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Bronquiolitis, la infección respiratoria más común en niños pequeños
Cuando llega el invierno es común que lleguen con él cuadros de infecciones respiratorias. Uno de los más preocupantes es la bronquiolitis, que se puede ver en niños de hasta dos años de edad. La prevención y el tratamiento precoz es fundamental, ya que puede llegar a ser de gravedad, sobre todo en los bebés prematuros.
Andrea Ghione, doctora perteneciente al programa de Seguimiento de Recién Nacidos de Alto Riesgo del Pereira Rossell, dijo a Padres Hoy que en día la mortalidad causada por esta enfermedad disminuyó fuertemente gracias a los avances médicos que se han tenido. Sin embargo, "la morbilidad sigue siendo alta, porque supone muchos días de internación y puede llegar a necesitar un respirador".
Los síntomas más comunes son similares a los de cualquier tipo de infección respiratoria. Generalmente empieza con un resfrío, con tos, catarro. Luego, se dan secreciones respiratorias y sibilancia—-chiflido en el pecho—-. Si alcanza un alto nivel de gravedad puede llegar traer dificultades respiratorias importantes, pero son la minoría.
A su vez, los padres deben estar atentos porque el bebé puede tener una coloración azulada en la piel y dificultad para alimentarse, como cualquier otro pequeño con un cuadro grave.
Las condiciones ambientales son altos factores de riesgo para las infecciones respiratorias. "El estar en hacinamiento, el tener muchos hermanos —sobre todo en edad preescolar o escolar—- lo hacen más propenso al contagio", explicó Ghione. Además, otro factor de riesgo es el humo de tabaco y el hecho de que no reciba lactancia materna.
Incluso, en algunos casos, dependiendo del germen y de la evolución, puede dejar secuelas. Como por ejemplo "que puedan precisar oxígeno permanente o que puedan quedar con una hiperreactividad bronquial", sostuvo la doctora.
Si bien es preocupante que le ocurra a cualquier niño de menos de dos años, en esta época los que están en el centro de atención para los expertos son los bebés prematuros. "Son los que tienen más riesgo de tener una enfermedad más grave, sobre todos los que tuvieron una broncodisplasia, que es una enfermedad del aparato respiratorio asociada a la prematurez", agregó.
"El estar en hacinamiento, el tener muchos hermanos —sobre todo en edad preescolar o escolar—- lo hacen más propenso al contagio"
El tratamiento habitual es aspirar las secreciones nasales, que muchas veces llegan a la parte más baja de la vía aérea y hace que aire entre en el mecanismo pero que no pueda salir. Por eso, hay que ponerlos semisentados y limpiar las secreciones. Algunos casos más agudos pueden llegar a precisar oxígeno, terapia inhalatoria o un fármaco.
Asimismo, para los niños que alcanzan un alto nivel de la enfermedad, el Fondo Nacional de Recursos le brinda una vacuna preventiva. Es únicamente "para niños que tienen factores de riesgo. No para todos".
Estos niños son los prematuros severos y aquellos que tienen una cardiopatía congénita. En algunas cardiopatías, el pulmón tiene más líquido y lo convierte en una situación delicada. La vacuna se administra en el invierno y se da una vez por mes.
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Si bien no se manejan cifras exactas sobre cuántos niños padecen de esta enfermedad, ni de cuál es la tasa de mortalidad, Ghione dijo a Padres Hoy que mejoró al menos más de la mitad en los últimos años.
En el centro de Seguimiento de Recién Nacidos de Alto Riesgo hicieron un estudio, que aún no se publicó, donde concluyeron que uno de cada seis recién nacidos que salen de la sala de maternidad reingresan al hospital en el primer mes de vida. De esos, el 70% lo hacen por infecciones respiratorias. "Muchas son bronquiolitis, ya que por las infecciones banales no los internan, sino que quedan en sus casas".
¿Cómo prevenir la bronquiolitis?
- Lavarse bien las manos
- Evitar el contacto con personas que están cursando cuadros respiratorios cerca del niño pequeño
- Usar alcohol en gel
- Evitar el humo de tabaco en la cercanía del bebé
- La lactancia materna colabora a prevenir este tipo de enfermedades
