Diez apuntes sobre la elección

Primero 

La elección confirmó la segmentación territorial del poder político en Uruguay. El Frente Amplio sigue siendo el partido mayoritario en Montevideo, Canelones, y Salto. En los departamentos del interior sigue predominando el Partido Nacional que, según la información disponible, habría recuperado el gobierno departamental de Paysandú. No existen datos definitivos, a la hora en que escribo estas líneas, sobre Rocha y Río Negro. El Partido Colorado solamente retuvo el gobierno de Rivera. En cualquier caso, la dispersión del poder político siempre es una buena noticia. El pluralismo es, a la vez, causa y efecto de la democracia, y condición sine qua non de su reproducción en el tiempo.

Segundo

Una vez más se cumplió la regla número uno de las elecciones departamentales. Los intendentes, exintendentes, o candidatos auspiciados por intendentes, salvo circunstancias excepcionales, son favoritos frente a quienes no ocuparon nunca ese cargo. Dicho en otros términos: es muy difícil, demasiado, desafiar el poder de los jefes comunales. No tengo nada personal con los intendentes. Suelen ser personas de bien que procuran servir a sus electores. Pero la democracia funciona mal cuando a las personas que están en el poder les resulta tan sencillo ser reelectas o designar a sus sucesores.

Tercero

La división de los partidos que integran la Coalición Multicolor facilita la reelección de los intendentes frenteamplistas. El caso de Salto ilustra muy claramente este fenómeno. La irrupción de Cabildo Abierto, que en la mayoría de los departamentos presentó su propio candidato a la Intendencia, incrementó la fragmentación de la oposición y, en este sentido, fue disfuncional.

Cuarto 

En Montevideo, los principales candidatos hicieron un esfuerzo muy importante en el plano de la elaboración programática. Durante algunos meses, y pese a la ausencia de debates entre ellos, los vecinos pudieron escuchar planteos interesantes sobre los problemas de la ciudad y las alternativas disponibles para solucionarlos.

Quinto

De todos modos, el tiempo que los montevideanos invertimos en informarnos sobre la ciudad es realmente marginal comparado con el que empleamos en conocer los problemas nacionales. Para los habitantes de la capital, los problemas del país son mucho más visibles que los de su propia ciudad. La escasa atención a los problemas departamentales conspira contra la calidad de las políticas públicas de los gobiernos departamentales.

Sexto

Laura Raffo demostró excelentes aptitudes para el liderazgo político. Confirmó su gran capacidad de comunicación y su excelente formación técnica. Mostró temple y capacidad de trabajo. Acertó en la elección de los temas centrales y de los barrios prioritarios de su campaña. Obtuvo el apoyo de los cinco partidos de la Coalición Multicolor y del pequeño partido ecologista que lidera el diputado César Vega. Sin embargo, logró una tasa de fidelización de los votantes de octubre de 2019 menor a la necesaria para equilibrar el poderío electoral del FA.

Séptimo 

Cabe preguntarse, por tanto, si la estrategia elegida fue la correcta. Tengo la impresión que su campaña fue demasiado “raffocéntrica”. Sin dudas, derrochó talento y esfuerzo. Pero me pregunto si no le habrán faltado banderas, las de los partidos que la apoyaron. Los candidatos son importantes, desde luego. Pero, desde los tiempos de la vieja “ley de Lemas” de 1910, sabemos que la ciudadanía elige primero un partido, y después un candidato. El partido importa más que la persona. Por suerte.

Octavo

Daniel Martínez es de los pocos intendentes que no pudo ser reelecto. Lo más curioso es que su gestión estuvo sistemáticamente bien evaluada. No me cabe la menor duda que hubiera sido reelecto si no hubiera sido candidato a la presidencia por el FA en 2019. Todo indica que demasiados frenteamplistas le facturan la derrota sufrida el año pasado. Los frenteamplistas prefirieron a Carolina Cosse. Pero no hay forma de explicar por qué el FA retuvo el gobierno de Montevideo sin tomar nota de los aciertos de la gestión de Daniel Martínez.

Noveno

La alianza entre Fuerza Renovadora y el MPP no logró su objetivo. Álvaro Villar cosechó una buena votación, pero inferior a la de Carolina Cosse. Cabe preguntarse si esta extraña molécula, compuesta por dos átomos tan distintos, logrará ser estable. “Renovadores” y emepepistas tenían un interés común: evitar que, dentro de cuatro años, Mario Bergara y Yamandú Orsi tuvieran que competir por la nominación presidencial con un intendente montevideano exitoso. Ahora tendrán que lidiar con Cosse. En el plano ideológico, los votantes de Bergara y de Mujica tienen más diferencias, que coincidencias.

Décimo

Es muy difícil saber cuál es la estrategia de la intendenta electa. Es probable que intente seguir el modelo patentado por Tabaré Vázquez y aplicado por Daniel Martínez: convertir la gestión de la IMM en un trampolín para el cargo presidencial. Desde este punto de vista, tiene un fuerte incentivo hacia la formulación de un discurso político moderado, menos confrontativo que el que la ha caracterizado hasta la fecha. Sin embargo, logró ser electa gracias al apoyo del ala izquierda del FA (comunistas, socialistas, feministas). Habrá que ver cómo concilia estos apoyos con sus nuevos objetivos de carrera.