"A Paraguay llegan US$ 250 millones por año de inversión desde Uruguay”

Aterrizó en tierra guaraní hace algo más de siete años y asegura que allí está “todo por hacer”, lo que sumado a otras características del país lo hace sumamente atractivo para los inversores que llegan desde el extranjero. En particular, los uruguayos se benefician del tratado que evita la doble imposición fiscal. “Esto favoreció que haya un mayor flujo de inversores uruguayos, sobre todo sofisticados, viniendo al Paraguay en estos últimos años”, resaltó el abogado, que proyecta un futuro cada vez más confluyente entre ambos países. A continuación, un fragmento de la entrevista que mantuvo con Café & Negocios.

¿Qué sectores son los más pujantes actualmente en Paraguay?
El Real Estate sigue siendo un motor de las inversiones extranjeras directas junto con la infraestructura. El agro es el gran impulsor del Paraguay y lo que potencia su PIB. Estamos viendo ahora una movida interesante, que en Uruguay conocen mucho mejor que nosotros, que es la de las papeleras —que, sin dudas, mueven la aguja del PIB por ser inversiones muy grandes—. Aquí estamos recibiendo la primera papelera, que es la mayor inversión privada de la historia del país y asciende a US$ 3.200 millones. Esta papelera, llamada Paracel, será muy importante y va a motorizar mucho la economía, será un multiplicador muy interesante para otro tipo de emprendimientos que indirectamente se van a ver beneficiados por ella.

¿Cuáles son los principales atractivos de Paraguay, en general, para los inversores y, en particular, para los uruguayos?
Son varios, en general acá en Paraguay está todo por hacer. Tienen muchas oportunidades de negocio, muchas cuestiones que todavía falta desarrollar. Hay países, como Uruguay, que ya han recibido muchas inversiones desde hace varias décadas y muchos sectores de su economía ya están maduros; ya no hay tanto por invertir. Por ejemplo, en energías renovables, en Uruguay ya está bastante hecho y, en Paraguay, todo lo contrario.

 Es un país que tiene mucho potencial de crecimiento, y después, por el lado de los costos, hay muchos muy bajos.  Un caso es el del costo laboral, que es muy competitivo porque prácticamente no hay sindicatos. Además, la gente es muy fiel, el paraguayo es muy trabajador. En lo que refiere al costo impositivo, en Paraguay tenemos impuestos muy bajos: 10% de rentas, 10% de IVA, cuando se gira dividendos al exterior es 13,5% más, pero en el caso de Uruguay eso no aplica por el tratado de doble imposición que tenemos con Uruguay. El tercer costo muy barato en Paraguay es el de la energía, dado que hay un superávit de energía. Gracias a las reservas de Yacyretá e Itaipú, la energía es muy barata; de hecho, gran parte de la energía que se produce es exportada a Brasil y a Argentina, y sus costos de energía son, por lejos, los más bajos de la región. Ya con esos tres costos se evidencia un gran empuje para todo tipo de emprendimientos que, generalmente, se ven impactados en mayor o menor medida por alguna de estas variables. Además, la población de Paraguay es muy joven. El 66% de la población es menor de 30 años, es muy pujante, el sistema previsional funciona bien y también ellos mismos van generando una multiplicación económica interesante. En la misma línea, las variables económicas son muy estables, lo es su moneda, el PIB viene creciendo todos los años, la inflación es baja —venía siendo del 3% o 4% anual y este año será casi del 9%, lo que de todas maneras, comparado con otros países de la reg ión, está bastante bien—. Hay muy bajo endeudamiento público, el país es muy prolijo en sus cuentas públicas. Son muchas cuestiones que generan externalidades positivas para los inversores uruguayos o de otros países.

¿Cómo ha incidido el tratado que evita la doble imposición en la llegada de inversores?
Yo creo que esto favoreció que haya un mayor flujo de inversores uruguayos, sobre todo sofisticados, viniendo al Paraguay en estos últimos años. El tratado —que empezó a regir en 2019— permite que si un uruguayo tiene una renta en Paraguay, después puede ir al fisco en Uruguay, mostrarle que tuvo esta renta y que pagó el Impuesto a la Renta de Paraguay y que lo deduzcan del cobro que puedan llegar a tener en Uruguay sobre su renta. La renta que se pagó en Paraguay es un crédito fiscal a la hora de liquidar las ganancias en Uruguay. Hay una gran ventaja impositiva también si se prestan servicios desde Uruguay a Paraguay, no es para todos los servicios, pero sí para cierto tipo. Cuando se paga un servicio de Paraguay a Uruguay, desde aquí no retiene la renta a los no residentes. Es otra gran ventaja que otorga el tratado.

¿Se incrementó el flujo de capitales uruguayos hacia Paraguay?
Sí. Me resulta llamativo que los argentinos sacan muchas residencias en Uruguay y los uruguayos sacan residencias en Paraguay. Cada vez tenemos más personas físicas uruguayas que tramitan sus residencias aquí o abren sociedades anónimas o empresas por acciones simplificadas (EAS) que tienen grandes ventajas impositivas a pesar de que ya es un país cuya carga tributaria es baja. Muchos uruguayos o argentinos abren EAS porque en su caso la renta ni siquiera es del 10%, sino que es del 3% —hasta cierto monto—. A la vez, hemos visto que muchos uruguayos han vendido sus campos a argentinos que quieren invertir en Uruguay y, con eso, los uruguayos vienen a Paraguay a comprar campos mucho más baratos, y quizás más productivos, en el Chaco paraguayo. En el Chaco paraguayo hay más de 1 millón de hectáreas en manos de uruguayos. Además, cada vez más invierten en real estate, tanto desarrolladores como personas físicas que compran unidades en el pozo. Los uruguayos siempre han sido muy sofisticados en temas financieros y aquí hay cada vez más apostando por ese rubro, también en software y otras industrias más tradicionales, como la de los alimentos—en especial, la carne—. En Paraguay estamos recibiendo US$ 250 millones por año de inversión extranjera directa proveniente de Uruguay, y la cifra viene creciendo año a año.

¿Cuáles cree que son los sectores que más se van a desarrollar en el país?
Si bien es un país que tiene mucha energía, hay un plan muy importante de invertir en energías renovables, sobre todo en fotovoltaicas, en energía solar, porque acá no hay tanto viento estable como en Uruguay, donde la energía eólica pegó muy fuerte. Sí hay una radiación solar buena justamente en el Chaco y hay una idea de invertir fuertemente en eso, incluso desde el sector público.  También se piensa en el hidrógeno verde y todo el tema forestal está explotando por la cuestión de la papelera y probablemente detrás de Paracel se instalen otras, porque el eucalipto que hay en el país es muy bueno y es un insumo necesario para la pulpa de celulosa. Además, está creciendo la Bolsa de Valores, se duplicó el volumen de operaciones en los últimos años y tiene buenas perspectivas de crecimiento. Es un muy buen país para invertir en construcción, que es a lo que me dedico. Falta infraestructura de transmisión eléctrica— de hecho, se corta mucho la luz—, hay que invertir en potabilizar el agua, que es un problema importante. Hay mucho por hacer incluso en lo relativo al turismo, cada vez llegan más turistas y los hoteles y restaurantes colapsan. Seguramente los sectores de servicios también reciban muchas inversiones en los próximos años en las tres grandes ciudades del país: Asunción, Encarnación y Ciudad del Este.