Diego Battiste

Álvaro Villar, el neurocirujano obsesivo con la limpieza que quiere ir por el FA a la IMM

Hijo de un histórico del Frente Amplio, tiene el objetivo de que Montevideo sea "la ciudad más limpia del mundo"

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04 de enero de 2020 a las 05:04

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Cuando Álvaro Villar asumió como director del Hospital Maciel, no hubo lugar para festejos. Su designación estuvo condicionada por la renuncia de Raúl Gabús, el hematólogo que ocupaba el cargo cuando se destapó el caso de dos enfermeros acusados por el asesinato de cientos de pacientes terminales en esa institución y en la Asociación Española. 

Era julio de 2012. En estos siete años los enfermeros fueron procesados, pasaron tres años en la cárcel, más adelante fueron absueltos por falta de pruebas y el Poder Judicial se vio obligado a enmendar el error con indemnizaciones millonarias. El Hospital Maciel, que entonces era la institución pública más cuestionada, ahora es una referencia ineludible de quienes defienden el sistema de salud uruguayo. 

“Este modelo de gestión salió de la cabeza de Villar, todo es producto de su creatividad”. Así lo resumió el jefe de Cirugía del Hospital Maciel, Luis Ruso, aunque otros funcionarios de la institución consultados por El Observador fueron igual de categóricos al atribuirle al neurocirujano el mérito de haber cambiado la imagen del centro de salud. 

“Actitud Maciel” fue el nombre que Villar le dio a esa transformación. “Teníamos un hospital centrado en el médico y quisimos ir a un hospital centrado en el paciente”, explicó a El Observador. Para lograrlo le transmitió a los funcionarios que todos eran responsables de curar a los enfermos –“sin importar si limpiaban sábanas, arreglaban una lamparita o daban un inyectable”–, lo que también era una forma de revalorizar su trabajo después de la crisis institucional de 2012. 

En los últimos días el neurocirujano se propuso replicar este “marco conceptual” en el gobierno de Montevideo: el jueves oficializó su intención de ser uno de los tres candidatos que el Frente Amplio presente en las elecciones departamentales que se celebrarán en mayo. Con la mira puesta en el 24 de enero, cuando el Plenario departamental de la coalición de izquierda definirá quiénes competirán en representación del partido, Villar tiene previsto reunirse con dirigentes de todos los sectores en busca de respaldo. 

El hijo de Hugo Villar, el primer candidato del Frente Amplio a la Intendencia de Montevideo, quien años después presidió esta fuerza política desde el exilio, no está vinculado a ningún sublema. De joven se acercó a la Unión de la Juventud Comunista (UJC), pero después se dedicó exclusivamente a la militancia gremial dentro de la Asociación de Estudiantes de Medicina y llegó a integrar el Consejo Directivo Central de la Udelar en representación de la Federación de Estudiantes Universitarios del Uruguay (FEUU). 

Esta falta de vínculos políticos es una incógnita para el Frente Amplio. Dirigentes de varios sectores dijeron a El Observador que ven con buenos ojos la falta de ataduras, pero también expresaron sus dudas con respecto a cuántos votos podrá conseguir en el Plenario y, por lo tanto, están atentos al posicionamiento de los demás integrantes de la coalición. 

Por ahora, el apoyo oficial a Villar se resume a los casi 3.000 frenteamplistas independientes que firmaron una carta pidiéndole que se postulara. “Villar es la combinación perfecta entre gestión innovadora y las mejores tradiciones frenteamplistas", valoró Miguel Fernández Galeano, el director adjunto de ASSE que durante la campaña electoral asesoró a Daniel Martínez.

El exintendente de Montevideo evaluó postularse a la reelección en los comicios departamentales, pero desistió porque no consiguió suficiente respaldo dentro de su sector, el Partido Socialista, y tampoco de otros grupos. Pero a Villar no le tiembla el pulso al defender la gestión del ingeniero: "Esta intendencia ha sido una intendencia excelente y hay que lograr avanzar en eso y superarlo", subrayó en la rueda de prensa de este jueves. 

Según el monitor de opinión pública de la consultora Equipos, el próximo intendente asumirá con 47% de aprobación y 32% de desaprobación del funcionamiento de la comuna capitalina. 

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El objetivo: "la ciudad más limpia del mundo"

Al hablar de los desafíos a los que se enfrenta el intendente de Montevideo, la conversación siempre deriva en la recolección y gestión de los residuos. No solo la percepción de cuán limpia está la ciudad depende de ello. También es la prueba de fuego de la relación entre el jefe comunal y los funcionarios nucleados en la Asociación de Empleados y Obreros Municipales (Adeom). 

El director del Hospital Maciel, en cambio, quiere redoblar la apuesta de simplemente “mejorar” el servicio si es electo intendente. “Tengo la obsesión de que Montevideo sea la ciudad más limpia del mundo, no hay ninguna razón por la que no pueda ser así”, afirmó a El Observador. 

Cuando habla de su eventual candidatura, el neurocirujano tiende a llevar la conversación a su gestión del centro de salud. Por ejemplo, dice que allí comprobó que no es necesario cambiar a las personas al frente de un servicio para que funcione, sino que hay que “aguantarle la cabeza” al personal, escuchar sus quejas, cambiar el "modo de hacer" e intentar mejorar el vínculo entre los funcionarios. 

“En el hospital no se trasplantó gente. Cuando llegué era un hospital sucio, pero con los mismos funcionarios hoy es el hospital más limpio del país. En el Maciel hablás con los trabajadores y manifiestan el orgullo de trabajar acá, hablan de ‘actitud Maciel’ con orgullo porque es algo que construimos juntos”, aseguró. 

En los últimos siete años, la Federación de Funcionarios de Salud Pública (FFSP) tomó diversas medidas sindicales cuando estuvo en desacuerdo con las decisiones del director del Hospital Maciel. En mayo de 2019 los funcionarios agremiados se declararon en conflicto por supuestas “sanciones absolutamente exageradas” y denunciaron el “trato preferencial” que Villar le daba a los médicos. 

Gustavo Gianre, el secretario general de la FFSP, sostuvo al ser consultado por El Observador que el neurocirujano “es muy permisivo con los médicos, les deja hacer lo que quiere y no los controla, pero a los funcionarios les cae con todo el peso”. Dijo, además, que el precandidato “es intransigente” y que “hace cosas que no están bien” con tal de lograr lo que se propone. 

Pero a pesar de esto, Gianre entiende que Villar sería un buen candidato. Señaló que “si tuviera que ser lo más objetivo posible”, el neurocirujano es “un gran trabajador” que “le hizo mucho bien al hospital” y que se lo puede ver "tanto a las siete de la mañana como a las 10 de la noche" caminando por los pasillos de la institución "tratando de resolver los problemas”. 

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La búsqueda de apoyo 

Esta forma de trabajo será asumida por el subdirector del Hospital Maciel, José Minarrieta, porque Villar tiene pensado pedir licencia en enero para dedicarse a consolidar su candidatura. Al neurocirujano le ofrecieron cargos directivos entre 2001 y 2011, cuando era el jefe de Neurocirugía del Hospital de Tacuarembó, pero él siempre se negó.

Fuentes de ese centro de salud contaron que cuando José Mujica era presidente (2010-2015), quedó impresionado con “su trabajo para los más pobres” y por eso le pidió más información a su superior, el doctor Ciro Ferreira. 

Ya entonces el líder del Movimiento de Participación Popular (MPP) veía potencial en el hijo del primer candidato frenteamplista en Montevideo. Fue la primera opción que manejó para suceder a Mario Córdoba, el presidente del directorio de la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE) quien en 2011 renunció a pedido del mandatario. Aunque no fue una oferta formal, Villar se negó para dedicarse a la medicina, algo que era incompatible con el cargo en cuestión. 

En la cuenta regresiva a la votación del Plenario del 24 de enero, hay varios sectores que se inclinan por su candidatura. El exprecandidato y senador electo Mario Bergara, líder de Fuerza Renovadora, se ha dedicado a convencer a sus correligionarios de las cualidades del neurocirujano, según confiaron dirigentes del FA a El Observador.

Pero la viabilidad de su candidatura se resume en gran medida a lo que resuelva el MPP, el sector que puede inclinar la balanza a su favor si decide respaldarlo el 24 de enero. 

La evidencia más inmediata de ello fueron las elecciones departamentales de 2010, cuando Martínez se proyectaba como el candidato de la coalición de izquierda en Montevideo, incluso sin el respaldo de Asamblea Uruguay o el sector de Mujica. La candidatura del ingeniero fue respaldada por 60 votos en el Plenario de la última semana de enero, pero no fue suficiente. En el siguiente Plenario el MPP presentó a Ana Olivera, quien se convirtió en la candidata de consenso, y la discusión quedó zanjada. 

Villar sabe que se está “metiendo en algo extremadamente difícil” al buscar alianzas electorales y, más adelante, pretender gobernar Montevideo. Dijo que aun así se embarcó en esta tarea porque es “un desafío” que le “apasiona” y le “gusta”, y se cree capaz de asumirlo. 

Para ello está conformando un equipo de trabajo que, si se cristaliza su postulación, hará campaña junto con él. “Creo que hay un primer momento en el que tiene que abrir la cabeza, salir a buscar opiniones y consejos. Después hay un momento que eso empieza a cuajar y a unirse, pero no hay que apurar el tiempo”, expresó al negarse a decir quiénes son estas personas. 

Diego Battiste

El camino de su padre

El neurocirujano tenía ocho años en 1971, cuando su padre se postuló a intendente. Los recuerdos de entonces le son difusos, según dijo, pero se acuerda de haber subido a estrados del recién fundado Frente Amplio y ver cómo él “trataba por igual” a todo el que se acercara a saludarlo. 

El director del Hospital Maciel destaca la figura de su padre, quien murió en 2014, como una de las personas que más lo influenció y cree que, de manera más o menos directa, tiene que ver con el camino que se trazó de aquí a mayo. 

Fernández Galeano remarcó que “nadie se puede olvidar” de la terna conformada por Líber Seregni, Juan José Crottogini y Villar en la primera votación en la que el FA participó. No obstante, dijo que su “entusiasmo” con la precandidatura tiene que ver con que el neurocirujano “no es un político tradicional” y “no va a poner el piloto automático” al frente de la comuna.

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