Brasil también inyecta señales de firmeza en la ganadería uruguaya

Esta situación en Brasil se suma a otra con impactos esperados, pero generada en Argentina, donde el gobierno de Alberto Fernández anunció un Plan Ganadero para aumentar 65% la producción y liberar parcialmente las exportaciones.

El salto de los precios de la carne y el ganado ha tenido un envión general, desde el primer semestre de 2018 –con la peste porcina africana azotando a China–, cuando el precio del novillo gordo comenzó una suba de precios que ha sido prácticamente ininterrumpida.

Desde hace tres semanas se mantiene cerca de R$ 320 por arroba –15 kilos–, un 50% más que los R$ 215 de un año atrás. En comparación con junio de 2018, antes del boom de la peste porcina africana en China, el aumento es del 130%. En ese momento, el promedio era de R$ 140. Para un país con baja inflación como es Brasil, es una suba impactante, que se acentúa por un factor cambiario.

La valorización del real ha dado un impulso a los precios en dólares. Alcanzó máximos de un año y medio frente al dólar. La perspectiva de que las tasas de interés van a seguir subiendo empujó a la moneda estadounidense por debajo de R$ 5, lo que significa que la moneda brasileña se ha apreciado alrededor de un 18% en los últimos tres meses y ahora ha subido casi un 4% en lo que va del año. En marzo el dólar estaba sobre R$ 5,80.

Novillo gordo: US$ 4,30 por kilo

En consecuencia, el novillo gordo en dólares alcanzó los US$ 4,30 por kilo de carne en carcasa y se consolidó como el valor más alto desde mediados de 2011, ubicándose un 58% por encima de un año atrás, según datos del Centro de Estudios Avanzados en Economía Aplicada (Cepea/ESALQ).

Marcelo Secco, CEO de Marfrig en Uruguay, dijo a Tiempo de Cambio de radio Rural que “en Brasil hay una menor oferta y una dinámica de actividad que básicamente responde a impulsos de la exportación, porque el mercado interno está resentido. De todos modos, la fortaleza del real enlentece la dinámica exportadora y le da al mercado interno la posibilidad de jugar”.

“En la medida que el clima acompañe, la oferta y como consecuencia la menor actividad se normalizaría a fin de año o comienzos del año que viene”, dijo.

Según una evaluación de IHS Markit, la oferta de animales que ya es escasa se acentuará de cara al invierno, lo que favorecerá la extensión de la tendencia alcista del ganado gordo.

“A medida que avanza la poszafra, aumenta aún más la posibilidad de nuevas paralizaciones en plantas que atienden exclusivamente la demanda interna”, observa la consultora. En este escenario, el mercado vuelve a depender de la demanda internacional, lo que, hasta el momento, ha contribuido al avance de los precios del ganado.

Con la valorización del ganado gordo y la reposición los productores comenzaron retener vientres. Lo que en el corto plazo significa una menor faena y contribuye al sostenimiento de los precios. Sin embargo, en el mediano plazo, representa un aumento de la oferta.

En el primer trimestre del año la faena de hembras totalizó 2,411 millones de cabezas (sumando vacas y vaquillonas), el menor registro para ese período desde 2003 con 1,93 millones de cabezas.

La participación es del 36,75% del total de animales industrializados en ese período, también la más baja en 18 años, según datos publicados por el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE).

En total se faenaron en el primer trimestre 6,56 millones de cabezas, el volumen más bajo desde 2009 y una caída de 10,6% respecto a un año atrás.

El consumidor brasileño sintió el aumento del precio de la carne. Según Scot Consulting, los cortes del delantero fueron un 54% más caros en mayo de este año que en el mismo período del año pasado. En el caso de los cortes del trasero, la apreciación fue del 42% en el mismo período.

Sin embargo, la directora de Agrifatto, Lygia Pimentel, indicó que “Los costos –fundamentalmente del maíz y de la reposición– subieron incluso más que el ganado gordo. Mientras que los costos de producción ganadera aumentaron un 70% el año pasado, el ganado aumentó un 50%, la carne vacuna mayorista aumentó un 48% y la proteína que llega al mercado minorista aumentó un 35%”.

Según la consultora Safras & Mercado, el incremento de precios “no significa necesariamente mayores ingresos para el productor, con una reposición muy cara”. A comienzos de junio el ternero llegó a valer R$ 3.200 por cabeza (US$ 624) mientras que, en el mismo período de 2018, las cotizaciones fueron de R$ 1.253. En otras palabras, durante este período el reemplazo fue casi un 150% más caro”.

La valorización del ternero se presenta como un fuerte estímulo para la cría, y con ella la expansión a nuevas zonas ganaderas peligrando la tala de la Amazonia.

Menor volumen exportado, a mejores precios

En 2018 Brasil exportó 2,02 millones de toneladas de carne vacuna. Al año siguiente, los envíos crecieron un 14%, a 2,54 millones de toneladas. En 2020, las exportaciones alcanzaron un récord, con 2,54 millones de toneladas, un aumento del 10% y en 2021 el Departamenteo de Agricultura de Estados Unidos (USDA) proyecta que vuelvan a subir, aunque a menores tasas (7%), a 2,73 millones de toneladas.

En lo que va del año, en sintonía con la faena, las ventas de carne vacuna de Brasil al exterior bajaron en volumen respecto a un año atrás, pero los precios permitieron compensar en parte esta caída. China, el principal destino, aumentó sus compras, al igual que Estados Unidos.

En los primeros cinco meses del año Brasil exportó 710.093 toneladas de carne vacuna, una caída de casi 3% frente a las 731.422 toneladas en mismo período del año pasado, según datos de la Secretaría de Comercio Exterior, difundidos por la Asociación Brasileña de Industrias Exportadoras de Carne (Abiec).

En valor, sin embargo, mostraron un aumento del 2,2% en el acumulado anual comparado con el mismo período del año pasado, totalizando US$ 3.200 millones.

China sigue siendo el principal destino de las exportaciones de carne del país vecino, con un total de 317.081 toneladas enviadas entre enero y mayo. Se trata de un aumento del 10,4% frente a las 287.200 toneladas enviadas en los primeros cinco meses del año pasado.

El volumen enviado a Estados Unidos también creció en el período, alcanzando las 33.800 toneladas, un salto de 165%. En facturación la suba fue de 149% US$ 250,7 millones.

Aumentan compras de Brasil a Uruguay

En un contexto de menor oferta, las compras de carne vacuna a Uruguay, que habían mermado en el último año, aumentaron en lo que va de 2021.

Del primero de enero al 16 de junio, Uruguay exportó a Brasil 2.704 toneladas peso embarque por un total de US$ 21,5 millones, 54% más tanto en volumen como en divisas respecto a un año atrás cuando se enviaron 1.753 toneladas por un total de US$ 14 millones, según los datos de Aduanas.

Lo contrario sucedió con las importaciones de carne vacuna brasileña por parte de Uruguay, que bajaron un 32% en lo que va del año pasando de 12.359 a 8.376 toneladas peso embarque.

El aumento en el precio del novillo gordo en el país vecino incrementó los costos de la carne y parte de ese volumen que se compraba en Brasil se trasladó a Paraguay.

La firmeza de precios en Brasil, sumado a una Argentina que restringe sus exportaciones, consolida para la ganadería uruguaya un escenario que luce cada vez más firme. 

Producción: Cecilia Pattarino