Diálogo político para blindar abril

En su sesión del martes pasado, a iniciativa del Frente Amplio, el Senado aprobó por unanimidad la formación de una Comisión Especial de Seguimiento de la Pandemia covid-19. Esta Comisión de doce miembros pretende ser un ámbito de articulación entre todos los partidos, un espacio de circulación de información de “primera mano” y una señal de diálogo político (como dijo el senador Oscar Andrade), para trasmitir serenidad y calma la población, sin “fogonear las diferencias”, como dijo el senador Gustavo Penadés. “Hay que cerrar filas en el sistema político”, para “estar a la altura de lo que la población está pidiendo a quienes son sus representantes” dijo el senador Jorge Gandini fundamentando su voto. La creación de esta comisión había sido propuesta en diciembre del año pasado por el FA, como enfatizó el senador Daniel Olesker. No hubo acuerdo con la bancada oficialista en ese momento. Ahora, en el peor momento de la pandemia, ante la insistencia del FA, el Senado le dio luz verde. Beatriz Argimón, a su vez, subrayó el trabajo de articulación entre bancadas que ha venido realizando la Presidencia del Senado desde el año pasado. Esto, probablemente, ayude a entender que, finalmente, haya sido posible la creación de esta Comisión Especial.

La Cámara de Representantes también reaccionó en la misma dirección. El diputado Rodrigo Goñi, coordinador de la bancada del Partido Nacional, le propuso a Alfredo Fratti, frenteamplista y presidente de la cámara, aprobar una declaración enviando un mensaje de unidad nacional en tiempos de emergencia. Goñi propuso un texto que reconocía el esfuerzo de la población en la lucha contra la pandemia, enfatizaba la importancia de mantener “el clima de respeto y diálogo”, exhortaba a cumplir con las medidas sanitarias y a vacunarse, y expresaba “la convicción” de que de esta pandemia se sale “juntos”. La bancada del FA quiso plasmar también en la declaración la intención de “hacer amplias convocatorias” a diferentes colectivos “para encontrar consensos”, lo que fue rechazado por el Partido Nacional.

La negociación se frustró, entre otras razones, porque algunas declaraciones de diputados frenteamplistas caldearon el ambiente, pero será retomada la semana que viene.

La tercera señal en la dirección de potenciar el diálogo entre gobierno y oposición está llegando desde el Partido Colorado, un socio fundamental de la coalición de gobierno. Según informó este jueves Búsqueda, el Comité Ejecutivo Nacional de los colorados solicitó a Julio María Sanguinetti proponerle al presidente Lacalle Pou que convoque a una cumbre de líderes partidarios para analizar la situación y buscar acuerdos con la oposición. La propuesta está siendo analizada por la Presidencia. Antes de ir al fondo del asunto, vale la pena destacar que nuevamente los colorados, desde el CEN y a través de Sanguinetti, marcan una postura distinta a la del PN. Esto confirma, desde mi punto de vista, que el funcionamiento de la coalición entró en una nueva etapa: un presidente fuerte admite, y precisa, socios de perfil alto.

Es otra buena idea. Una reunión de líderes de todos los partidos enviaría un mensaje fuerte y claro a toda la población. Prestigiaría a la dirigencia política uruguaya dentro y fuera de fronteras. Contribuiría a “blindar abril” bajando la movilidad social, y a fomentar la vacunación. Permitiría analizar y acordar medidas adicionales para atender la emergencia económica y social. Ayudaría a disminuir el “ruido” y, por eso mismo, a atravesar este mes crítico con menos angustia. En un diálogo de este tipo no hay costos políticos para nadie. Por el contrario, todos ganan. Gana el FA que viene reclamando diálogo desde hace un año. Ganan los colorados que lo piden ahora. Gana también Lacalle Pou que, al decir de Sanguinetti, ya se “recibió de presidente”. Téngase en cuenta que los niveles de aprobación de su gestión siguen siendo muy altos, como acaba de informar Equipos-Mori (58%). Convocar al diálogo ahora no sería entendido de ninguna manera como una señal de debilidad. Desde luego, el reciente enfrentamiento entre el FA y el Lacalle Pou a propósito de las declaraciones del presidente al diario argentino La Nación no contribuye a la distensión del clima político. Ojalá este choque no frustre las iniciativas que se vienen insinuando. 

Adolfo Garcé es doctor en Ciencia Política, docente e investigador en el Instituto de Ciencia Política, Facultad de Ciencias Sociales, Universidad de la República.

adolfogarce@gmail.com