"La innovación es un compromiso a largo plazo"

Opinión > TRIBUNA

Adversidad e inserción externa: Uruguay en su encrucijada

El informe mundial sobre la Propiedad Intelectual en 2022 contiene, en gran parte, la información que debe guiar las decisiones estratégicas en áreas críticas para el Uruguay del futuro
Tiempo de lectura: -'
04 de febrero de 2023 a las 05:00

"La creatividad nace de la angustia, como nace el día de la noche oscura. Es en la crisis que nace la inventiva, así como los descubrimientos, y las grandes estrategias. Quien supera la crisis, se supera a sí mismo, sin dejarse superar”. Albert Einstein.

La lista de países que se encuentran entre los primeros 40 lugares en el Índice de Global de Innovación de la Organización Mundial de la Propiedad (OMPI) o en el Ranking de Competitividad (WEF) del Foro Económico Mundial, guarda una estrecha relación entre eventos traumáticos como guerras, desastres naturales, conflictos territoriales, crisis económicas y la capacidad -o necesidad- de tomar decisiones políticas audaces, incluso arriesgadas, que acabaron sentando las bases de su éxito económico a largo plazo. En todos ellos, sin excepción, el uso de la herramienta de propiedad intelectual (PI) jugo un papel fundamental. No es el caso de Uruguay. Hay que cambiar.

El recientemente publicado informe Mundial sobre la Propiedad Intelectual 2022 de la OMPI titulado “La Dirección de la Innovación” no solo corrobora lo dicho anteriormente, pero es de indispensable lectura y análisis para las autoridades con responsabilidad en la concepción e implementación de políticas de innovación y PI, inserción externa, mercados e inversiones. El Informe es una guía hacia el futuro. Donde va la innovación, van los mercados y llega la inversión. Junto con el documento citado, también es de lectura obligatoria el mencionado índice Global de innovación de la misma institución, así como su base de datos de patentes “PatentScope. Es de libre acceso y reúne mas de 110 millones de documentos de patentes. Ahí está, en gran parte, la información que debe guiar las decisiones estratégicas en áreas críticas para el Uruguay del futuro.

Veamos algunos casos. Tanto los países que perdieron como los que ganaron la Segunda Guerra Mundial son hoy potencias mundiales donde la innovación productiva junto con la PI- sin ser una panacea- constituyen pilares insustituibles. Son datos de la realidad en el caso, por ejemplo, de Europa en su conjunto, Estados Unidos, Alemania y Japón. Estos dos últimos se levantaron de las cenizas con liderazgo global gatillado por visionarios, por la adversidad y falta de opciones. Hoy son cuatro potencias económicas mundiales tecnológicamente más avanzadas y el uso de la PI es una herramienta clave en sus políticas de innovación productiva.

Finlandia, que se encuentra entre los primeros lugares en todos los rankings de innovación, competitividad y educación, fue invadida por la Unión Soviética en 1939 y se vio obligada a ceder el 10 por ciento de su territorio, pero logró mantener los cimientos de un Estado fuerte y una economía de mercado. A partir de ahí, priorizan la educación, nace la industria forestal, nace Nokia y el resto es historia. ¿Invirtieron en Uruguay? Si, porque el país se había preparado por décadas para forestar. Tuvo la visión que se requiere hoy. Y cerró el círculo.

En materia de ciencia, tecnología e innovación es posible concluir que estos hechos detonaron decisiones estratégicas que moldearon radicalmente la visión-país donde su inserción comercial externa con valor agregado a través del uso de la innovación tecnológica y no tecnológica logró transformar los desafíos en políticas de Estado exitosas en el mediano y largo plazo.

La creatividad surgió después de la supervivencia. Con este propósito, se incrementó el número de investigadores y la inversión en investigación básica y aplicada en ciencia y tecnología; se crearon marcos legislativos, incentivos y confiabilidad; se dio prioridad a la formación de recursos humanos idóneos para la estrategia y se asignaron los recursos adecuados. Finalmente, se desarrollaron procesos que culminaron con la comercialización de la innovación en el mercado, el diseño de agendas de competitividad, sistemas de productividad y la creación de climas de negocios amigables y predecibles. Y las inversiones llegaron en ese marco. Es el camino de Uruguay.

No hay excusa válida para estar afuera del Tratado de Cooperación en materia de Patentes (conocido como PCT por sus siglas en Ingles). El PCT brinda apoyo a los solicitantes a fin de buscar protección para sus innovaciones en 157 países, ayuda a las oficinas de patentes con sus decisiones de concesión de patentes y simplifica el acceso gratuito y público a más de 110 millones de documentos de patentes, incluyendo una gran cantidad de información técnica relacionada con esas invenciones. Uruguay ha optado, hasta ahora, por permanecer fuera del PCT.

Un error de juicio muy serio como queda ratificado por el Informe “Evaluación Económica de la Adhesión del Uruguay al PCT” encargado por el INAC a dos prestigiosos economistas (Juan Dubra y Ernesto Gandelman). 157 estados miembros y Uruguay fuera junto con Afganistán, Bután, Vanuatu, Venezuela, Bolivia y un puñado de países más. En vista de la decisión de adherir al CPTPP y, eventualmente, firmar Tratados de Libre Comercio (TLCs) de última generación con países desarrollados, la membresía en el PCT es un requisito sine qua non. Es sí o sí. El lobby de siempre actúa desde un país vecino con aliados en Uruguay. Hay que preguntarse por qué y quienes. Los datos matan cualquier relato. 157 estados dentro y Uruguay, uno de los impulsores originales, fuera. Por qué pone por encima de los intereses del país el absurdo supuesto va en “detrimento” de sus intereses. No hay ningún país entre los 157 que haya denunciado al PCT y se haya retirado. Hoy los científicos uruguayos fijan domicilio en países signatarios del PCT para poder usar las ventajas de este. Mauricio, pequeño estado isleño cercano a África, acaba de adherir. Hoy esta en el número 45 del índice Global de innovación, Malta en el 39. Uruguay en el 64. Datos de la realidad. Las autoridades tienen la palabra. La adhesión formal al PCT formal fue enviada al Parlamento por partidos de distinto signo político y no recibió ni media sanción.

La innovación es un compromiso a largo plazo. No hay resultados inmediatos, sino que son procesos de prueba y error que requieren cierta verticalidad, disciplina y paciencia. No hay milagros. Necesita más que un mandato político de 5 años. Requiere ser un compromiso político y económico a largo plazo de todas las partes. Requiere una tregua en la arena política y la decisión consciente de empujar todos en una sola dirección.

China, Corea y Japón representan hoy el 58,4% de las solicitudes de patentes y América Latina el 2,5%, lo que indica que esta región del norte de Asia genera más de la mitad del conocimiento del planeta. Las autoridades gubernamentales, los partidos políticos sin excepción, la academia y el sector privado están obligados a evitar que el crecimiento exponencial del conocimiento en unos pocos países haga que la brecha tecnológica a nivel global sea tan amplia que el país está sentenciando a ser marginado de la economía del conocimiento.

En "Gracias por el Fuego" de Mario Benedetti, a través de uno de sus personajes al final del primer capítulo dice "este país no es capaz de tener un desastre de gran magnitud". Extrapolando finamente, es verdad que no sufrió grandes tragedias, pero hoy existe la necesidad de insertarnos inmediatamente en la economía global a través del comercio y el conocimiento o entrar en un espiral de conflictividad y perder otro tren más pero ahora, si viene otro, puede ser en 30 años o más. Los socios del MERCOSUR “vetan” a un Uruguay que solo tiene la opción de abrirse al mundo y competir para continuar siendo un ejemplo de democracia representativa y una economía viable en una suerte de isla regional.

Esa situación, que va contra el derecho internacional y el de desarrollo, es un desafío histórico. Y no una “herencia” para el próximo gobierno como fue dicho prematuramente por quienes, aparentemente, no comparten el sentido de urgencia que el país requiere. Hoy si, existen hechos adversos que ponen a Uruguay en una encrucijada y requieren liderazgo y decisiones audaces. La adversidad calla en tiempos de bonanza como el “viento de cola” de las materias primas uruguayas en el 2005 -2020. Peor aún, hoy vivimos en un mundo en crisis por, entre otros hechos, los sucesos en Ucrania, posicionamientos geopolíticos, cadenas de suministro rotas, inflación, recesión, desempleo, una economía todavía pandémica o post pandémica, entre otros desafíos. No hay tiempo para dudas.

Hay que apurar el proceso de toma de medidas urgentes y audaces a partir del desafío de inserción externa que enfrenta el país para transformar al país en una economía y sociedad abierta y competitiva, donde la innovación, con su herramienta de PI, agregue valor en la cadena productiva y el país incremente la densidad tecnológica de sus exportaciones a partir de la priorización de sectores y la apertura de mercados. Uruguay necesita comercio e inversiones para ser viable. Hay que cruzar ya el umbral de la duda y la política partidaria.

La negociación formal entre equipos con China nunca empezó y la solicitud de adhesión al CPTPP es la mejor opción si existiera el sentido de urgencia y un manejo adecuado. La Academia Nacional de Economía lo adelantó en un comunicado público antes que se tomara la decisión de adherir. A falta de resultados concretos a la fecha, es necesario, paralelamente, implementar una política de innovación productiva basada en el potencial actual del país y un análisis de los mercados externos y sus cambios constantes vía una lectura del patentamiento a través del PCT y otras herramientas. El valor agregado que da el conocimiento a nuestras exportaciones agroindustriales y tecnológicas, entre otros requisitos resultan de fundamental importancia. Ambos procesos, el de innovación y el de inserción externa, pueden y deben funcionar en paralelo.

La decisión de los Ministerios de Industrias, Energía y Minas y de Economía Finanzas con la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII) como agencia ejecutora de hacer de Uruguay un hub de innovación (“Uruguay Innovation Hub”), es de las mejores noticias de los últimos años. Atrae socios internacionales que querrán participar y las áreas prioritarias son las correctas. El ecosistema de innovación, incluyendo una fuerte presencia del sector privado, debe apoyarlo y funcionar de manera coordinada.

Finalmente, el slogan de “Uruguay Natural” resulta atractivo, pero “Uruguay: Innovación sustentable”, sin desviarse del mensaje original, enviaría una señal más clara de la decisión de insertarnos en la Economía del Conocimiento, de la cual Ricardo Pascale ha escrito su opus del Uruguay.

*Carlos Mazal es consultor internacional, exdirector para América Latina y el Caribe de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI).

    Comentarios

    Registrate gratis y seguí navegando.

    ¿Ya estás registrado? iniciá sesión aquí.

    Pasá de informarte a formar tu opinión.

    Suscribite desde US$ 345 / mes

    Elegí tu plan

    Estás por alcanzar el límite de notas.

    Suscribite ahora a

    Te quedan 3 notas gratuitas.

    Accedé ilimitado desde US$ 345 / mes

    Esta es tu última nota gratuita.

    Se parte de desde US$ 345 / mes

    Alcanzaste el límite de notas gratuitas.

    Elegí tu plan y accedé sin límites.

    Ver planes

    Contenido exclusivo de

    Sé parte, pasá de informarte a formar tu opinión.

    Si ya sos suscriptor Member, iniciá sesión acá

    Cargando...