Noel Celis / AFP

Pekín enfrenta escrutinio por su influencia en el Banco Interamericano de Desarrollo

El nuevo director de la entidad crediticia le pide a EEUU que aumente el apoyo financiero a medida que las compañías chinas acaparan contratos

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03 de junio de 2021 a las 17:23

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Por Demetri Sevastopulo

El banco de desarrollo para América Latina se ha convertido en el último campo de batalla en la lucha por la influencia global entre EEUU y China, después de que su director advirtió que la entidad crediticia había ayudado a Pekín a impulsar su presencia en la región.

Mauricio Claver-Carone, recientemente nombrado presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), dijo que Washington había permitido que China se afianzara económicamente en América Latina al infrafinanciar la entidad crediticia durante muchos años y hacer la vista gorda ante la forma en que Pekín había utilizado su afiliación a la institución para obtener una parte desproporcionada de los contratos.

"China llenó ese vacío financiero para su propio beneficio", declaró Claver-Carone en una entrevista con el Financial Times (FT).

El BID, fundado en 1959, es uno de los bancos de desarrollo más antiguos del mundo y un importante actor en América Latina, que el año pasado concedió casi US$ 13.000 millones en préstamos. China es uno de los 48 miembros de la institución con sede en Washington y se afilió en 2009, lo que le permite al país participar en licitaciones de proyectos financiados por la entidad crediticia.

Claver-Carone, exfuncionario de la administración Trump, se convirtió el año pasado en el primer estadounidense en dirigir el banco tras una agresiva campaña respaldada por Donald Trump y con la oposición de Joe Biden. Desde entonces, ha ejercido presión para que EEUU apoye un aumento de capital de la institución para compensar la influencia de China en América Latina.

Para reforzar su argumento, Claver-Carone señaló las cifras que muestran que China ha ganado una gran parte de los contratos financiados por el BID en la última década, a pesar de ser el menor accionista del banco, con una participación del 0,004%.

Las compañías chinas de ingeniería y construcción obtuvieron contratos financiados por el BID de US$ 1.700 millones entre 2010 y 2020, lo que las convierte en el cuarto mayor receptor de fondos, detrás de Brasil, Argentina y Perú.

Durante el mismo período, las compañías de EEUU –el mayor accionista del BID, con una participación del 30%– obtuvieron contratos de US$ 249 millones, lo que pone de manifiesto cómo China ha utilizado su pequeño accionariado para expandir su presencia en América Latina.

El interés en la situación entre el BID y China, que también ha concedido préstamos directos por valor de miles de millones de dólares a países de la región para financiar proyectos de infraestructuras, se produce en un momento en que Pekín enfrenta un mayor escrutinio sobre su influencia económica global en América Latina, África y Asia.

El impulso de Claver-Carone para aumentar la contribución de capital estadounidense está respaldado por algunas importantes figuras demócratas, como Bob Menéndez, presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado, pero no cuenta con el respaldo universal de los legisladores del partido.

Menéndez le dijo al FT que China había "explotado al BID" para su propio beneficio económico y que el hecho de que contribuyera con menos de la mitad del 1% de la financiación básica del BID planteaba "serias dudas sobre cómo China maniobró para convertirse en uno de los principales socios que se benefician de los contratos".

El Senado está debatiendo actualmente un paquete de proyectos de ley sobre China que aumentaría el escrutinio de las prácticas económicas chinas en América Latina, incluyendo una disposición para exigir que las agencias de inteligencia estadounidenses examinen cómo Pekín influye en las decisiones de instituciones como el BID, el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional.

Algunos legisladores, como Patrick Leahy, jefe demócrata de la comisión de asignaciones del Senado, se oponen a un aumento. Pero otros dicen que EEUU debe hacer más para contrarrestar la influencia de Pekín.

"Mientras Pekín sigue explotando a las naciones vulnerables mediante la diplomacia de la trampa de la deuda, debemos seguir protegiendo nuestros intereses en instituciones multilaterales como el BID", le dijo al FT Marco Rubio, el republicano de mayor rango en el comité de inteligencia del senado.

Mark Lopes, representante de EEUU en la junta directiva del BID de 2015 a 2018, dijo que Washington tenía que asumir parte de la culpa por permitir que China se convirtiera en un inversionista cada vez más grande en América Latina.

"EEUU lleva años observando con preocupación la incursión de China en América Latina, pero esos países simplemente no han tenido una oferta mejor", dijo Lopes. "Históricamente, EEUU ha infravalorado el BID".

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