— de varios movimientos, incluido el Partido Comunista, que cuenta con una larga trayectoria.
“Es una forma en la que la izquierda democrática busca reorganizarse. Lo que interpreto con la unificación del Pacto Histórico para las elecciones legislativas es que se están preparando para una debacle electoral, como la que vivieron en las elecciones regionales. Necesitarán una trinchera que, posiblemente, será el Congreso”, dice Andrés Agudelo.
El candidato presidencial
Marcha contra Petro en Colombia. AP.webp
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La Constitución le impide a Gustavo Petro optar por la reelección, por lo que el Pacto Histórico elegirá, el próximo 26 de octubre y mediante una consulta interna abierta a sus bases, a su candidato presidencial. Posteriormente, el ganador participaría en una segunda consulta, esta vez junto a aspirantes de otras fuerzas políticas, con el objetivo de conformar lo que Petro ha denominado el Frente Amplio, que concurriría con un candidato único a las elecciones del 31 de mayo de 2026.
La fotografía de Guarumo y Ecoanalítica indica que, en este momento, Gustavo Bolívar sería el favorito para imponerse en la consulta interna del Pacto Histórico. De origen humilde, Bolívar alcanzó la fama al escribir y adaptar a la televisión la serie Sin tetas no hay paraíso, a la que siguieron títulos como El Capo y Tres Caínes. Su carrera como libretista dio un giro cuando ingresó a la política de la mano de Gustavo Petro: fue senador, dirigió la entidad encargada de los subsidios sociales y se postuló a la alcaldía de Bogotá en 2023, sufriendo una dura derrota.
Su aspiración no cuenta con el respaldo de Petro. En declaraciones a Blu Radio, Gustavo Bolívar reconoció que “el presidente me dijo que necesitamos un candidato más convocante, que pueda atraer a sectores del centro y de la política tradicional”.
Petro estaría apostando por una coalición diversa, capaz de desplazarse hacia el centro del espectro político, similar a la que lo llevó al poder. “El presidente sabe que solo con el Pacto Histórico no se gana”, confesó Gustavo Bolívar, aunque matizó: “Le dije al presidente: déjeme jugar. Si aparece un candidato más fuerte, yo me bajo. Pero hoy las encuestas dicen otra cosa”.
Movilización en Colombia por las reformas en trabajo y salud.jpg
Derecha y centro
Tras la salida de Iván Duque del poder, con una imagen desfavorable para dos tercios de los colombianos, la derecha agrupada en el partido Centro Democrático y englobada bajo el concepto del “uribismo” se debilitó notablemente. Sin embargo, Andrés Agudelo sostiene que “es una fuerza política considerable”.
El pasado 7 de junio, el senador Miguel Uribe —la figura del uribismo con mayor intención de voto— recibió tres disparos durante un mitin en un barrio de Bogotá. Permanece en estado crítico, por lo que la incertidumbre sobre su participación en la contienda electoral es muy elevada.
El senador y precandidato a la presidencia colombiano Miguel Uribe Turbay. EFE.webp
El senador y precandidato a la presidencia colombiano Miguel Uribe Turbay.
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En este contexto de reconfiguración gana visibilidad la figura de Vicky Dávila, quien irrumpe en el escenario electoral sin trayectoria previa en la política partidaria, lo que ha llevado a algunos a presentarla como una outsider, potencial encarnación de un fenómeno de derecha similar al de Javier Milei en Argentina. Durante décadas, construyó una carrera en medios de comunicación como periodista de televisión y radio, y como directora de la revista Semana.
No obstante Andrés Agudelo señala que si bien Vicky Dávila es un nombre nuevo en la arena electoral “es una figura que ya tenía peso y representatividad como opositora al presidente Petro, desde los micrófonos y la revista Semana. Al parecer está respaldada por conglomerados económicos y mediáticos. No la observo como alguien distante del expresidente Uribe”.
En el centro del espectro político destaca el nombre de Sergio Fajardo, matemático de formación, exalcalde de Medellín, exgobernador de Antioquia y candidato presidencial por la Coalición Centro Esperanza en la última elección. En un contexto donde el uribismo ha perdido fuerza y el petrismo atraviesa un marcado desgaste, en teoría este podría ser su momento.
Vicky Dávila. EFE.webp
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Para Andrés Agudelo, Sergio Fajardo encarna una figura atípica en medio de un clima político caldeado, marcado por la confrontación, el insulto y la polarización. Su perfil sereno contrasta con la atmósfera dominante, y en teoría, podría abrirle espacio en el electorado. Sin embargo, advierte el politólogo, “una cosa es gobernar y otra muy distinta es ganar elecciones” y Fajardo ha sido reacio a tejer alianzas con líderes de otras fuerzas.
Aunque el desgaste del uribismo y del petrismo podría generar un momento propicio, Andrés Agudelo recuerda que el voto de opinión, aunque decisivo en ciudades como Bogotá, tiene menos peso en regiones donde predominan otras lógicas electorales. “No creo que sea imposible —concluye—, pero con la foto de hoy la tiene cuesta arriba”.
La campaña electoral colombiana arrancó con liderazgos debilitados, figuras emergentes y un sistema de partidos que busca reacomodarse frente a una opinión pública volátil. El mapa es incierto, pero las piezas ya están en movimiento.