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¿Correr o caminar?

La consigna primordial es estar en movimiento, pero a veces cada uno debe evaluar qué tipo de ejercicio es el adecuado según las limitaciones físicas o, incluso, los horarios que tenga
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02 de agosto de 2016 a las 05:00

Por Leonardo Yozzi

En la actualidad, hay una tendencia a que todo sea más cómodo, más accesible, con menor esfuerzo. Este marcado comportamiento nos pone de cara a patologías principalmente causadas por este perfil sedentario que la sociedad va adquiriendo. Por suerte, en los últimos años ha surgido una fuerte concientización acerca de la importancia de tener un estilo de vida saludable y se puede observar en el mayor volumen de personas que comenzaron a ejercitarse de forma regular.

Es así, que en la mayoría de los casos el mejor medio para ponerse en movimiento sea la caminata o la corrida, ya que ambas son de pocas exigencias en cuanto a indumentaria, lugar, horario y costo. En este artículo queremos expresar algunas características que ayuden a visualizar las principales ventajas y desventajas de cada una de las prácticas, para así ayudar al lector a elegir la más apropiada según su condición y objetivos.

Pros y contras

Tanto correr como caminar, si se realizan de forma regular, brindan un amplio abanico de beneficios para la salud.

• Disminuyen la presión arterial

• Mejoran los niveles de colesterol

• Mejoran la resistencia cardiovascular

• Mejoran la mineralización ósea

• Aumentan y tonifican la masa muscular

• Ayudan a controlar el peso corporal

Tiempo

La diferencia mayor radica en la optimización del tiempo aplicado. La corrida es más intensa y en consecuencia logra un mayor trabajo por unidad de tiempo en nuestro organismo. Es decir, en un mismo lapso (ej. 30 minutos) la corrida logra un mayor trabajo comparado con la caminata, ya que genera un mayor gasto calórico. Por tanto, es útil para quienes desean bajar de peso y no tienen mucho tiempo para ejercitarse.

Lesiones

A veces, por querer aprovechar este beneficio del menor tiempo que lleva la corrida, las personas se exigen demasiado desde el inicio de su preparación (en cantidad de trabajo o intensidad) y esto las conduce a lesionarse rápidamente.

Básicamente, si la persona es sana, las lesiones se manifiestan a nivel estructural (articulaciones, inflamaciones de tejidos) y son a causa de que la corrida de por sí tiene mayor estrés mecánico comparado con la caminata. Sabiendo esto es que se debe plantear una progresión lógica que pueda ofrecer tiempo adecuado al organismo para ir asimilando y adaptándose a dicho trabajo.

Lo mismo puede suceder si la persona cuenta con un sensible sobrepeso y decide correr desde el inicio de su puesta en marcha. Al correr, la fuerza que las articulaciones deben soportar puede llegar al doble o al triple del peso corporal, todo depende de la intensidad aplicada en la corrida. Lo más saludable en estos casos es iniciarse con un período de caminatas en lugar de corridas y así facilitar la adaptación estructural paralelamente a la reducción de peso corporal.

Horarios

Ambas disciplinas pueden realizarse en cualquier momento del día. La sesión de caminata diaria puede fácilmente dividirse en dos momentos en la jornada: 30 minutos en la mañana y 30 minutos en la noche. Generalmente no requiere ropa especial más que calzado cómodo. Correr, por otro lado, requiere de un cambio completo de ropa y a menudo una ducha después de la sesión de ejercicio, así que tiene más sentido hacerlo en un solo bloque de tiempo durante el día. Lo bueno de estas actividades es que se pueden mezclar y ajustar al tiempo disponible de cada persona. Así que lo único que se necesita para optar por uno u otro es la autorización del doctor.

Fortalecimiento

Una última recomendación: para obtener el máximo rendimiento de su sesión de entrenamiento, es conveniente agregar ejercicios de fortalecimiento (fuerza) y de estiramiento. El entrenamiento de fuerza en las extremidades inferiores y torso también es importante porque mejorará el desempeño al caminar y correr y, al igual que el estiramiento regular (especialmente importante antes y después de las sesiones de ejercicio), ayudará a aflojar la musculatura y a prevenir lesiones.

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