Así será el smartphone del 2019

- Hola, Marty. 

- Te estoy llamando desde un celular, pero uno de verdad. Personal, portátil, de mano.

Del otro lado de la línea, silencio.

Era el 3 de abril de 1973 en Nueva York. Desde una sala de conferencias del hotel Hilton de la sexta avenida, Martin Cooper realizaba ante decenas de periodistas la primera llamada pública desde un teléfono móvil, el DynaTAC.

Por aquel entonces Cooper trabajaba como ingeniero en Motorola, una empresa que había catapultado su negocio gracias a la creación de radios para automóviles. Su mayor competidor era otra compañía de telecomunicaciones, AT&T, que en la década de 1940 lanzó el primer teléfono para autos que funcionaba gracias a una red de telefonía celular que en su momento fue de última generación. Joel Engel era el responsable de todo ese desarrollo.

La pica entre Motorola y AT&T podría compararse a la que tienen hoy Apple y Samsung. Y esa llamada desde el Hilton marcó un antes y un después en la manera en la que hoy entendemos el mundo de la comunicación.

El DynaTAC tenía 12 botones y un interruptor, pesaba 1,13 kilos, demoraba 10 horas en cargarse y, por supuesto, no tenía pantalla; solo tenía una larga antena de color gris. 

Ni Cooper ni nadie podría haber anticipado todo lo que vino después.

Hoy hay en el mundo más teléfonos celulares que humanos, el progreso técnico continúa y lo que menos importa es la función de hacer llamadas. Ahora es el tiempo de las pantallas plegables, de la red 5G y de las baterías que se cargan en media hora: estas son las innovaciones que traerán los smartphones en 2019.

Por donde se lo mire, pantalla

Estudios internacionales determinaron en 2011 que los estadounidenses cambiaban de móvil aproximadamente cada 22 meses, lo cual era bastante rápido. En los últimos años, ese periodo se alargó y sigue en subida, debido a que los smartphones no presentan novedades significativas.

Cuando toca cambiar el celular, los uruguayos buscan lo mismo que todo el resto. Según un estudio realizado por Samsung Uruguay, lo que lleva a los usuarios a cambiar sus teléfonos es siempre más o menos lo mismo: que la batería tenga una duración más prolongada; que la cámara sea mejor; que la pantalla sea más grande, resistente y de mejor calidad, y que el procesador –el corazón del dispositivo– funcione más rápido.

La fórmula del éxito radica en encontrar un equilibro entre la satisfacción de las necesidades de los usuarios y la innovación para crear algo que logre hacer la diferencia entre un modelo y otro, entre una marca y la otra.

En este sentido, en 2019 el foco estará puesto en las pantallas, que ya desde hace algunos años es una preocupación y una prioridad para los fabricantes.
Primero fue el desafío del tamaño con el lanzamiento de versiones “plus” de equipos tradicionales. Luego se buscó erradicar todos los botones físicos y biseles hasta alcanzar un todo pantalla. Hoy las marcas quieren llegar un poco más lejos.

Una manera que encontró Apple de extender su display y quitar su clásico botón de inicio, a partir de su modelo X, fue un lector con reconocimiento facial incorporado a la cámara. Ahora hay algunas firmas que están buscando eliminar la cámara frontal y así extender la experiencia algunos píxeles más.

Una alternativa la desarrolló Xiaomi en su flamante Mi Mix 3, que saldrá al mercado en algunas semanas. La marca de origen chino –que facturó US$ 7,3 mil millones en el segundo semestre de 2018– se hizo un importante hueco en el mercado asiático con smartphones de gama media. Su último modelo tiene la cámara frontal y el altavoz detrás de la pantalla, en una suerte de compartimiento oculto. Otras marcas han patentado soluciones que implican una pequeña perforación en la pantalla para colocar la cámara frontal.

Federico Pais, líder de la división móvil de Samsung en Uruguay, explicó que aún no se puede avanzar mucho en los detalles del nuevo Galaxy S10, la gran apuesta de la surcoreana para este año. Pero internet no respeta los tiempos del marketing y varias imágenes del supuesto diseño del nuevo teléfono se filtraron en la web. En todas se puede ver que el dispositivo es pantalla de punta a punta, reafirmando así la tendencia del sector. 

Algunos rumores señalan a que Samsung y otras empresas habrían desarrollado un lector de huellas dactilares incorporado a la pantalla. Consultados sobre este tema, los representantes de Huawei en Uruguay decidieron no hacer comentarios sobre futuras innovaciones.

Aún así con esto no alcanza para vender más ni tampoco para diferenciarse del resto. Entonces hay que generar algo nuevo, distinto. Y es aquí donde las pantallas plegables podrían ser la respuesta.

Dobleces

El primero en mostrar sus cartas fue Samsung cuando en noviembre del año pasado presumió imágenes de lo que sería el prototipo del primer teléfono plegable de la historia. La compañía viene trabajando en este proyecto desde 2014, pero desde la sede en Uruguay informaron que aún no hay novedades de cuándo podría llegar esta tecnología a las tiendas. Medios internacionales, no obstante, hablan de un lanzamiento para el segundo trimestre del año.

En este sentido, una marca desconocida en Uruguay le está ganando el terreno a todo el resto. La china Royole ya presentó esta semana su FlexPai. El teléfono, que literalmente se dobla a la mitad, llamó la atención de todos los que pasaron por la última edición de la Consumer Electronics Show (CES), la feria de tecnología más grande del mundo que se celebra todos los años en Las Vegas.

En varios sitios especializados en gadgets y tecnología el veredicto es que se valora la iniciativa de Royole, pero todavía falta para que la pantalla plegable se vuelva una característica codiciada y se popularice entre el resto de las marcas.

Por su parte, Huawei también quiere sacar ventaja en este rubro. A fines de año mostró su prototipo y adelantó que la versión definitiva contará con una pantalla que desplegada será de  8 pulgadas; mientras que la externa será de 5 pulgadas.

Cada cámara cuenta

La calidad de los colores y la definición de la cámara del iPhone; la luminosidad que tiene la del Samsung; o la versatilidad que maneja la del Google Pixel: cada usuario sabe qué cámara móvil elige y por qué.

Este año la consigna parece ser que más es más. Cada lente que se le agregue al teléfono va a mejorar las características de la cámara, una de las funciones más usadas hoy de un teléfono.

Ya el año pasado Samsung lanzó el modelo A9 con cuatro cámaras incorporadas. Fue un intento por levantar el perfil de su línea de gama media luego de que Apple desarrollara con muchísimo éxito su cámara dual en el modelo 7 Plus. La tendencia sigue apuntando hacia ese lado.

El objetivo detrás de esto es generar una imagen a partir de varias tomas para, juntas, crear la foto perfecta. También mejora la calidad de la fotografía con zoom y cuando se hace captura bajo poca luz.

Hay rumores de que los nuevos modelos de iPhone y Galaxy incorporarán una tercera y cuarta lente, respectivamente, en sus ediciones 2019. A LG y a Huawei esto les parece poco y se prevé que LG V40 ThinQ y el Mate 30 Pro tengan cinco cámaras. LG, además, tiene una patente para un diseño de 16 lentes.

Nokia y Sony son otras de las compañías que están trabajando para desarrollar una cámara superior este año. Sus últimos modelos incluyen un incremento en la calidad de megapíxeles y en los rangos de apertura de diafragma, lo que controla la cantidad de luz que entra al sensor. Xiaomi ya anunció su intención de lanzar un teléfono con una cámara de 48 megapíxeles en 2019. Si esto se concreta, se establecerá un nuevo récord.

Baterías a toda máquina

Que la batería del teléfono dure todo el día es un lujo que solo algunos pueden darse.

Las grandes marcas de tecnología se desvelan por encontrar la manera en que un smartphone combine potencia y durabilidad en la carga, una ecuación difícil de resolver y que algunos están logrando con éxito y otros no. Por ejemplo, los iPhone más recientes pueden cargar de cero a 50% en 30 minutos, pero el kit de carga rápida no viene incluido con el teléfono y la carga completa aún toma cerca de dos horas.

Mientras los ingenieros resuelven cómo crear una batería mejor, el 2019 estará marcado por un paliativo: la velocidad de carga. Ya desde el año pasado, las compañías están emparchando sus carencias con el desarrollo de un sistema que puede cargar un celular hasta en 35 minutos, y sin ningún cable, mediante el uso de terminales diseñadas para este fin.

Para las marcas se está volviendo engorroso sostener ese factor sorpresa tan necesario para hacer funcionar el negocio. Hasta cuándo se podrá seguir jugando el juego de lo novedoso y lo único. Mantener esa ilusión de que aún no hemos visto nada y que la industria todavía puede superarse a sí misma. Sin dudas que cada nuevo descubrimiento científico o técnico, aunque parezca que no tiene nada que ver con la cotidianeidad, es una potencial nueva forma de consumir mejor tecnología.
Queda en manos del hombre cruzar esos caminos.