El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, fue trasladado al final de la tarde de este miércoles en un avión de la Fuerza Aérea desde Brasilia hasta el aeropuerto paulista de Congonhas y llevado desde allí en ambulancia hasta el hospital privado Vila Nova Star, constató la AFP.
El doctor Antonio Macedo, que en varias ocasiones operó a Bolsonaro tras el apuñalamiento que sufrió durante la campaña electoral de 2018, "constató una obstrucción intestinal y resolvió llevarlo a San Pablo, donde hará exámenes complementarios para definir la necesidad, o no, de una cirugía de emergencia", indicó el Palacio presidencial de Planalto.
Bolsonaro, de 66 años, había sido internado por la mañana en el Hospital de las Fuerzas Armadas, para "investigar la causa del hipo" que le aqueja desde hace más de diez días, según otra nota oficial.
Desde la semana pasada, venía quejándose de un hipo persistente, después de someterse a un tratamiento de implante dental.
"Gente, estoy sin voz. Si empiezo a hablar mucho, vuelve la crisis de hipo... ya volvió", afirmó este martes, con aspecto cansado, ante un grupo de simpatizantes frente al palacio de Alvorada, su residencia oficial.
De confirmarse la necesidad de una cirugía, se trataría de la séptima a la que se sometería el mandatario desde que fue apuñalado en el intestino en setiembre de 2018. Y de la quinta en el aparato digestivo.
El autor de aquel atentado, un exafiliado del Partido Socialismo y Libertad (PSOL, izquierda), una disidencia del Partido de los Trabajadores (PT) del exmandatario Luiz Inacio Lula da Silva, fue diagnosticado con trastorno delirante y declarado inimputable por la justicia. Hoy está recluido en la unidad psiquiátrica de una cárcel de máxima seguridad.
Pero Bolsonaro sostiene que la tentativa de asesinato fue planeada y tuvo respaldo político. Y lo reiteró este jueves en un tuit sobre su nuevo percance de salud.
"Un desafío más, consecuencia de la tentativa de asesinato promovida por un exmilitante del PSOL, brazo izquierdo del PT, para impedir la victoria de millones de brasileños que querían cambios para Brasil. Un atentado cruel no solo contra mí, sino contra nuestra democracia", escribió.
En 2020, Bolsonaro tuvo covid-19 con síntomas leves y no requirió hospitalización para recuperarse.
La internación de Bolsonaro se da en un contexto de crisis política y de erosión de su popularidad, con denuncias de corrupción en contratos negociados por su gobierno para enfrentar la pandemia de coronavirus, que ya dejó casi 540.000 muertos en el país.
Los últimos sondeos para las elecciones de 2022 muestran que Lula lo derrotaría por amplio margen.
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