Francia desplegó a su ejército durante este jueves en Nueva Caledonia, un territorio del Pacífico en estado de emergencia tras cuatro días de disturbios que dejaron cientos de heridos y cuatro muertos, además del deceso accidental de un gendarme -militar encargado de la vigilancia de las fronteras terrestre.
Las protestas estallaron en respuesta a una reforma del censo electoral promovida por el gobierno francés que, según los líderes del pueblo indígena canaco, reducirá su influencia en las instituciones de este territorio.
Desde el lunes, este archipiélago ha sido escenario de enfrentamientos entre manifestantes y policías, saqueos de comercios, incendios de edificios públicos o escuelas y tiroteos.
La noche del miércoles fue "menos violenta" que las dos anteriores, aunque se produjeron "enfrentamientos muy importantes", según Louis Le Franc, representante del Estado en ese territorio colonizado por Francia a mediados del siglo XIX.
La situación empujó al presidente francés, Emmanuel Macron, a decidir imponer un régimen de excepción, que entró en vigor a las 5:00 del jueves y que permitirá restringir la libertad de circulación y de reunión.
Por su parte, el primer ministro, Gabriel Attal, anunció el despliegue del ejército "para proteger los puertos y el aeropuerto de Nueva Caledonia", la aplicación de un toque de queda y la prohibición de TikTok que, según él, está siendo usado por los "alborotadores".
Las autoridades francesas indicaron que cuatro personas murieron, entre ellas un gendarme de 22 años baleado, y "cientos" resultaron heridas, incluidos 64 agentes de las fuerzas de seguridad.
Este jueves murió otro gendarme, alcanzado por un "disparo accidental" de un compañero, informaron las autoridades, que indicaron que más de 206 personas fueron arrestadas en el archipiélago, de 270 mil habitantes.
Emmanuel Macron denunció la violencia pero abogó por "reanudar el diálogo político", y propuso a los diputados del territorio una reunión por videoconferencia este jueves para abordar la situación.
Sin embargo, Attal condicionó ese diálogo a un restablecimiento del orden en el territorio.
"No lo considero saqueo"
En la capital del archipiélago, Numea, todavía se escuchaban disparos el jueves por la mañana. En un barrio desfavorecido en el norte de la ciudad, una gran cantidad de comercios habían sido destruidos, constató un periodista de la AFP.
"Venimos a recoger lo que hay en las tiendas para comer. Luego ya no nos quedará ninguna tienda. Necesitamos leche para los niños. No lo considero saqueo", dijo a AFP una vecina, que pidió el anonimato.
Las protestas comenzaron el lunes cuando la Asamblea Nacional empezó a debatir en París la reforma del censo electoral.
La propuesta recibió luz verde de los diputados el miércoles poco después de medianoche pero todavía tiene que ser aprobada por el Senado para entrar en vigor.
Actualmente, solo los votantes inscritos en 1998 y sus descendientes pueden participar en las elecciones regionales del archipiélago, situado a unos 1.200 kilómetros al este de la costa de Australia. La reforma prevé incluir a las personas radicadas allí desde hace diez años.
Los independentistas consideran que la ampliación del censo reducirá la influencia proporcional de los pobladores originarios canacos en las instituciones.
Con información de AFP