La reserva de agua dulce en la represa de Paso Severino, que abastece a Montevideo y al área metropolitana, está en una situación crítica hace semanas. En el gobierno aspiran a que el agua que queda no se termine y buscan fuentes alternativas para seguir mezclándola con la de aguas abajo del Río de la Plata y mantener los niveles de sodio y cloruro actuales.
Por estas horas, OSE y el gobierno definen detalles para construir una nueva represa en Parador Tajes, al oeste de Canelones para bombear agua hacia arriba. Con esa obra, que se construiría de forma rápida, se embalsará agua dulce del río San José, confirmaron fuentes del Ministerio de Ambiente a El Observador.
De esa forma, Montevideo y el área metropolitana tendrán una fuente alternativa de agua dulce, además de la represa de Paso Severino y el agua se podrá mantener salada –con los niveles de sodio y cloruro actuales– durante todo el invierno. Sobre la mesa, OSE también tiene la obra de trasvase desde el río San José pero aun no ha definido si la va a concretar.
Mientras tanto, en Paso Severino se sigue consumiendo el agua dulce que depende, en gran medida, de las lluvias –que casi no hubo y que no están pronosticadas para los próximos días– así como también del agua que llega de aguas subterráneas, manantiales y arroyos cercanos que colaboran para mantener el nivel.
Según el último reporte de OSE, de fecha 7 de junio, la represa tenía 4.400.000 metros cúbicos de un total de 67.000.000 metros cúbicos, una situación calificada como "muy crítica" por el ente.
En mayo OSE construyó una represa precaria en Paso Belastiquí, en el límite entre San José y Canelones. Pero el objetivo de ese terraplén fue no perder agua dulce cuando la marea suba. "Con la construcción de esta represa, se logra asegurar una reserva de agua bruta de aproximadamente 1 millón de metros cúbicos, un volumen equivalente a tres días de operativa del trasvase, y se logra también mantener un nivel de agua que asegure la continuidad de la operativa de bombeo, la cual es imprescindible", afirmaba uno de los documentos analizados por el Directorio de OSE cuando se aprobó la contratación de esta obra que costó US$ 500 mil.
Sin embargo, la obra en Parador Tajes tiene un objetivo diferente, que es incrementar las reservas de agua dulce usando el caudal del río San José para mezclarla también con el agua salada del Río de la Plata y así mantener la reserva de Paso Severino sin agotarse.
La medida de la nueva represa se suma a otra medida de contingencia que tomó OSE en caso de que la situación del déficit hídrico sea aún más crítica. El directorio aprobó comprar un software a la empresa de tecnología Sonda por US$ 40 mil más IVA para entregar agua embotellada gratis o subsidiada, tal como informó El Observador el 8 de junio.
La compra se trata de una aplicación para celulares, donde el consumidor tendrá un perfil con determinado monto a modo de crédito. El crédito lo podrá usar en los comercios para comprar agua embotellada, pero sin pagar o pagando un costo más bajo del normal en caso de que se haga a través de un subsidio. La cantidad de agua que podrá llevar cada consumidor o núcleo familiar dependerá de los criterios que defina el gobierno, en caso de que la aplicación se llegue a utilizar.
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