Caso Penadés: la 71 atraviesa una crisis que pone en riesgo su existencia

“Es una difamación que debe resolver la Justicia”, dijo el ministro del Interior, Luis Alberto Heber; “yo confío en el senador Penades”, agregó el diputado Juan Martín Rodríguez coincidiendo con la senadora Gloria Rodríguez, todos ellos de la lista 71. “Le creo a él”, aportó incluso el presidente Luis Lacalle Pou.

Las expresiones de respaldo ante la denuncia que luego concretó en la Justicia la militante blanca Romina Celeste Papazzo estuvieron motivadas por el afecto, pero también influyó la importancia de Penadés en una de las principales agrupaciones nacionalistas. La casi imprescindible presencia del senador en la cohesión de dirigentes y militantes de la 71 –y la posibilidad de que ella se desgrane- es la que, con el transcurso de los días y pese la aparición de nuevos testimonios de supuestos abusos, está pesando en el ánimo de un grupo que se ve amenazado por la incertidumbre.

Las decisiones a tomar no son sencillas y cualquiera de ellas supone sacrificios. Porque si bien hasta que la Justicia determine lo contrario Penadés es inocente, el sector podía haberse curado en salud pidiéndole al senador que diera un paso al costado hasta que las cosas estuvieran claras.

Aún no lo hizo y tal vez pague por ello un costo importante si en el futuro Penadés es declarado culpable. Pero en el grupo saben que apartar al senador de sus tareas habituales, generaría en la lista una sensación de desconcierto capaz de empujar dirigentes  a la diáspora política. Porque la lista 71 es en realidad una federación que está integrada por subagrupaciones que coinciden en el liderazgo de Penadés. Y, sin su guía, nada asegura que sigan apiñados en su rol de columna fundamental del Herrerismo.

Las decisiones a tomar en la 71 no son sencillas y cualquiera de ellas supone sacrificios

 “Es como un enfermo amenazado por una gangrena. Lo pueden salvar cortándole las piernas. Seguirá viviendo, pero el costo es muy alto”, dijo a El Observador un dirigente nacionalista comparando esa amputación con la ausencia de Penadés.

Pero, además, el liderazgo de Penadés en la 71 es tal- “la lista es suya, tiene su nombre”, dijo a El Observador un dirigente de la agrupación- que nadie se imagina una sublevación interna para reclamarle nada. Es más, si bien los integrantes de la lista reconocen la gravedad de la situación, mayormente no dudan en arroparlo en la difícil situación que atraviesa su líder.

¿Cómo salvamos la estructura de la lista si no está Penadés?, se preguntan sus dirigentes más cercanos y la respuesta es un enorme signo de interrogación.

Además de Penadés, la 71 está integrada por el ministro del Interior, Luis Alberto Heber, la senadora Gloria Rodríguez, los diputados Juan Martín Rodríguez y Daniel Martínez, la edila Adriana Barcárcel y el alcalde del Municipio F, Juan Pedro López, entre otros.

Tras el episodio de las denuncias en su contra, Penadés continúa cumpliendo sus labores como parlamentario y las agrupaciones barriales siguen reuniéndose regularmente. El senador le envió una carta a la vicepresidenta Beatriz Argimón en la que pide que la Cámara levante de inmediato sus fueros si la Justicia lo llama a declarar.

Este estado de cosas ocurre en los albores de una campaña electoral hacia las internas de junio  de 2024 en la que el secretario de la Presidencia, Álvaro Delgado, y la economista Laura Raffo, se perfilan como los principales contendientes dentro del Partido Nacional.

La lista 71 es una de las principales columnas de la candidatura de Raffo pero, como fue dicho, ese número está íntimamente ligado a la marcha del Partido Nacional de las últimas décadas. Por eso la preocupación es mucha. Porque un golpe en ese pilar puede hacer temblar todo el  edificio.