La cruzada de Donald Trump contra las universidades estadounidenses por sus políticas de diversidad, equidad e inclusión (DEI) y su respuesta a las protestas propalestinas alcanzó a la Universidad de California, Los Ángeles (UCLA). El gobierno suspendió fondos por 584 millones de dólares a la institución, la primera estatal en sufrir las presiones del republicano.
"La suspensión de estos fondos no solo supone una pérdida para los investigadores que dependen de subvenciones fundamentales. Es una pérdida para todos los estadounidenses cuyo trabajo, salud y futuro dependen de nuestra innovadora investigación y becas", señaló el miércoles el rector Julio Frenk en una carta a la comunidad.
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La cifra comunicada a la universidad fue casi el doble de la estimada inicialmente, cuando el Departamento de Justicia anunció la semana pasada que la estaba investigando por supuestas conductas antisemitas en el campus. Según las autoridades, la UCLA violó una serie de normas "al actuar con indiferencia deliberada y crear un entorno educativo hostil para los estudiantes judíos e israelíes".
El anuncio sobre la suspensión de fondos se da después de que la UCLA llegara a un acuerdo de 6 millones de dólares con tres estudiantes y un profesor judíos, que demandaron a la universidad, a la que acusaron de permitir que los manifestantes propalestinos bloquearan su acceso a clases y otras áreas en el campus, informó la agencia AP.
La respuesta de la universidad
El nuevo presidente de la Universidad de California (UC), James B. Milliken, dijo que la institución acordó mantener conversaciones con la administración sobre las acusaciones contra la UCLA.
"Estos recortes no contribuyen en nada a combatir el antisemitismo", afirmó en un comunicado. "Es más, parece que se ha ignorado el extenso trabajo que la UCLA y toda la Universidad de California han realizado para combatir el antisemitismo", añadió.
"Los recortes supondrían la sentencia de muerte para el trabajo innovador que salva vidas, hace crecer nuestra economía y fortalece nuestra seguridad nacional. Lo mejor para nuestro país es que se restablezca la financiación", aseguró. Por eso, dijo que el objetivo inmediato de la UC es recuperar esos 584 millones de dólares "lo antes posible".
El mexicano Frenk, que el año pasado se convirtió en el primer latino en dirigir la UCLA, había declarado previamente: "El antisemitismo no tiene lugar en nuestro campus, como ninguna otra forma de discriminación". "Reconocemos que podemos mejorar y estoy comprometido a hacerlo", señaló el rector, cuyo padre era judío y huyó de la Alemania nazi.
UCLA - Julio Frenk
El mexicano Julio Frenk es el primer latino en estar al frente de la UCLA
La avanzada de Trump contra las universidades
Desde que asumió en enero, el presidente Trump emprendió una cruzada contra las políticas DEI que regían tanto en el gobierno como en empresas privadas o instituciones educativas, como las universidades, en el marco de su agenda "anti-woke". Hasta ahora, los recortes de fondos habían afectado a varias instituciones educativas privadas, especialmente universidades Ivy League como Harvard o Columbia.
El mes pasado, la Universidad de Columbia acordó pagar 200 millones de dólares al gobierno a lo largo de tres años, lo que cierra varias investigaciones oficiales. Además pagará 21 millones de dólares para poner fin a las demandas sobre violaciones a los derechos civiles de empleados judíos que se registraron tras el ataque de Hamás contra Israel del 7 de octubre de 2023.
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AFP
Durante meses, Trump había mantenido una pulseada con la institución de elite, a la que había amenazado con recortar 400 millones de dólares en fondos federales y con retirarle la acreditación si no modificaba sus políticas de diversidad y actuaba contra el antisemitismo en el campus.
"Otras tantas instituciones de educación superior que han perjudicado a tanta gente, han sido tan injustas y han malgastado fondos federales, en su mayoría procedentes de nuestro gobierno, serán las próximas", advirtió Trump.
Columbia fue la primera universidad en llegar a un acuerdo negociado con el gobierno para recuperar la financiación federal. La Universidad de Harvard, que en general se plantó ante las exigencias del republicano, demandó al gobierno por el recorte de fondos y por revocarle el derecho a matricular estudiantes extranjeros.