Dólar
Compra 38,90 Venta 41,40
1 de agosto 2025 - 5:00hs

La urbanización de Montevideo se fue extendiendo como un mantel sobre el territorio original y cubrió con calles y edificios lo que antes era tierra y agua. Pero la irregularidad del terreno que quedó debajo de esa tela de pavimento todavía se percibe en la ciudad.

Está en las avenidas que cruzan Montevideo por donde antes estaban las cuchillas y está en las calles por las que corre el agua cuando llueve y que antes eran arroyos.

La propia Avenida 18 de Julio –que va desde Ciudad Vieja hasta Tres Cruces– se construyó sobre la llamada Cuchilla Grande, al igual que la Avenida José Belloni –que va desde el cruce con Ruta 66 en el límite entre Canelones y Montevideo hasta Maroñas– y que solía llamarse como la cuchilla.

Más noticias
20250408 Vista de la Avenida 18 de julio y la bicisenda vacia, centro, tránsito, autos.

"Estas conocidísimas vías de tránsito actuales no son ni más ni menos que los trazados utilizados en la antigüedad por los carreteros que debían encontrar los itinerarios y pasajes que fueran menos propensos a interrupciones por inundación", dice el doctor en Ciencias y Master en Cartografía, Carlos Paolino, en su texto Algunos arroyos y cañadas escondidos de nuestro Montevideo.

Y por el lado de los anteriores cursos de agua, las calles que los suplen mantienen algunas de sus características. Paolino señala que en un día de lluvia la calle Arroyo Grande es un verdadero "arroyo grande". El "pavimentado en sí lo que hizo fue regularizar el fondo o cauce del antiguo arroyo, algo que (...) podrá homogeneizar los recorridos, pero que en definitiva los cauces seguirán siendo los mismos porque es evidente que contra la topografía no se puede ir", dice el texto publicado en el libro Montevideo: Aportes para su estudio del Instituto Histórico y Geográfico del Uruguay.

En entrevista con El Observador, Paolino aporta otro ejemplo: el de la calle Soriano. "Si te dijera que era una cañada en las épocas coloniales, cuando era extramuros, te va a llamar la atención. Pero alcanza con pararte en la esquina de Paraguay y ver que viene todo cuesta abajo".

Aunque algunos cursos de agua ya no existen, más que como fantasmas que vuelven en forma de lluvia sobre el pavimento, otros siguen debajo de la ciudad. Ese es el caso del Arroyo de los Pocitos.

Al respecto, un informe de 2021 de la Intendencia de Montevideo bajo el título de Plan Especial de Ordenación, Protección y Mejora de Pocitos decía que "Los cursos de agua existentes al inicio del proceso de urbanización han sido canalizados y entubados a lo largo de la historia, respondiendo al paradigma propio de 'modernización' urbana que se desarrolló a comienzos del SXX".

Hasta la década de 1920, el Arroyo Pocitos seguía siendo visible, como muestra una foto del Centro de Fotografía de Montevideo.

Imagen del Arroyo de Los Pocitos de la década de 1920 extraída del sitio del Centro de Fotografía de Montevideo

Hay otros cursos de agua que fueron entubados, pero que siguen debajo de la ciudad. "Lejos de desaparecer, estos arroyos y cañadas continúan su curso bajo nuestras calles, permaneciendo invisibles en el día a día", dice, por otra parte, un texto publicado recientemente por el Núcleo Interdisciplinario Aguas Urbanas de la Universidad de la República (Udelar).

El proyecto de la Udelar realizó también un mapa de "las cañadas que no vemos":

Mapas de "Las cañadas que no vemos" realizado por el Núcleo Interdisciplinario Aguas Urbanas de la Universidad de la República

Pero más allá de mapas, lo que está debajo de la ciudad se hace evidente en ciertas situaciones. Por ejemplo, cuando hay lluvias intensas y los sistemas de drenaje colapsan y hay inundaciones. Una zona clásica donde sucede es en La Paz y Rondeau. Por la primera calle pasaba antes la cañada de Los Migueletes.

El Master en Cartografía, Carlos Paolino, explica que las inundaciones allí son algo lógico porque se trata de la parte más baja de toda la zona. Además, indica que la rambla se construyó a dos metros por encima del nivel para frenar el choque de las olas. "Así que la rambla quedó más alta y cuando el agua llega es una piscina".

"No digo esto con ningún cariz ni político ni ideológico, pero me molesta cuando la gente opina y dice que las calles se llenan de agua porque la intendencia no limpia...", cuestiona Paolino.

"O cuando la gente dice: 'no hacen desagües'. ¿Por dónde los harían? Si los técnicos que están para eso no han podido encontrar la solución, nosotros desde casa no sé cómo haríamos", continúa.

Los arroyos que siguen

Si bien muchos arroyos dejaron de ser visibles en Montevideo, o dejaron de existir, otros se mantienen, como el Arroyo Miguelete y el Pantanoso. ¿Por qué la urbanización no pasó por ellos también?

Paolino explica que estos cursos de agua son una necesidad. "Si están como los dos principales arroyos dentro de Montevideo, es porque son las cuencas más bajas y todo lo que baja tiene que ir a un reservorio. Fueron las grandes arterias a las cuales se vertían las aguas que desembocaban después en el Río de la Plata", indica el experto.

20240816 Arroyo Miguelete. (7).jpg

¿Y ya están a salvo los cursos de agua que sobrevivieron o el proceso de urbanización podría continuar en la capital uruguaya hasta taparlos? Paolino se inclina por la primera opción.

Pone el ejemplo de los Bañados de Carrasco. Montevideo se fue desarrollando hacia el este, hasta el punto de extenderse hacia Canelones. Sin embargo, la zona de los bañados está vacía –aunque hay un proyecto privado que quiere urbanizar 226 hectáreas y que el anterior intendente Mauricio Zunino pidió a la junta de ediles que se declarara de interés departamental, según informó Búsqueda–.

Ahora "a nadie se le va a ocurrir venir a tirar camiones de tierra", asegura Paolino. De todas formas, recuerda que en un momento se habían intentando secar los bañados.

Bañados de Carrasco

"Se hicieron una serie de canales para que se fuera el agua y que el terreno se pudiera aprovechar. Pero como los bañados están desde los orígenes del mundo cumplen una función purificadora. Y están más abajo que el terreno que los rodea, por eso se llenan", sostiene el doctor en Ciencias y Master en Cartografía.

Aquella iniciativa, según Paolino, no funcionó. "Nunca se terminó de secar porque llovía y se volvía a llenar de agua".

Temas:

Montevideo Arroyo

Seguí leyendo

Te Puede Interesar

Más noticias de Argentina

Más noticias de España

Más noticias de Estados Unidos